Que la gracia, paz y amor del Señor Jesucristo sea en todos ustedes, amados hermanos, en su espíritu, amén.
Queremos saludarles amados creyentes y estimados lectores porque el Señor Jesús vive en nosotros y estamos muy ciertos que en ustedes también lo hace. En estos días hemos estado pasando pruebas por cuestiones de enfermedad y rogamos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que oren por nosotros para que estos episodios se aparten y podamos seguir adelante en nuestra tarea de servicio y vocación al Dios Todopoderoso, Padre nuestro por gracia concedida desde antes de la fundación del mundo, amén.
Bien, dentro de la vida misma el Señor nos da lecciones de vocación y servicio. Cada átomo y cada célula están por una razón. Cada tejido y cada órgano crean sistemas y de este modo se genera un organismo. Cada tipo de organismo tiene una razón y propósito de ser y en consecuencia el ciclo de la vida natural persiste hasta nuestros días.
También en el ámbito social observamos este fenómeno. Cada partícula del alma, conciencia y voluntad de todo ser pensante tiene una inspiración y función en el mundo que llamamos sociedad. Unos para ser grandes próceres y referentes de actos portentosos, otros se esconden en la medianía y algunos más están vertidos en la apatía o nulidad. Agreguemos también a quienes se esfuerzan por ser buenos siendo malos y otros que eliminan todo lo bueno para ser expertos en lo malo.
Y la iglesia no está exenta de esta propiedad de la Creación. El Señor Jesús proporciona las diversas funciones dentro del cuerpo de la iglesia y cada quien responde o no a este llamado. El Espíritu siempre está dispuesto, más la carne es débil. De manera que, es irrenunciable e innegable que ustedes amados lectores y nosotros tengamos algo qué hacer en los asuntos del reino.
Pongamos en perspectiva que la masa, materia y energía que nos compone son necesarias para que las obras del Espíritu para esta época sean hechas por quienes creemos y vivimos. La vocación es el deseo, la inspiración innata de querer hacer. Debemos meditar en el Espíritu Santo sobre qué debemos hacer para agradar al Señor, además de observar los mandamientos de Cristo, eso que solo nosotros por su investidura espiritual y el uso de la mente de Cristo en nosotros podemos hacer.
Servicio es la técnica, la cuantía, la calidad de la vocación hecha obra. La utilidad y la inversión en términos de amor, fe y esperanza puestos en acciones mecánicas, físicas y materiales cuyos recursos usados y valor es en dividendos espirituales. Es decir, que a final de cuentas para Dios tenga un grato olor este tributo ofrendado.
Amados, no vayamos en contra de la naturaleza y mucho menos en contra de la naturaleza espiritual de ser hechos hijos de Dios; puesto que, si en el mundo sin nada más que la fuerza de la voluntad personas hacen “cosas buenas” que sirven a generaciones posteriores, ¿por qué al interior de la fe muchos niegan o desconocen su potencial de servir y brindarse a las generaciones posteriores con un buen testimonio de nuestro Señor, Salvador y Maestro en su actualidad?
¿No merece nuestro Señor votos de sacrificio en renunciación, votos de pureza en obediencia y frutos espirituales con el amor? Consideramos que sí.
Y es por eso que pedimos nos ayuden, desempolven esa habilidad poderosa de invocar el santo nombre del Señor por nuestras necesidades diversas, no solamente en salud, generen la luz de la vocación brillando y realicen el movimiento del engranaje espiritual al orar para que nuestras desventuras sean convertidas en victoriosas experiencias.
Agradecemos de antemano a quienes se brinden por nosotros en este aspecto. Nuestro Padre en los cielos sabe quiénes lo harán y serán recompensados por este ejercicio de amor y misericordia de los unos por los otros. Amén.
Que el amor, la gracia y paz del Señor Jesucristo sea en su espíritu, queridos lectores, amén.
Un artículo profundamente inspirador que nos recuerda la importancia del servicio y la vocación en nuestras vidas. Para aquellos que buscan herramientas que les ayuden a reflexionar y conectar con su propósito espiritual, recomiendo explorar el Delphi Oracle Deck. Es una herramienta hermosa y significativa para la introspección y el crecimiento personal. ¡Gracias por compartir estas valiosas reflexiones!