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Editorial 366 - De estadística y medidas de tendencia central Parte 4

Bendiciones espirituales sean a todos ustedes amados lectores. La paz, gracia, amor y fortaleza del Señor Jesucristo es con todos ustedes, amén.

Continuamos con la reflexión y meditación sobre cómo podemos aplicar ciertos principios de la estadística planteados desde el editorial 363 para así practicar la prudencia y sabiduría de ejercer con propiedad nuestra salvación. Gestionarla aquí en la Tierra en el modo en que el Señor quiere lo hagamos a través de sus mandamientos y obtener buenos réditos en el futuro eterno.

Iniciamos este mensaje, oh benditos del Señor Jesús, señalando que es turno de hablar de la moda estadística. Es un parámetro que permite analizar la cantidad de ocasiones en las que un evento o fenómeno ocurre y por las características del mismo no pueda “dividirse” para obtener decimales como, por ejemplo, al calcular ciertas variables para evaluar personas, colores, piezas, ropa, etcétera. Así que, a partir del tratamiento de datos que usa la mediana -toma de datos y acomodarlos en orden ascendente o descendente- para el concepto de la moda no es otra cosa más que contar la frecuencia de repetición de los datos y definir cuál(es) es(son) el(los) que se repite(n) más.

Ponemos a su disposición un ejemplo secular para otorgarle una perspectiva más amplia. Si se tienen diez suéteres para caballero y queremos inventariarlos por talla, debemos contarlos y apilarlos según esta variable:

Sean los símbolos: S para talla chica, M para talla mediana, G para talla grande y EX para talla extra grande.

Tallas de los suéteres (10): M, S, EX, G, S, M, EX, EX, M, EX.

Acomodo de los datos (menor a mayor): S, S, M, M, M, G, EX, EX, EX, EX.

Y contando las frecuencias de repetición encontramos que la moda estadística de nuestro inventario de suéteres es el tamaño extra grande con cuatro piezas, lo cual nos permite ahora tomar decisiones sobre cómo podremos luego vender esta talla y así renovar el inventario, etcétera.

En el marco del evangelio de nuestro Señor Jesucristo, es nuestro deber observar nuestro andar de continuo, analizarlo con la luz de la revelación en el evangelio y la sana doctrina y no con moralismos o religiosidades si estamos bien conforme a lo que Cristo mandó hagamos (Juan 7:24: no juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio), (Hechos 4:19: Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad entre vosotros si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios).

Como seres espirituales debemos tener la sabiduría de no ver y criticar a la ligera la paja del ojo del hermano, sino la autocrítica en detectar la viga nuestra, que en este caso es la moda estadística ¿qué acciones realizo que constituyen un mal testimonio y que debo renunciar a tal o cual obra o dicho? ¿Qué actividades realizo con más frecuencia y no agradan a Dios y a Cristo o que resulten ser piedra de tropiezo a otros hermanos y debo, por tanto, cuidarme de no hacerlo? Pues si trabajamos en eso ocurre que podremos estar ciertos que nos cimentamos más en estar en el centro (Jesucristo) (1ª Corintios 11:32: Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;) sin desviarnos (1ª Corintios 2:15: En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie).

Así, la moda espiritual es el conocimiento expreso de qué hacemos y cómo obramos ya sea con nosotros mismos, con nuestros familiares nucleares, con nuestros hermanos en Jesucristo y con el mundo. Muchas vigas que encontrar amados, pero en Jesucristo y guiados por el Espíritu Santo podremos hacer leña estas vigas estorbosas y tener nuestro hogar (corazón, mente y alma) un fuego acogedor y cada vez dar más espacio para meter nuestros tesoros espirituales que están afuera de nuestra casa, amén.

La paz, el entendimiento, amor y sabiduría del Señor Jesús es con ustedes amados hermanos, amén.



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