Editorial 559 - ¿Todavía hay juicios de Dios hoy en día?

Que la gracia, paz y amor del Señor Jesucristo sea en todos ustedes, amados hermanos, en su espíritu, amén.

Agradecidos estamos con nuestro Padre Celestial en el nombre del Señor Jesucristo y dejamos testimonio escrito de Su misericordia y amor en el seno de nuestra familia y hermandad del cuerpo editorial. Estuvimos siendo probados pues la enfermedad posó sobre algunos miembros de la manada pequeña; sin embargo, este flageló ya terminó y agradecemos públicamente a nuestro Hacedor por el bien que nos procuró.

Al mismo tiempo, amados hermanos señalar que, en efecto, los juicios de Dios permanecen constantes y aunque el mundo trate de desviar la atención y manipule intentando de explicar todo en términos que a ellos satisfagan, la verdad es manifiesta y sólo quienes están despiertos y espiritualmente vivos podrán saberlo.

En estos días donde la maldad es necesario que se multiplique para que la justicia de Dios dentro de cada vez menos tiempo sea manifiesta, no implica que en algunos casos y con algunas personas el juicio de Dios ocurra para dar testimonio que contra Él nadie se burla.

Dios es misericordioso, sí; es amor, ¡claro!; es sanación, ¡por supuesto!; es perdón ¡sin duda alguna!; es la salvación de la Humanidad; ¡definitivo! Pero también es celoso, fuerte, valiente, formal, justo y poderoso para no dejar que Su Santo nombre sea mancillado y el nombre de su Santo Hijo vituperado.

No importan el territorio, contexto, lengua, situación y personaje: toda aquella persona o sociedad que sobrepasen la frontera de la misericordia tras transgredir y pretender burlar o humillar al Señor y Dios Todopoderoso, el Creador de los cielos y la Tierra llevan juicio y castigo. No puede quedar tal pecado impune, porque una cosa es que el hombre gradualmente deje el amor natural de Dios porque ya está escrito y otra muy distinta que el diablo o la maldad misma de uno o varios corazones declaren blasfemias directamente a nuestro Dios.

Es decir ¿qué necesidad hay de querer humillar al Soberano de todos? ¿por qué levantar bandera de guerra contra Quien da y quita la vida? ¿Insultar al Dios vivo Quien hace llover sobre justos e injustos sin motivo fundamentado llevará a algo bueno? Meditemos en esto, amados.

Que el amor, la gracia y paz del Señor Jesucristo sea en su espíritu, queridos lectores, amén.