La paz del Señor Jesucristo, su amor, gracia y gozo sea con ustedes, en su espíritu, amados hermanos, amén.
Por diversas situaciones no hemos visto que han pasado ya ocho años en los cuales el Señor ha concedido tengamos a bien continuar con nuestro ministerio, donde un colaborador nuestro ya partió con nuestro Señor y está gozándose con él recibiendo consuelo y disfrutando ya los primeros tiempos de su eternidad.
Los que quedamos, seguimos en la fe, esperando ser trabajadores dignos de un consuelo igual o mayor a nuestro hermano, porque trabajamos sirviendo a quien no podemos ver como si le viéramos. Escribimos, meditamos, oramos y publicamos como si nuestro Señor Jesucristo fuese nuestro editor en jefe y espera nuestro trabajo para darle el visto bueno antes de publicarse.
En esta fe andamos, viendo las cosas de arriba y no más las de abajo.
Así debemos ser en todos los aspectos que definen nuestra existencia aquí: trabajo, escuela, casa, actividades de esparcimiento, nuestra intimidad, cualquier tipo de relación humana y nuestro ser y estar compenetrándose más en Jesucristo.
En el marco de inicio del octavo periodo concedido por nuestro Padre, autorizado por nuestro Salvador, nuestro Señor Jesucristo y validado con la unción del Espíritu Santo es que seguimos digitando contenidos aprovechando las facilidades que este marco de espacio-tiempo dimensional que vivimos y que nuestra inteligencia espiritual nos permite utilizar para honrar el santo nombre del Señor.
Mientras tengamos la autoridad del Señor que nos respalde, lo seguiremos haciendo, hasta que el bendito telegrama de ser tenidos como graduados llegue. ¡GRACIAS PADRE por este honor de servirte un año más! ¡GRACIAS CRISTO AMADO por tu confianza y ánimo hacia nosotros, tus siervos! ¡Gracias a los lectores por compartir con nosotros este gozo! Que el amor, la paz y gracia del Señor Jesucristo los acompañe en este nuevo periodo y permanezca creciendo en su espíritu, amén.
PD. Oren por nosotros, para que sigamos fieles en esta tarea de dispersión y promulgación de la sana palabra de Cristo.
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