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Editorial 388 Carta a los hermanos en las Repúblicas de Guatemala, El Salvador y Honduras.

Hermanos en Cristo, que la paz, el amor y sobre todo, la fidelidad hacia nuestro Señor Jesucristo, sea en ustedes en su espíritu, amén.

Hermanos, el hermano en Cristo que escribe para honra y gloria del Señor Jesucristo, ha visto con mucha pena y vergüenza el desempeño espiritual de las iglesias congregadas en estas naciones. No que el hermano quien escribe sea alguien superior que ustedes, sino que, de acuerdo con lo escrito al nuevo pacto, el testimonio que demasiadas congregaciones dan ante los ojos de Dios es tibieza o frialdad en la sana doctrina del Señor Jesús.

Hacen recordar a los gálatas, hermanos que iniciaron poderosos en testimonio, poder y fe y que al final tuvieron que ser reprendidos muy duramente por el Espíritu Santo vía la carta escrita por nuestro amado hermano Pablo. Los hermanos en estas naciones, por desgracia están en esta misma condición espiritual que requiere una amonestación en amor, pero fuerte acicate porque Dios a quien ama azota y el Señor Jesús, a sus ovejas golpea precisamente en las patas de estas para que no se descarrilen y se pierdan saliéndose del Camino.

¿Por qué la reprensión? Porque son leales consumadores de lo escrito en Hebreos 10:26-31:

26 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,

27 sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.

28 El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.

29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?

30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.

31 ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!

¡Pero se refiere a los judíos transgresores de la fe! ¿Y cuántos entre las muchas congregaciones de estas tres naciones particularmente pisotean el nombre de nuestro Salvador para aceptar de todo corazón volverse al judaísmo y tener como Baal a Israel y todo lo que representa? ¿No mucho aman a Israel, al Antiguo Testamento más que a Jesucristo? ¿No existen lugares santísimos, banderas de esa nación pecadora como cualquier otra y costumbres que Jesucristo nunca mandó hacer?

¿No es el nombre de Jesucristo cada vez menos mencionado entre muchos de ellos? ¿No invocan o adoran a Jehová en lugar de invocar al Padre celestial? ¿No adoran a un dios de la guerra como si fuera Marte o Ares y no al Príncipe de Paz, el Hijo de Dios?

¿Con qué autoridad te levantas tú, hermano en Cristo que escribe, para decir estas cosas?

Con la autoridad que me da el Espíritu Santo, la revelación y celo por lo santo, lo puro y lo sagrado ante los ojos del Padre, quien nos eligió desde antes de la fundación del mundo. Por el amor y fidelidad hacia nuestro Señor Jesús que ya es necesario poner un “basta ya” de transgredir el santo evangelio por haberlo mezclarlo abominablemente con el antiguo pacto. Con la carga espiritual que no puedo soportar más y no puedo caer en pecado por omisión, callando y sabiendo hacer el bien no lo hiciere sino escribo para amonestarlos con palabras fuertes, sí, pero con amor, pues sus almas hermanos, deben ser purificadas regresando a la senda que lleva a la Vida y el Camino que conduce a la Verdad. Finalmente, porque hiere ver que muchos viendo no ven y oyendo no oyen. Si en lo terrenal son ciegos que guían ciegos ¿Qué esperar de lo espiritual en lo cual, no lo digo yo, lo dice el Señor Jesucristo en Apocalipsis 3:1-3:

1 Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto:

Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.

2 Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.

3 Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.

Y por si fuera poco, el mismo Señor Jesucristo está muy molesto contra quienes mancillan su sacrificio, su derramamiento de sangre y soberbiamente le echan fuera de su propia iglesia como lo dice Apocalipsis 3:9: He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. Y es aquí donde entran muchos duros de mente, huecos de corazón y faltos de fe, amor y conocimiento en lo que era necesario hacer: cumplir los mandamientos de Jesucristo y no adulterar la promesa regresando a lo que Dios aborreció y dejó tendido sobre la faz de la Tierra: el antiguo pacto.

Para completar el terrible escenario en que se encuentran por ignorancia unos, por soberbia otros y por maldad expresa algunos más se encuentra lo expresado en Apocalipsis 3:14-19:

14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:

15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!

16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.

19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.

Entre ustedes amados hermanos deben abrir los ojos, adquirir el colirio que gratuitamente ofrece el Señor Jesucristo y regresen a la senda del evangelio puro, inspirado en la sana doctrina hallada solamente en el Nuevo Testamento.

Vuelvo a repetir: NO ESTOY CANCELANDO O INVALIDANDO EL ANTIGUO TESTAMENTO, sino que estoy advirtiendo que el camino que han elegido (regresar al pasado, a Egipto, al mundo, a lo terrenal) es el opuesto al que deberían haber elegido (hacia el futuro, hacia lo espiritual, hacia lo de arriba, hacia Cristo). Lo escrito en lo antiguo ya pasó, ya se cumplió en la figura espiritual del Hijo de Dios nuestro Señor, Salvador y Maestro. Lo que está por cumplirse se encuentra de Mateo hasta Apocalipsis. ¿Quieren seguir una ley? La de Cristo, sus mandamientos ¿Quieren fascinarse de oír y esperar que se cumplan profecías? Las de Apocalipsis, instrúyanse fielmente. ¿Desean tener ritos? Celebren la Cena del Señor Jesús conforme a lo escrito en el nuevo pacto.

¿Por qué lo digo? ¿No han visto lo que les ha acontecido dentro de sus fronteras? ¿Las calamidades en sus territorios son tan poca cosa que no atinan a ver? ¿Extrema pobreza, corrupción inaudita, violencia y otras cosas son privilegios? ¿En qué invierten su tiempo si no se ve que velen los unos por los otros, orar por sus autoridades, confiar y testimoniar a Jesucristo? ¿La disciplina de Dios sobre esas naciones no les preocupa? ¿Qué amor fraternal hay, qué fe en Jesucristo hay, qué esperanza les tiene estar así? ¿Orar por Israel viendo que su propia tierra se consume en desventuras? ¿Qué bien les ha procurado esa nación belicosa y esa religión que mató a nuestro Señor hace casi dos mil años?

Hay pocos hermanos fuertes en estas naciones, tan pocos que esto acontece para que despierten los que están dormidos, se concentren los distraídos y se arrepientan los que se han desviado a blasfemar el nombre del Señor. ¡Benditos y bienaventurados estos hermanos fuertes, los fieles al Señor Jesús, porque por su misericordia el castigo y disciplina no son más fuertes! Sigan así hermanos, pero oren por sus congéneres que están velados yendo al camino que los lleva a ser sinagogas de Satanás. Ya lo dice Hebreos, ¡terrible cosa es caer en manos del Dios Vivo! Sean celosos y no pierdan lo que han tenido, nunca nieguen el nombre del Señor Jesucristo y guarden su palabra con decoro, temor y temblor, en amor.

Porque quienes leyendo esto se aferran a ofenderse y no auto examinarse, el mismo Espíritu Santo dice en Gálatas 3:1-5:

1 ¡Oh, gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado?

2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?

3 ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?

4 ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano.

5 Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?

Entonces necedad manifiesta es el pretender justificarse por la ley, por adorar lo que no es mandato y obedecer a quien no se debe.

Y en cuanto a mí, quien escribe, no me queda más que, después de haber escrito lo que he escrito, orar por ustedes, porque esto es el amor: soportar, creer, esperar y sufrir, sin embargo, apelo y parafraseo lo que el mismo Pablo dijo a los mismos infieles gálatas en Gálatas 4:8-19:

8 Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses;

9 mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?

10 Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años.

11 Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.

12 Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, porque yo también me hice como vosotros. Ningún agravio me habéis hecho.

13 Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio;

14 y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.

15 ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos.

16 ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?

17 Tienen celo por vosotros, pero no para bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis celo por ellos.

18 Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente con vosotros.

19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,

Porque mi alma y la de los hermanos donde nos congregamos se angustian que no se den cuenta en el error en que están y glorifico al Señor Jesucristo para que pueda escribirlo y advertirles con tiempo juegan con fuego, hermanos. Pues cierro con esta otra escritura en el mismo Gálatas que dice en Gálatas 6:7-8:

7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

Amados: no se resistan a ser las ovejas del Señor Jesucristo, Limpien sus oídos y escuchen su voz y siganle. Es todo lo que hay que hacer, dejen toda parafernalia, falsedad, vanidad, soberbia e hipocresía y compren oro refinado de Cristo Jesús mediante una fe en él sincera y total, eso es todo lo que tienen que hacer.

¿Qué la palabra es dura? Sí, y mucho, pero es necesario, porque deben estar notificados y conscientes de cuál es su verdadera condición espiritual. Y más dura es la condición espiritual de algunos que teniendo 35, 40 o hasta 50 años en el evangelio sigan siendo bebés espirituales, ovejas de no sabemos quién, pero no de Jesucristo. Algunos pocos, acólitos de falsos maestros.

Lo escrito está escrito y ruego al Señor que puedan leer este mensaje para su propia perfección en la salvación y aspiren a la vida eterna con victoria. No desechen al Señor y él no los desechará. Hagan partícipes a todos los hermanos que esta carta de advertencia, exhortación y amonestación sea leída y todos volteen al Señor Jesús, los que anden en otras sendas y quienes están firmes, sigan todavía más firmes aún.

Que la paz, el amor, la inteligencia y sobre todo, que el fervor hacia el Señor Jesucristo sea lleno en su espíritu, amén.

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