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Los Bienaventurados - Parte 3.

Que la gracia, paz y armonía del Señor Jesucristo sea en ustedes, amados nuestros, que su espíritu rebose en gozo y sean uno con nosotros en la procuración de la gracia de compartir palabras de vida eterna a quienes aún no son salvos, amén.

En esta tercera temática, tenemos que hay otras dos prerrogativas espirituales cortesía del Señor Jesús para los creyentes en toda la Tierra. Leemos en Mateo 5:1-12 lo que sigue:

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Esta promesa es para quienes dentro de esta dimensión tiempo-espacio se preocupen por el prójimo antes de sí mismos. Aquellos revestidos por este poder de procurar el bien sin malicia o conveniencia, de preservar la vida, procurar la salud del enfermo, ayudar al necesitado, auxiliar al desposeído, etcétera.

La misericordia viene acompañada de misericordia. Como el Señor Jesucristo menciona, todo lo que estos seres hayan hecho mal les será saldado por la obra buena que han hecho al servirle al Señor incluso si ellos no se dieron cuenta. La gracia de ser auxiliados y salvos es un privilegio que solo lo que estos hermanos llamados de esta forma pueden concebir. ¿Te parece que esta gracia es tuya hermano? Pues no lo dudes y llévala a cabo.

Bienaventurados los de limpio corazón porque ellos verán a Dios. Amados del Señor: esta promesa es para los hermanos quienes con el paso de los años por medio del crecimiento espiritual adecuado han purificado su corazón, es decir, ya no es tentado para hacer el mal o caer en estratagemas de cualquier tipo. En su corazón ya está Cristo debidamente instalado y no hay lugar a malos pensamientos, ni religiosidades.

Este hermano, tiene la posibilidad de ver milagros de Dios imperceptible para el ojo natural, pero manifiesto el Espíritu dentro de este creyente. Como Dios es santo y no hay maldad en Él, también el corazón puesto al Señor guardado en fe, amor y esperanza puede verle, pero son visiones fuera de contacto con el mundo y total comunicación de Dios.

Ver a Dios significa que te llaman a partir pronto, es menester estar listo cuando eso te pase amado creyente. ¿Crees en esta palabra de consuelo, vida y testimonio? Busca con tu familia espiritual con quienes participan de esta palabra. Deseamos en el Señor Jesucristo que la pasen bien, desde esta localidad, amén.


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