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Los Bienaventurados - Parte 5.

Deseamos que el amor, la paz, la gracia del Señor Jesús sea en ustedes amados hermanos, en su espíritu. Amados, se acaba otro año según los cánones de los hombres, pero la misericordia de nuestro Padre es diaria y sin medida.

Culminamos este precioso tema de los bienaventurados con los versículos 11 y 12 de Mateo 5:1-12, en el cual nos hemos gozado de ver cuán enriquecedora y total es esta vida espiritual en Jesucristo, todopoderoso Hijo de Dios, Señor, Maestro y Salvador nuestro.

Nuestro amado Pastor, no conforme con esto y con el Espíritu Santo sella unas palabras de confort y esperanza a los que por su nombre y amor se ven precisados a padecer.

Dice el undécimo versículo: “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo”. El Señor sabe de antemano que el mundo es perverso, rebelde e inicuo; el hombre es contumaz, pecador y sordo-ciego y el diablo es el adversario que no descansa para intentar destruir a Dios y a todo lo que emana de Él como sea; con este contexto y realidad, dice esto porque al ser escogidos dentro de un vaso frágil es probable sintamos desesperanza, miedo, terror, angustia, ansiedad o desasosiego y en su nombre estos sentimientos no tienen ya más lugar. ¿Por qué? porque si caemos en esta categoría, no somos nosotros la causa de esto ni el destinatario, solo somos emisarios.

Entonces el malo busca la parte más débil del lazo espiritual para derruir esa obra, más como no somos la persona a cargo tenemos la garantía que el Señor reparará todo daño y perjuicio a nosotros en la eternidad, donde nada puede ser removido, destruido, tentado o privado de sus derechos sin que Él lo sepa.

Menciona el décimo segundo versículo: “Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.” De modo que, nuestro galardón no será aquí, sino allá donde no hay enemigo del cual cuidarse. Sabedores de que somos elegidos para tener un gozo eterno, lo que suceda aquí es por muy poco tiempo. Incluso, no seríamos los únicos ni los primeros, pues desde siempre el enemigo ha pugnado por estropear la obra de nuestro Dios desde que se halló en él maldad.

Así que hermanos que estén en el ministerio real y fuerte, ¡no teman! Y abríguense en el Señor Jesucristo para que su testimonio y trabajo no sean comprometidos. Fortalézcanse en él, para que su obra sea guardada y ustedes estén a buen recaudo. Y si toca entregar el espíritu ¡Gócense todavía más! Porque ustedes irán a la consolación y sus verdugos se las verán con el DIOS VIVO y airado, Quien a Su tiempo les hará pagar. El Señor Jesucristo los colmará de premios y galardones y les amará por haber sido fieles en su obra. Sufrieron como él y serán engrandecidos como él.

Es así como terminamos esta saga de temas espirituales importantes, amados hermanos. Esperamos que su corazón salte de gozo y su alma no cese de dar gracias al Padre por haber permitido que el Señor les muestre esto en este día en que leen el presente texto inspirado por el Espíritu Santo.

Que el amor, la gracia y la sabiduría del Señor Jesucristo estén en ustedes, amén.


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