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Los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos

  • Foto del escritor: Cuerpo Editorial
    Cuerpo Editorial
  • 25 sept 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 2 oct 2021

Que la gracia, sabiduría y el amor del Señor Jesús sea en todos ustedes amados, amén. El día de hoy se inicia un tema en un capítulo muy particular en el cual, el hermano en Cristo que escribe, reconoce que no tiene mucha luz o revelación en el Espíritu respecto a este tema, por demás tan interesante.

Lo que es importante para todo creyente en Jesucristo es cumplir cabalmente lo que se señala en 1ª Corintios 4:6: Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros, referido a la interpretación de las Escrituras.

La revelación es por el Espíritu Santo, no tanto por investigación en sitios web, lecturas de instituciones religiosas o posturas u opiniones de falsos maestros. Entonces, uno debe ser lo suficientemente honesto para saber decir: sí, sí o no, no, porque escrito está: lo que es más de esto, de mal procede. En virtud de lo anterior, hasta que el Espíritu Santo no me revele la profundidad de este pasaje, no diré más palabra que lo siguiente: El relato de Juan en su descripción está conjugado en copretérito, pasado y presente simples y futuro simple, es decir, una cadena de hechos que iniciaron en algún tiempo del pasado; por lo cual se entiende que tanto los seres vivientes como los 24 ancianos han hecho, hacen y continuarán haciendo esta adoración que leerán más adelante en el marco escritural. No todo el Apocalipsis hace referencia al futuro lejano, sino que también redacta hechos en presente continuo, futuro simple y futuro continuo. Las acciones descritas tenemos que entenderlas mediante la correcta interpretación de los marcadores de temporalidad, puesto que caso contrario se da lugar a elucubrar falsos escenarios que terminan en juicios, pues este libro tiene sello profético dado por Jesucristo.

Lo que sí es un hecho es que el apóstol Juan abandonó su cuerpo por un momento, pues para poder ver lo que debía ver la carne corruptible no tiene acceso, por eso dice “estaba yo en el Espíritu”.

La adoración a quien esta sentado en el trono es continua, incesante. Los cuatros seres vivientes adoran a Dios y a continuación los veinticuatro ancianos hacen lo mismo. He leído muchas interpretaciones de varios, pero ninguna satisface lo que está escrito en 1ª Corintios 4, por tanto, se desecha como revelación. Mas en lo que el Espíritu nos revela más conocimiento, ofrecemos para su gozo este pasaje hermoso de Apocalipsis 4, en su totalidad. Que el amor, la gracia y la paz del Señor Jesucristo sea en ustedes amados hermanos, amén.

1 Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.

2 Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.

3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.

4 Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.

5 Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.

6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.

7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.

8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.

9 Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,

10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:

11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

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