Que el amor, la gracia y la paz de nuestro Señor Jesús sea en ustedes amados hermanos, en su espíritu, amén.
A veces, las personas toman a la ligera el concepto de ayuno. Y digo personas porque entre los creyentes nuestro ayuno es de otra concepción, espiritual y no mediática o terrenal. Recomiendo en el Espíritu que lean ese blog aquí mismo, el 354 donde se especifica esto.
Pero ahora, vemos cómo los discípulos de Juan guardaban ayuno por el Bautista, quien en ese entonces ya había sido encarcelado puesto que estaban tristes y era su forma de estar a una con él.
Pero el Señor Jesús les explica con su sabiduría de lo Alto que era imposible los discípulos suyos estuvieran guardando ayuno, pues el esposo estaba con ellos en pleno gozo de convivencia y profetiza que ellos también habrían de padecerlo después.
Profetiza que, así como Juan sería apartado de ellos, también Jesús sería apartado para padecer. Entonces la prueba vendría sobre ellos.
El mensaje es que ahora en Cristo no hay necesidad de ayunar, solo de gozar y tener paciencia. Sí, tendremos aflicción, sí hay pruebas y afanes, también debilidades, pero ya el Señor Jesús es nuestra esperanza y, por tanto, no hay ayuno que sirva.
El ayuno es para quien pierde algo, muere alguien o se tiene un mal devenir en su vida, más en nuestro caso hasta la muerte es motivo de gozo porque sabemos que vamos al Paraíso y cualquier mal tiene explicación, solución y propósito. Y nuestro Señor Jesús vive para siempre.
Añadimos el pasaje de Mateo 9:14 -15 para su lectura y compresión por el Espíritu.
14 Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan? 15 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
Que la gracia, el amor, la sabiduría del nuestro amado Señor y Salvador Jesucristo sea en ustedes amados hermanos, amén.
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