Editorial 390 - Las promesas de Jesucristo
- Cuerpo Editorial
- 25 sept 2021
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Actualizado: 2 oct 2021
Bendiciones sean a todos: que la paz el amor y la gracia del Señor Jesús es con ustedes amados hermanos, amén. Esperamos que en Cristo sea su corazón consolado, estén buscando ser agradables ante el Padre y dejen que el Espíritu Santo sea su consejero, guía y Consolador.
Hermanos nuestros, si supieran, esta vida espiritual en Cristo está llena de muchas bendiciones, apoyos, consuelos y así quisiera nuestro Padre nuestra vida transcurriera hasta el día de entregar el espíritu de vida a Quien lo dio, con victorias, testimonio y disfrute de la vida eterna. Pero antes de esto, surgen las promesas instrucciones dadas por el mismo Señor Jesucristo a las potestades celestiales que tengan injerencia en las cosas materiales. Ordena que, tras obedecerle y hacer lo que él pide en la Tierra por los hermanos, aparecen entonces manifestaciones maravillosas, pero ilógicas; pues para este mundo el bien no tiene sentido y el mal es su medio de placer.
Todo creyente que se comporta como obediente se distingue del creyente que es más bien rebelde y desobediente precisamente en que sobre la vida del primero la bendición del Hijo y la protección del Padre son experiencias continuas. En cuanto al segundo solo tiene afán, derrota, amargura, arrastrarse sobre el suelo y ningún poder del Espíritu sobre ellos.
Estamos preparando un documento en el cual tendremos todas las promesas del Señor Jesucristo dadas a sus verdaderas ovejas que él cabalmente cumplirá sobre ellas, porque las ama. Y nosotros, parte de sus fieles ovejas en todo el orbe, testificamos que Jesucristo es la Verdad de Dios: su palabra es verdad y él cumple sus promesas en nosotros, al estar en el proceso continuo de dejar todo por él.
Pero ahora solo tomaré un pequeño muestrario de ellas, pues el objetivo e que usted hermanos que nos leen, se den cuenta por sí mismos y sepan cuán grande amor el Padre nos ha dado al darle todo el poder a nuestro Salvador, el Señor Jesucristo.
11.- Jesucristo dice en Mateo 10:42 Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
Explicación: El Señor Jesucristo nos informa que siempre será nuestro sustentador que no permitirá tengamos siquiera sed. Siempre habrá una forma en que seamos suplidos de una necesidad que pudiéramos tener y en virtud de esa fe volcada en él, lo imposible lo hará posible y hecho. Y no solamente nos suple a nosotros, sino que el alma enviada recibirá la gracia y misericordia de parte de Dios. Todo por esperar y creer en el Señor Jesucristo de manera pura y sincera.
12.- Jesucristo dice en Mateo 11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Explicación: En verdad que estar fuera de Dios es vivir una vida llena de sobresaltos, angustias, afanes, muerte espiritual, insatisfacción, agobio y frustración por no lograr todos los objetivos que los hombres tienen. Mas en Jesucristo todo lo anterior desaparece y en su lugar el alma siente una paz, un equilibrio, un sentido de ser, una razón para vivir. El evangelio y vida espiritual en Cristo Jesús transforma la vida en 180 grados cambiando nuestra perspectiva sobre las cosas que valen la pena, las de arriba y ver que las de abajo nos son dadas por añadidura. Así, el afán deja de ser, el agobio no es más y la frustración ya no existe en nuestra alma.
13.- Jesucristo dice en Mateo12:50Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.
En esta maravillosa promesa, el Señor Jesús no nos deja en el desamparo. Si bien dice en otra escritura que debemos dejar padre, madre, hijo o hija para seguir en pos de él, nos lo recupera con la hermandad en Cristo dispersa en toda la Tierra: seres nacidos en diferentes circunstancias pero que nos une una misma fe y somos hijos de un mismo Padre: El Altísimo Dios, Cristo Jesús como nuestro hermano mayor, el Primogénito de Dios.
14.- Jesucristo dice en Mateo 13:11 El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos;
Esta promesa es la sabiduría que excede por mucho a la que se enseña en las academias, institutos, asociaciones religiosas o universidades prestigiosas: la de arriba, la celestial denominada misterios, puesto que nadie la conoce en este mundo y es privilegio reservado a quienes creemos, oímos y procuramos obedecer a nuestro Señor Jesucristo. El reino de los cielos es la manifestación de poder del Espíritu en forma de palabra, dominio del entorno espiritual, sanidad, milagros, profecía y testimonio del amor de Dios de manera congruente con lo que está escrito en el Nuevo Testamento.
Y como pueden ver, hermanos, esta en Jesucristo no es pérdida de tiempo, ni es un club social, tampoco actividades altruistas o filantrópicas como el mundo las hace y lo que el Señor Jesús otorga aparte de la salvación y vida eterna son temas y experiencias que ustedes hermanos deben por sí mismos vivir para que puedan luego ser excelentes maestros a las siguientes generaciones, pues menester es prepararlas para lo que se acontece.
Mientras tanto, nosotros gocémonos de lo que nos toca vivir y no perdamos nuestro tiempo de vida en forzar las cosas conforme al mundo o a nuestro modo de pensar. Creamos en el Señor Jesús, vivamos al Señor Jesús, disfrutemos estar del lado de él, porque esta vida es temporal y l eternidad será preciosa, inacabable y sin necesitar más de nadie, porque nuestro Dios estará ya no más oculto, sino que le podremos ver tal cual es. Si lo vivido en esta vida de promesas de Cristo son deliciosas ¿cuánto más lo espiritual?
Que la gracia, el amor, la paz del Señor Jesucristo sean con todos ustedes, en su espíritu amados hermanos, amén.
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