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El rollo y el Cordero

Hermanos en Cristo: la paz, el amor y la gracia del Señor Jesucristo sea en todos ustedes que nos leen desde diferentes partes del mundo, en su espíritu, amén.

Como ya se estableció como regla, transcribo fielmente el contenido de lo escrito en los capítulos de este libro de Apocalipsis y solamente escribo, medito y hablo de lo que me sea revelado por el Espíritu Santo solamente, dado que tiene sello y no podemos tener en poco la advertencia hallada más adelante. Cuando el Espíritu nos dé más profundidad en los diversos temas de este libro profético, haremos actualizaciones al respecto. Sin más, he aquí lo hallado en Apocalipsis 5 en su totalidad:

5 Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.

2 Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?

3 Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.

4 Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.

En estos primeros versículos, se revela que es el Padre quien está sentado en Su trono. El rollo es el contenido de los juicios a la Humanidad no declarados y vigentes todavía -en ese instante de la visión en tiempo presente de Juan- los sellos por su persistente rebeldía al Creador, el rechazo a Su Hijo y la blasfemia contra el Espíritu Santo en boca de todos esos perversos.

Este evento ya pasó: Juan fue testigo de esta junta celestial solemne, donde le fue dado ser parte oyente para dejar en claro desde su escritura al final del primer siglo después de Cristo cómo para estas fechas del último tetramestre del 2021 y años subsecuentes ya se manifiestan unos sellos y se seguirán abriendo los faltantes para anunciar ahora sí el final de los tiempos.

Juan llora porque no conoce en ese momento de qué se trata la visión y en su alma sufre porque nadie hay digno en la Creación de ser llamado DIGNO DE DIOS. Como se nos dejó escrito: no hay justo ni aún uno, sino solo Jesucristo, Su Hijo, de quien más adelante se revela.

5 Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.

6 Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.

7 Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.

Uno de los ancianos es quien le revela la verdad: Jesucristo en su forma más representativa: Cordero Inmolado. ¿Por qué se presenta así y no como en forma humana ante Juan? Porque él es el SACRIFICIO VIVO DE AMOR que Dios dispuso a toda la Humanidad para que creyesen en él. En esta forma, no como los machos cabríos de antes, sino que esta parte de la Deidad MURIÓ Y RESUCITÓ, viviendo por los siglos de los siglos, amén.

En él se cierra el ciclo israelita (León de Judá) como la promesa cumplida a Jacob por haber luchado con Dios de no ser dejada su verdadera descendencia huérfana de padre por siempre; y también raíz de David, por cuanto Israel en su locura pidió Rey y Jehová dispuso que el Rey fuera ahora Jesucristo Su Hijo, descendiente de la casa de David pero que es la base por la cual David y toda su genealogía persistieron y vivirá, a causa de Rut, su bisabuela con la cual inicia la dinastía, fue gentil y no judía de sangre, sino por fe agregada. David es, por tanto, de origen gentil e israelita (Rut moabita y Booz varón aprobado por Dios de sangre israelita). Por eso se escribió más adelante que, en Cristo dejamos de ser griegos o judíos porque en la Casa y Reino de Jesucristo, el Unigénito Hijo de Dios, Rey de Israel, se unen ambos pueblos y ser uno solo, la nueva nación y patria que poblará la tierra nueva y el cielo nuevo.

Luego, haciendo referencia a la iglesia, su esposa y novia, se revela que tiene siete cuernos y siete ojos, que escrito está son los siete espíritus de Dios enviados a toda la Tierra. Es decir, los espíritus de la iglesia de los cuales ya se nos mencionó antes en los mensajes a las iglesias. Siete testimonios, siete ayos y siete modos de notificar en su diferente nivel del evangelio de salvación, de vida y vida eterna. Los ojos son las ventanas que la Humanidad tiene para poder ver a Dios en sus diferentes tiempos y los cuernos son siete diferentes testimonios con los cuales se defiende de la maldad a la Verdad. Esta es la razón de haber escrito mensajes personalizados a cada espíritu de iglesia, porque estos cuernos prevalecerán en lo espiritual, aun cuando en la Tierra mengüen. Misterio hay que puede entenderse si se lee en el Espíritu.

8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;

9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;

10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.

En estos versículos claramente se especifica el poder del plan de salvación diseñado por Dios milenios antes. En el tiempo que ocurrió esto, la dignificación del Hijo por parte de los ancianos y los cuatro seres vivientes, representantes de la Creación adoran al Cordero tal cual es: hermoso Ser Santo que muestra su apariencia de Vencedor de la Muerte y el Pecado. Las oraciones de los santos son las que nosotros día a día agregamos cuando con fe solicitamos ayuda al Padre en el nombre de Cristo ¡Amén! Así entendamos que nuestras oraciones no se pierden en el aire, sino que llegan y se acumulan pruebas incriminatorias ante el adversario de Dios día a día, hasta que el Padre diga: ¡Basta! Y cuando deje de haber fe en la Tierra, entonces ya venga el Señor Jesús en otra forma poderosa.

Digno de desatar los Justos Juicios de Dios, Digno de Ser Inmolado; Digno de ser el Redentor de los hombres; Digno de formar una nueva y perfecta dinastía REAL y SACERDOTAL, para Dios, que gobierna hoy mismo sobre la Tierra. En el mundo actual existe reyes y sacerdotes santos para anunciar el reino de los cielos. Todos los siervos poderosos como ya hemos escrito mucho, han existido y todavía por un poco más seguirán existiendo.

11 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,

12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.

13 Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.

14 Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.

Continúan las alabanzas al Señor Jesús, en su forma de Cordero Inmolado. Su presencia es perfecta como testimonio fidedigno de su sufrir, amor, muerte y resurrección. De esta manera enardece de gozo indescriptible nuestros corazones porque VIVE y quiere que lo veamos así; no en forma humana como la religión perversa lo promueve antes de su muerte de facciones inventadas. En cuanto al número de ángeles que le sirven, son millones de millones, es decir, abundantes como las almas de los hombres.

Y el versículo 12 me recuerda a un canto que siempre me hace vibrar casi al punto del llanto. Es tan poderosa la alabanza que mi cuerpo se estremece pues lo entono con mucha fe al tiempo en que en este día y en esta hora los 24 ancianos, los cuatro seres vivientes, los millones de millones de ángeles y todos los verdaderos santos sobre la faz del planeta Tierra a una y en la guía del Espíritu Santo entonamos las preciosas como estas.

Lean con atención lo que dice la alabanza:

a) Digno de recibir el poder: En muchos versículos se da fe que Jesucristo tiene control y dominancia absoluta sobre toda potestad en el cielo como en la Tierra siendo el único sobre él el mismo Dios. Dicho en otras palabras, tiene la facultad de lo Alto para decretar, hablar en primera persona, ordenar, prometer y comprometerse sin miedo o terror de pecar por intentar suplantar al Altísimo. Él no es suplantador, es el REY EN FUNCIONES. EL REY DE LA GLORIA ES JESUCRISTO. Todo está sujeto a él.

b) Digno de riquezas: cierto amado hermano mío me preguntó por qué cuando diserto hago siempre referencia a las riquezas en cuanto al conocimiento y perfeccionamiento de la doctrina de Cristo. ¿Cuándo Dios ha sido pobre y menesteroso? ¿Cuándo Cristo ha sido sin sabiduría o poder? ¿Cuándo el Espíritu Santo ha sido frío y miedoso? Las riquezas son las ofrendas de amor, fe, esperanza qué son las monedas espirituales. Los talentos (cofres de monedas) son las obras espirituales. Los billetes son el testimonio probo de andar en la verdad. Entre más adoremos a Cristo con sinceridad, obedeciéndole; profundicemos más en el conocimiento puro y perfecto de Dios y nos dejemos guiar por el Espíritu es que tendremos las riquezas y tesoros eternos en los cielos.

c) Digno de la sabiduría: los tiempos y las sazones de los mismos son prerrogativas exclusivas a Cristo. Todo lo natural y espiritual; todo lo físico e invisible; todo misterio o verdad ocultas le pertenecen. ¿Quieres saber más? Pídele con fe.

d) Digno de la fortaleza: ¿Quién ha vencido a Cristo? ¿Quién le redarguye de pecado? ¿Quién le ha hecho quedar como mentiroso? ¿Quién puede decir: “soy más que él”? Nadie. Y TODOS los que se le han opuesto cayeron, caen y caerán. Nadie, ni el adversario, anticristo, bestia, personas podrán contra él. En él radica la esencia misma de la fuerza: Por esto dijo: ”Venid a mi todos los que estáis cargados y trabajados que yo os haré descansar” pues el da sustancia a la esencia con su mera presencia y en él no existe la ausencia de fuerzas, amén.

e) Digno de la honra: este poder de ser honrado como a Dios es potestad dada por Dios. De hecho, para poder honrar el nombre de Dios debe ser solamente a través de dar honra al Hijo. Si honras al Hijo, honras a Dios. Quien no honra al Hijo, es hipócrita ante Dios.

f) Digno de la gloria: nadie más que Jesucristo merece la gloria: es decir el privilegio de ser Superior a otras criaturas. De hecho, esa gloria quiso el adversario adquirir para sí mismo y le fue quitada esa oportunidad y además, en él se creó toda la maldad. Y el Padre se la dio al Hijo. Toda la capacidad de Ser y Estar sobre Autoridad es de Jesucristo, nuestro Señor. Por eso el diablo detesta todo lo de Cristo, porque él, como Único Heredero de Dios, recibió esa potestad y el diablo quedó derrotado, encerrado en esta Tierra y próximamente a pagar por su rebeldía. Y lo menciono ahora, porque pronto se hablará de más cosas terribles que hace y está por hacer, en su último intento de sabotear a Jesucristo en su obra salvadora y de reinado en esta Tierra: su némesis.

g) Digno de la alabanza: O sea, aparte de Dios mismo, su esencia, figura, sustancia y presencia tienen el mismo nivel de adoración y ensalzamiento. El Padre ha decidido compartir esa potestad Suya de ser alabado a Su Hijo. Otra derrota más al adversario y cuántos torpes humanos más que se han querido dar esta potestad en su humanidad. La idolatría es la negativa de dar alabanza a Dios para darla a algo o alguien más. Y esto es obra del malo. Pero solo Jesucristo es quien la recibe en Espíritu y de verdad. Te alabamos Señor Jesús.

Los versículos 13 y 14 describen que toda cosa creada alaba a Dios y a Jesucristo. A Dios por darles la vida y razón de ser y a Jesucristo por la redención y oportunidad de seguir viviendo. Por esto la creación que hoy vemos aquí será renovada de un modo que será impoluta, como lo fue al principio. Este amor y esperanza nos insta a no dejar de creer, obedecer y anunciar las buenas nuevas a todo oído dócil para que sean sanos. Si la creación será restaurada ¿cuánto más nosotros por la fe sincera en Jesucristo como el Hijo de Dios?

La paz, el amor, la gracia y el entendimiento del Señor Jesucristo está en su espíritu amados hermanos, amén.

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