Amados hermanos, el día de hoy queremos comunicar un testimonio escrito por unos de nuestros colaboradores al que amamos entrañablemente, y él medita como sigue:
Al preguntarme ¿a qué iglesia vas? Y responderles: “a ninguna; me congrego en la libertad en CRISTO”, se ve que les incomoda tanto, que de forma automática inician las reprensiones, exhortaciones y hasta condenaciones.
Desde mi juventud inicié esta búsqueda de Dios y el Padre Eterno en su infinita misericordia me salvó y desde hace un poco más de 35 años con altibajos persisto en la fe de Jesucristo. Debo de aceptar que cuando llegó este conocimiento nuevo, de igual modo reaccioné de forma renuente ya que es contraria a TODO lo que había aprendido y había sido instruido y tuve que mantenerme receptivo y haciendo un esfuerzo al “pensar fuera de la caja” (De mi pensamiento religioso y ortodoxo).
Centré mi mirada y pensamiento en Cristo y de esa forma, así como Saulo, que persiguió y tuvo parte con la muerte de algunos cristianos, ahora me convertí en el perseguido, señalado y repudiado. Cegado por el “cristianismo religioso” luchaba en mi mente por estar recibiendo esa nueva luz que me hacía ver el engaño y error de las instituciones.
En repetidas ocasiones mi ruego y súplica ante el Padre era que me ayudara y que por medio de las palabras de su Hijo me hiciera saber la verdad a través de su Espíritu Santo.
Juan 8:31-38 (siendo clave fundamental el versículo 36) Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Fue mi ruego por muchos días. El ser esclavo de mí mismo y de los hombres, en automático me convertía en un hombre no libre.
Luego llega a mí el texto: Juan 14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos. Yo que me decía seguirlo, me encontré extraviado y decía amarlo y desconocía sus mandamientos.
En su infinita bondad, El Padre de Bondad me iluminó al revelarme su último mandamiento dado por Él.
Mateo 17:5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. La instrucción era clara tenía que escuchar a su amado Hijo, Mi Salvador.
Encontré así mismo: Colosenses 3:11 “Ya no importa el ser griego o judío, estar circuncidado o no estarlo, ser extranjero o inculto, siervo o libre, sino que CRISTO ES TODO, y está en todos.”
Al poner los ojos en el Pastor de pastores, ya no era oveja de hombres si no de JESUCRISTO. El despojarme de todo peso y cargas impuestas por hombres, glorifiqué al Padre, escuchando la Voz de su amado Hijo a través de su palabra y siendo guiado por su Espíritu Santo sin hacerme mayor o superior a nadie y colocando él en mi corazón la doctrina, enseñanza e instrucciones de su palabra.
Sació mi sed, dándome agua viva y vino nuevo, calmó mi hambre compartiendo pan de su palabra. Por tal razón, valoro más la obediencia que la tradición.
Mateo 18:20 "Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos." Prefiriendo la reunión en la intimidad del hogar al invitar, ya sea a padres, hermanos, primos, familiares, vecinos, etc. a la congregación tradicional donde imperan muchas otras cosas (las cuales prefiero no mencionar) siendo contraria a lo enseñado por nuestro Señor Jesucristo.
Ejemplo claro de esta afirmación es la cena del Señor Jesucristo, los hombres anteponen la comodidad y dar gusto a las personas congregadas que la instrucción del Maestro. (Mt. 26.26-29; Mr. 14.22-25; Lc. 22.14-20)
1 Corintios 11:23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Así mismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga, cambiando las instituciones religiosas humanas por galletas y jugo. Violando y desobedeciendo tan importante acto instituido por el MAESTRO y SUMO SACERDOTE.
Como cosa graciosa recuerdo que me abstenía de esa práctica tratando de no ser partícipe de desobediencia, pero para ellos era Yo el indigno y pecador.
Igual al escribir estas líneas, podrán pensar; por eso “ataca y critica”. Pero por favor el señalar este tipo de errores es para que se expongan a la luz de CRISTO y Tú mismo peses y juzgues. 1 Juan 4:1-3 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo.…
Bueno es recordar que el cristiano no es sólo un pecador restablecido de la enfermedad mortal del pecado. Efesios 2: 1 al 9 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Amados hermanos creamos en los principios de un evangelio puro y sano Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén
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