Que el amor, la gracia, la paz y la fortaleza en el Señor Jesucristo sea en ustedes, amados hermanos, para que su espíritu sea pleno de todas estas cosas y puedan dar feliz testimonio a todos, amén.
Hoy en día el mundo está convulsionado de muchas maneras. El diablo hace lo suyo en perseguir a los enviados de Dios para evitar que hablen de Cristo y la Humanidad perdida en crear tonterías para ponerse a sí misma en el cuello la ira de Dios. Nuestro amado Señor Jesús desde el trono de la gracia inspira y prepara hermanos en todo el orbe para llevar su palabra a todos los rincones del planeta.
Pero cada porción del globo terráqueo donde hay personas está siendo contaminada del pecado, maldad, ignorancia y rebeldía de oír el evangelio de paz y reconciliación de sus pobladores.
En el presente año, se tiene una involución de ideas, donde antes se achaca todo a la ignorancia y ahora en estos días de la sociedad del conocimiento se acusa de mayor maldad porque muchos conocimientos envanecen y pierden a sus posesionarios.
Todo lo bueno hecho por Dios lo pintan de malo o procuran buscar y encontrar algo malo: Dios, la reproducción, la familia, la paz, la humildad, la ayuda mutua, la fe, el respeto, la rectitud, la buena obra espiritual, el amor y la sabiduría, entre otros valores espirituales y físicos por mentiras, elucubraciones, pensamientos y acciones orientados a destruir toda buena conciencia de Dios en las mentes humanas hasta que, al desactivar todo ápice de esto en la Humanidad, vendrá el juicio certero y verdadero sin escapatoria. Unos ejemplos ilustrarán todo.
Dios. Negar la existencia del Único que existe en realidad (pues todo lo demás es material perecedero o esencia espiritual creada después de Él) exigiendo pruebas y creando teorías sacadas de la locura mental es la primera causa por la cual la especie humana será juzgada en cada vez menor tiempo. Inventar figuras para adorar es la renuencia a creer que Dios es espíritu.
La reproducción. Lo único (después de la misericordia) que mantiene al género humano es seguir gestando y criando hijos por la vía natural establecida por Dios. Ya sea por cuestiones de sobrepoblación, individualización egoísta del ser humano, el rompimiento de la unión formal entre hombre y mujer y aspectos económicos, cada vez más humanos se disuaden de no reproducirse, olvidando que hay un Padre que los puede ayudar y un Señor que los enseñará a vivir en quietud.
Familia. El principio de toda sociedad es la familia y Dios ha establecido este principio social desde el inicio de los tiempos. Que ahora se inventen perversas maneras de convivencia da cuenta de su torpeza de decir que lo que Dios creó es malo. Si fuese malo ¿por qué perdura hasta el día de hoy y por qué hasta ahora “se descubre lo bueno”?
La paz. Naciones malvadas maquinan y atentan contra sus pares débiles por avaricia, envidia y deseo de causarles el mal y la muerte. Al fin extensiones del hombre, tienen avidez por estar en guerra para aniquilar vidas y hacerse de recursos. La paz no es rentable, la guerra es un negocio redondo. Incluso si es contra Dios harán guerra, aunque la muerte les alcance.
La humildad. La vanidad ha crecido tanto de generación en generación que lo noble, lo discreto, lo sencillo y lo real es ahora miserable, pobre, simplón, indigno e indeseable. El ser humano no quiere ver su realidad y por tanto crea pensamientos extraños de crecer, superarse y “ser mejor” a través de sinsentidos y artificios como “belleza”, “actitud”, “imagen”, “presencia”, “estabilidad”, “rutinas” y estados de “felicidad” con decretos mentirosos incluidos.
La ayuda mutua. El egoísmo y la nulidad de apoyar al prójimo en desgracia es otro concepto de bueno llamado malo. Nadie vive por siempre en abundancia, en amor, en salud, en fe, en compañía o paz y es cuando se requiere la ayuda de otro en mejor situación que el necesitado. Pero se niega la ayuda argumentando razones estúpidas como: karma, pecado, mala suerte, “no es mi problema”, indolencia e hipocresía. Pero cuando la necesidad llega a sus puertas, entonces reclaman injusticia y maldad de parte de Dios contra esas almas impías.
La fe. Cuando se tiene que creer para conseguir algo, se crean las falsas visiones de poder propio, los decretos huecos se super poderes innatos, fuerzas cósmicas concurrentes en quienes dicen o dar valor a artilugios o charlatanes, pero la fe en Dios es mala porque “esclaviza”. Es decir, sus reglas humanas no esclavizan, pero la libertad de creer, esperar y confiar en el Padre a través de Cristo es “religión y esclavitud”.
Así tenemos muchas más maneras en cómo la Humanidad llama a lo malo bueno que intentan con calzador meterlo en la conciencia social, en las leyes y reglamentos y en “luchas sociales” para incluir su pecaminosa y torcida manera de pensar.
Cimentados en el poder de nuestro Señor Jesucristo, asidos y sostenidos por él -la vid que da savia viviente- saldremos adelante hasta que (por fin) lo bueno derrote de una vez por todas a lo malo.
Que el amor, la gracia y la esperanza de nuestro Señor Jesucristo esté en ustedes, en su espíritu, amén.
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