top of page
  • Foto del escritorCuerpo Editorial

Editorial 426 - Quiero: sé limpio

Que el amor, la gracia y la paz del Señor Jesucristo sobreabunde en nuestros amados lectores y hermanos en la fe que nos leen desde cualquier parte del mundo, en su corazón, amén.

Muchas veces nosotros (lo digo como seres humanos carnales) tenemos en cuenta que Dios tarda, el Señor Jesús no es rápido y el Espíritu no actúa ipso facto en algunas situaciones. Se acusa entonces una actitud de crítica hacia la Deidad; no obstante, olvidamos ser autocríticos y juiciosos al respecto.

¿Pedimos? ¿Pedimos bien? ¿Pedimos lo que conviene o lo que queremos? ¿Pedimos una sola vez o demasiadas veces?, sobre todo: ¿pedimos con fe, creyendo que recibiremos lo que solicitamos o solamente pedimos por pedir, es decir, saciar la conciencia de que “ya pedí, Dios tiene que cumplir”?

Leemos en Lucas 5:12-16 el pasaje donde se basa el título de esta exhortación. El leproso en cuestión era alguien común y corriente, como tú y yo, uno más del pueblo con una enfermedad incurable en aquellos días. Lo importante es que él oyó la fama sanadora de Jesús y con el solo hecho de ir a buscarle demostró su fe. La fe, como la define Hebreos, es la confianza de lograr lo que se busca de parte de Dios. En este caso, el hombre buscó a Jesús, su obra de justicia y fe fue caminar hacia donde estaba él. Luego, al verle creyó en él (es decir, cimentó la fe que ya tenía en Jesucristo) y acto seguido se postró. Menciona el Espíritu con el rostro a tierra, queriendo decir con esto que no había vanidad alguna, la duda no tuvo lugar y confió tanto que su ser lo dejó en manos del Hijo de Dios.

Luego, sabiendo su único propósito (ser sanado por él) no se atrevió siquiera a pedírselo para sí mismo, sino que con humildad le rogó que Jesucristo hiciera su voluntad en él en si él debía ser sanado o no. Y como nuestro Señor, Salvador y Maestro vino a buscar lo que se había perdido, dijo con misericordia y tocándole (en demostración que lo físico está por debajo de lo espiritual) expresó: QUIERO, SÉ LIMPIO. Luego, el Señor lo instruyó a que fuera a cumplir el rito mosaico, no porque es obligación actual, sino por dos razones importantes -para cerrar el paso a los judaizantes-:

A) Estaba en proceso de cumplir la ley, pues todavía no era crucificado y muerto

B) Para testimonio a ellos, es decir, el clero judío sabía de ese hombre impuro, apartado, desvalido y la misericordia de Dios por medio del Mesías es más que su religión y fraude

Entonces hermanos, pregunto en general, cuando oramos y rogamos: ¿queremos una necesidad suplida o queremos nuestra voluntad hecha? ¿Rogamos por algo con propósito espiritual o solamente de efecto material? ¿Pedimos porque la voluntad de Dios en suplirnos sea hecha o pedimos para que nuestra voluntad se cumpla sin tomar en cuenta el plan de Dios para nosotros? ¿Existen la fe, la humildad, la paciencia, la esperanza y la confianza en que Dios atenderá según SU VOLUNTAD lo que Le solicitemos?

Amados, escrito está que el Señor ya sabe nuestras necesidades; también que Él por gracia y misericordia ya suple muchas cosas aun sin que tengamos conciencia o memoria de estas. La oración debe ser con el propósito de aprender a tener confianza en Él, pues el Padre nos ama y desea que Lo contactemos, aunque sea solo para pedir y no para adorarle con acciones de gracias u oraciones de amor. Entonces, Dios quiere hacer el bien en el hombre, pero el hombre se resiste a creer. Todos los incrédulos claman, pero sin la fe puesta en Jesucristo no hay contestación.

La exhortación es sencilla: vivamos en el Espíritu, trabajemos en ser obedientes a los mandamientos de Cristo, practiquemos el amor fraternal y también crezcamos en el ejercicio de la fe para que en todo asunto que invoquemos el Señor Jesucristo nos diga: QUIERO. No exijamos, no seamos soberbios ni dejemos que la hipocresía tenga lugar, la palabrería es desechada de inmediato. Todo debe pedirse en el nombre del Señor Jesucristo, así como ese hombre, con humildad y confianza.

La paz, amor, gracia y sabiduría del Señor Jesucristo sea en todos ustedes amados lectores, amén.


Commentaires


bottom of page