Apreciables hermanos en Cristo Jesús, Señor nuestro: la paz, gracia y sabiduría de lo Alto sea en ustedes, para aspirar a ser perfectos no solo en el conocimiento sino en fe, amor y esperanza como verdaderos hijos espirituales de Dios peregrinos en esta Tierra. Saludos.
El título de este editorial corresponde a la cita completa en Juan 5:39 que dice: Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; tras lo cual, así textual, es maravillosa, preciosa, digna de causar gozo… Mas al leer todo el contexto del cómo fue que Jesús la enunció se dará uno cuenta que no es un mensaje de alegría, sino una dura reprimenda a los fariseos, escribas y representantes del clero judío presentes y mudos escuchas de tal mensaje acusatorio.
Verán amados hermanos: existen muchos mesiánicos, hermanos que exaltan en demasía al Israel físico y religioso por encima incluso del mismísimo Señor Jesucristo y no se dan cuenta caen en idolatría asesina. El Señor Jesús les invito a leer la Escritura a esos seres de maldad (no porque fuesen ignorantes, sino porque él supo que ellos la leían y comprendían, más se negaron a creerla) para que ella fungiera como la parte acusadora no ante él, sino ante el mismo Jehová Dios que ellos decían profesar.
Y para muchos engañados en la actualidad dentro del propio entorno israelí sigue aplicando este texto. Podremos ver todo el entramado religioso que existe en esa nación, con la cual ninguna se acerca al evangelio del Señor Jesucristo. Recapitulemos: ir allá es encontrarse con gente practicante del judaísmo tradicional, islamismo, catolicismo y los practicantes de la kabalah perversa. ¿Dónde está Cristo ahí?
De modo que, a dos mil años de esta disertación el mismo Señor Jesucristo redarguye de pecado (ahora sí, sentado a la diestra de Dios Padre a ese pueblo rebelde, más a sus acólitos) y de ignorancia a quienes lo siguen denostando y cuestionando.
El Antiguo Pacto existe para dar testimonio que el que había de venir ya vino y cumplió en tiempo, forma, calidad y cantidad todas las profecías sobre él dichas. El Mesías, el Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo ya hizo su parte y ascendió a los cielos, por esto que ese pacto ya quedó sin efecto espiritual, tan solo como historia y sabiduría antigua en los asuntos de la Tierra.
Pero lo nuevo, lo vigente, lo vivo y lo actual está a partir de los cuatro evangelios hasta nuestro libro profético, ya en cumplimiento, al Apocalipsis. Toda la palabra dicha por Jesucristo sigue viva, es eficaz y no es letra antigua, como lo que ya se cumplió.
Por tanto, el versículo recitado en este tema aplica solamente al judío que busca convencerse de la verdad, pues ellos viven bajo el cruel engaño que el Mesías todavía no viene; acordado así por las élites rabínicas que no les conviene (como en aquellos tiempos) que la Verdad sea predicada.
No hay nada nuevo debajo del sol. La paz, gracia y sabiduría del Señor Jesucristo rebose en su espíritu, amén.
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