Que la gracia, paz y amor del Señor Jesucristo sea en todos ustedes, amados hermanos, en su espíritu, amén.
Ciertamente este es un tema escabroso y hasta tabú en muchas congregaciones y creyentes. Recuerdo en mi época de niño que recién convertido nos pusieron a ver una película de un personaje llamado “Cristiano” que caminaba por la vida y el personaje del enemigo preguntó al espectador que si seguiría el camino de “Cristiano” o no. Causó mucho impacto negativo en mí y ahora como adulto en la fe no es la manera de enseñar a los niños, espirituales o físicos.
No es infundir miedo o terror psicológico, sino en amor explicar la verdad, en mansedumbre exponer los hechos y con fe convencer de que estar en Jesucristo nada hay que temer.
Pero no se hace en las iglesias. Pocos saben que hay siete espíritus de iglesia de los cuales hay al menos tres activos: Tiatira, Filadelfia y Laodicea. Puede ser que Sardis continúe un poco más. Recomiendo ampliamente se tomen el tiempo de leer estos mensajes a cada espíritu de iglesia, hallados de los blogs 381 a 389 y tomen el contexto adecuado.
El punto es que cuando venga el Señor Jesucristo no se llevará a todos y quienes se queden no estarán condenados, sino que por no haber sido fieles deberán purificarse con la persecución profetizada. Solo quienes estén en Filadelfia y los vencedores de los otros espíritus de iglesia gozarán de ser arrebatados, por cuanto prefirieron ser fieles al mensaje y mandamientos de Cristo y buscaron renunciar al mundo y sus placeres, no importando el vituperio, la paciencia y la fortaleza invertidos al haberlo hecho por amor a su nombre.
Así que, amados hermanos, a leer Apocalipsis en cada mensaje y cada quien debe someterse al equilibrio espiritual y sepa su real estatura espiritual, pues a cada día que pasa es un día menos para rectificar y ponerse a cuentas con el Señor en cuanto a buena obra, amor, santidad y renunciación se refieren. En el perfecto amor, no hay temor.
Nosotros estamos gozosos, tenemos paz y rogamos fervientemente por su venida porque estamos bajo el sello de Filadelfia. Esperamos en el Espíritu que compartan nuestro gozo.
Que el amor, la gracia y paz del Señor Jesucristo sea en su espíritu, queridos lectores, amén.
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