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La caída de Babilonia vista por Dios. Parte uno.

Amados hermanos, que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea con todos ustedes, amén.

Vimos en los anteriores dos números esta situación del juicio a la ramera, la falsa religión y sistema de control a muchas naciones a través del tiempo de la existencia del ser humano. El mismo Dios, el Hacedor de Justicia para sus hijos y santos, es Quién puso en el corazón de los diez reyes derrotados ir contra esta Babilonia y segarla de la faz de la Tierra. Utilizó la misma fuerza que ella quiso usar para vencer al Cordero y Él, desde Su trono de gloria los envía para aniquilar a este sistema demoníaco de engaño, siendo ellos mismos y el resto de los líderes mundiales testigos impotentes de la caída de este sistema religioso.

Comenzaremos a cubrir el contenido de Apocalipsis 18, en su primera parte donde el apóstol Juan nos deja escrito lo que sucede en ese día glorioso, cuando cae esta Babilonia.

En los primeros versículos menciona que otro ángel, aparte de los comisionados a verter las copas viene del cielo con una majestuosidad que ilumina el cielo de la Tierra. Esto simboliza la luz que es Dios en la vida oscura del hombre y así lo describe el Espíritu para que entendamos que somos lumbreras en medio de la noche, aun con el fulgor del sol.

Entonces el ángel habla con gran voz y describe el parte divino:

  1. Ha caído la gran Babilonia: o sea, uno de los enemigos del Señor ha sido puesto por estrado de los pies del Cordero por el Altísimo, enemigo formidable que resistió durante siglos tiene su hora y día marcados para su fin eterno.

  2. Hecho habitación de demonios: Desde siempre se ha sabido que los ángeles caídos han tenido este lugar como guardia de adoración a ellos y a su príncipe, el dragón. Estos demonios son quienes pervierten, llenan de odio y mentira la mente y corazón de sus seguidores y con esto acechan contra los hijos de Dios, santos, mártires y colaboradores de Dios y Cristo.

  3. Guarida de todo espíritu inmundo: es todo espíritu aliado del enemigo que junto con la maldad del hombre exhiben suciedad ante Dios: toda mala obra, palabra ociosa o blasfemia, idolatría, hechicería, rebeldía, odio, muerte y corrupción son aromas de muerte y pestilente lejos de la presencia de Dios, esta ramera constituye una especie de fosa común y letrina espiritual donde cae todo desperdicio de la creación.

  4. Albergue de toda ave inmunda y aborrecible: lo mismo, es consecuencia de que lo más pútrido de la creación caiga sobre ellos como cubil nefasto. Por ave se refiere a toda esencia que vuela por los aires y engaña a los hombres, aunque con la destrucción al final, vengan carroñeras a comer los despojos de los cadáveres tendidos.


Tres causas son exhibidas por el Señor a través del ángel para decretar sentencia, además de haber matado a los enviados de Dios y sacrificado ovejas de Cristo:

  1. Todas las naciones han bebido del furor de su fornicación. Ninguna nación está exenta de haber fornicado con ella al torcer la verdad y pureza del evangelio para crear religiones a modo a costa de los heraldos de Dios. Adulteraron la palabra de vida por mensajes de muerte.

  2. Los reyes de la Tierra han fornicado con ella: no hay autoridad humana que no haya cedido en caer en sus influjos y vergonzosas acciones contra el evangelio de Cristo. Inquisiciones, purgas, defecciones, expulsiones de quienes habían tenido el mensaje de salvación

  3. Mercaderes enriquecidos por la potencia de sus deleites: ¿quién duda que la religión es un negocio por demás rentable? ¿Acaso los jerarcas religiosos no son ricos? Y los que trafican con los fetiches llamados objetos sagrados, santos, ¿no tienen grandes ganancias en la manufactura de tales objetos para ser vendidos en sus celebraciones paganas, como si fuera obra de Dios

Y por eso el mensaje del futuro que se repite a diario y es nuestro deber informar a todos: que el Señor advierte que hoy, en abril del 2022 aún es tiempo de salir de ahí, de ese escondite demoníaco pues el juicio no ha llegado pero ya cada vez es más cerca: “Salid de ella pueblo mío para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus maldades”.

Estos son los de Tiatira y los que salen de todas las religiones del mundo según su etnia, lengua y región. La religión tiene su castigo asegurado y quien no quiera salir sabiendo esta palabra se expone a que los pecados de esta mujer sean corresponsabilidad de estas almas tercas, demás del justo juicio que se le viene a su tiempo. Cuando el hedor de su pecado llegue a la presencia y trono de Dios, olvidará toda misericordia y recordará toda maldad y afrenta hecha contra Él a través de maltratar a Su Hijo y a Sus hijos.

El castigo o sentencia se describe como sigue:

  1. Dadle a ella conforme ella os ha dado: la ley de justicia, ojo por ojo y diente por diente, vida por vida. Aquí ya no hay apelación o imploración que valga.

  2. Pagadle el doble según sus obras: así como el Señor declaró: Mía es la venganza, yo pagaré; también el Señor Jesús estableció la medida de pago: si tu enemigo te pide que camines una milla ve con él dos. Pon la otra mejilla. Así como muchos abusaron de esta ley espiritual ahora es momento de pagar los réditos de justicia contra ellos.

  3. En el mismo cáliz que ella bebió, prepararle el doble: toda obra, acción dolorosa, castigo, tortura, daño, afrenta, escarnio humillación, será doblado para ella en todos los aspectos que más le dañen hasta verla fenecer, por cuanto no dudó en aniquilar a muchos enviados así tampoco dudará el Señor en hacerla pagar.

Y en esto consiste el sello de la sentencia: ella en su soberbia y maldad declaró delante de Dios que tenía el poder de estar sentada, autoproclamándose reina, no viuda y sin ver el llanto por estar rodeada de deleites y falsa gloria, se le sustituirá con tormento y llanto.

Finalmente, así como en siglos ella vivió reinando con un reino de terror a los santos, ahora en un solo día y en una sola hora verá su fin llegar: muerte, llanto y hambre, quemada con fuego pues todo el sistema dejará de ser y sus integrantes serán destruidos y tenidos como parias, porque poderoso es el Señor que la juzga.

Esta mujer ha sido la causa de que el hombre haya sido puesto en contra de Dios al final de los tiempos y por esto ella pagará con su vida. ¡Bendito sea el Señor que será nuestro vengador! ¡Bendito nuestro amado Señor Jesucristo que hace estemos del lado de la vida y no de este juicio horrible!

Dejamos lo encontrado en Apocalipsis 18:1-8 para que lo lea y lo considere. Esperamos en el Señor Jesús que también se gocen amados hermanos. Que el amor y la gracia del Señor Jesús esté en su espíritu, amén.


18 Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. 2 Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. 3 Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. 4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; 5 porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. 6 Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble. 7 Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto; 8 por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.

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