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Exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe - Parte 2

Hermanos amados por la fe y gracia del Señor Jesucristo: bendiciones espirituales en forma de amor, paz, gracia, sabiduría y fortaleza del Señor Jesucristo sean en ustedes, en su espíritu, amén.

Sin más introducción se continúa la lectura de la carta escrita por nuestro amado hermano y apóstol de Jesucristo Judas por inspiración y revelación del Espíritu Santo a nosotros, a partir del versículo cinco.

Nuestro amado Padre, el Señor y Dios Todopoderoso, si bien es Amor y la esencia misma del Amor, también es Justo y Poderoso, con total autoridad para castigar al mal y todo lo que se oponga a su Voluntad.

Da el Espíritu Santo un recorrido a través de los tiempos en la descripción de eventos importantes durante la gestión en el antiguo pacto sobre esta característica de dirimir justicia implacable e inapelable del Padre.

Inicia con la salida de Egipto. Cumplió su promesa de liberar a Su pueblo del yugo egipcio, importante civilización antigua que pervirtió su función de cuidar y apacentar al pueblo del Dios Vivo. Pagó cara su osadía y con muerte se compró la libertad del pueblo; pero entre los cuales se encontraron infieles quienes prefirieron amar más la esclavitud placentera que la libertad humilde que Dios había preparado de antemano. Es decir, nunca quisieron salir de Egipto, sino quedarse ahí toda su vida. Sobra decir que, en ese tiempo, toda esa generación adúltera, rebelde y perversa murió en un lapso de 40 años por haber dudado de la promesa de una Tierra prometida. Ninguno de ellos quedó vivo ni vio la promesa. Los que creyeron, llegaron vivos y sanos a tomar posesión para ellos y sus generaciones.

Ángeles indignos. El Espíritu Santo revela al apóstol acerca de un evento antes de la Creación, donde ángeles quienes no guardaron su dignidad, es decir, cuidar su posición en la corte celestial por seguir al ahora adversario de Dios, fueron aprehendidos y encerrados en prisiones eternas para el juicio del gran día. También el libre albedrío forma parte de ellos y por esto están condenados, puesto estando en las moradas del Creador y Dios suyo lo despreciaron y tomaron partido contra su Hacedor. La única rebeldía hecha y ya la muerte espiritual les espera.

Sodoma y Gomorra. Este relato reviste de mucha importancia en cuanto al celo grande que tiene Dios por la impureza de Su creación, por la facilidad con la que esta se inflama por pecar y la fiereza con la que defiende su rebeldía. Está de más recordar que no encontró ni a 5 justos en toda esa comarca: Sodoma, Gomorra y los alrededores, sino solo cuatro: Lot, su esposa y sus dos hijas. Por tanto, está visto que quien atente contra el Dios Vivo no vivirá para contarlo y será quemado con fuego vivo que consumirá hasta el alma misma, destruyendola. Ningún pervertidor del testimonio de Dios en todas las dispensaciones de los tiempos (incluida la nuestra con el evangelio de nuestro Señor Jesucristo) quedará impune.

En síntesis, el Espíritu Santo revela que ningún opositor manifiesto de Dios será salvo, es decir, es ajeno a toda salvación al ser enviados a un ostracismo eterno. Ahora la Voluntad expresa de nuestro Padre es oír, creer, amar, obedecer, seguir y permanecer en la doctrina dada por nuestro Señor Jesucristo para dar vida, salvación y eternidad con la Deidad y quien sostenga lo contrario, anatema es y se expone al fuego eterno.

Por tanto, tengamos paz, porque estas descripciones recaen sobre los apóstatas y los impíos descritos en el tema anterior. Y si Jesucristo salva es una vez y para siempre, de modo que si alguien le quiere vender la idea que la salvación puede perderse, repréndale en el nombre del Señor Jesucristo y apártese de esa persona inmediatamente, porque busca su alma como botín de pillaje. A esto nos referimos son ser sabios en la salvación: Tesoro inmaculado e incalculable dado por nuestro Señor Jesucristo. El Señor Jesucristo nos regala una Vida espiritual inmarcesible.

Ponemos a su disposición los versículos 5, 6 y 7 de la carta escrita por el apóstol Judas para cotejo, meditación, edificación e implementación de esta exhortación.

Que el amor, la paz, la gracia y el poder del Señor Jesucristo sea pleno en ustedes amados hermanos, amén.

5 Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron. 6 Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; 7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.

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