top of page

Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, hab

  • Foto del escritor: Cuerpo Editorial
    Cuerpo Editorial
  • 3 may 2020
  • 5 Min. de lectura

La paz, gracia, esperanza y misericordia del Señor Jesucristo esté en todos ustedes, amados lectores y congéneres de doctrina en CRISTO JESÚS, Señor nuestro, amén.


Culminamos con este número un mes más (abril) y un libro más del nuevo pacto, la primera carta escrita a Timoteo, agradeciendo a nuestro Padre que habita en los cielos y su amado Hijo nuestro Salvador el Señor Jesucristo por tal bendición.


En este número en particular, el apóstol Pablo en el versículo 11 del sexto capítulo exhorta a Timoteo mediante siete pasos dados por el Espíritu como guía espiritual de conducta a observar en Cristo:

Además de modo figurado, pero a la vez literal, menciona esto al evangelista:


Pelear la buena batalla, con el objeto de echar mano de la vida eterna, es decir, el botín a buscar tras lo primero. Luego el versículo 12 termina diciendo que esta acción implica tener muchos testigos -quienes son el Padre, el Señor Jesús y el mundo- presentes en esos momentos de testimonio fiel. Destaca que el Profesional mayor, el Vitalicio, es el SEÑOR JESÚS, el primer gran Doctor Honoris Causa. Su sinodal fue Poncio Pilatos, instrumento usado para probar al Señor Jesús en lo que ahora sus colaboradores tendrán sus propios sinodales cuando sea su tiempo.


En general sus auténticos evangelistas, deberán por amor al Padre (no por obligación o imposición) guardarse sin mancha -es decir, malos récord de conducta, fechorías, palabras ociosas- ni reprensión -argumentos en contra el evangelista o su doctrina debido a no ser prudente en lo que predica- hasta su aparición. No que ellos estarán con vida hasta ese momento, sino que saldrán evangelistas hasta que venga el Señor Jesucristo y cese este ministerio.


La segunda venida, mostrará la verdadera y auténtica forma de nuestro Seños Jesús, a saber:

  1. Bienaventurado (Bendito el que vino y vendrá en el nombre del Señor)

  2. Solo soberano (¿hay alguien más que ose disputar el reinado y poder de Jesucristo?)

  3. Rey de reyes (Ningún ente de gobierno podrá jamás compararse con este Rey todopoderoso)

  4. Señor de Señores (Todo lo somete y está dado a él, ¿quién tendrá más poder que él?)

  5. El único que tiene inmortalidad (porque a diferencia del Padre, quien creó la ausencia de vida haciéndola muerte, el Señor Jesús la derrotó y la venció, siendo inmune a ella)

  6. Habita en luz inaccesible (es decir, en un tiempo, espacio, materia y dimensión a los cuales no tenemos conocimiento ni forma de llegar en nuestra humana realidad)

  7. A quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, refiriéndose a la humanidad en general, pues no olvidemos que promesa hay que los de limpio corazón verán a Dios. Ahora bien, nadie le ha conocido porque la forma humana que tomó no es la verdadera.

  8. Al cual sean la honra y el imperio sempiterno. Amén -somos uno con el apóstol, amén-

Finalmente, el apóstol por medio del Espíritu Santo manda a los ricos quienes son creyentes (y esto aplica al día de hoy, que las riquezas dadas no son suyas, sino que en el Señor Jesús mandó decir esto: son administradores de las riquezas físicas de Cristo para manutención de sus ovejas, no para abuso y desperdicio personal) que no sean altivos, ni pongan esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da la cosas en abundancia para que las disfrutemos.

En todo caso, la riqueza que ellos como tales deben generar son:

  1. Hacer el bien (no usar la riqueza para hacer o provocar el mal a persona alguna)

  2. Ricos en buenas obras (donar, dar, regalar, construir, reparar, enseñar, alimentar, etc.)

  3. Dadivosos (no cegarse en decir “no”, condicionar la ayuda, esclavizar, posponer)

  4. Generosos (no ser tacaños, tendenciosos, intrigantes, dubitativos, altivos, prepotentes)

Tras la cual, haciendo estas cosas se esta manera se agencien la vida eterna.

Como mandamiento, porque este último versículo sí es por el Espíritu Santo un mandamiento, puesto que la vida eterna de Timoteo dependió y depende ahora todo evangelista de esto: evitar profanas pláticas sobre cosas vanas (por ejemplo, brujería, misticismo, religión, profundidad de misterios de la vida, la muerte, la naturaleza, etc.) dado que los evangelistas no están para contender ardientemente por la fe en espacios públicos con filósofos o necios, sino para llevar las buenas nuevas y dar testimonio de Jesucristo ante tribunales de gobierno.


Menciona evitar contraponer los argumentos de la falsamente llamada ciencia, es decir, hombres perversos quienes denuestan la existencia de Dios, de Cristo, su poder, influencia en la Creación a través conocimientos básicos (en los términos de Dios) en los campos filosóficos, místicos, astrofísicos, psicológicos, médicos, biológicos, etc., puesto que al perder valioso tiempo en refutar algunos se perdieron, puesto que el diablo logró su propósito: desviarlos del asunto prioritario.


Por tanto, hermano, tú que eres evangelista, nunca caigas en la sutil tentación de debatir en lugares públicos porque a eso no fuiste llamado. Es el enemigo de Dios quien te pone ese lazo de muerte, no te dejes comprar, nunca ceses de meditar en el Señor Jesucristo y, sobre todo, prepárate para tu examen final con tus sinodales espirituales y seas hallado aprobado por nuestro Señor.


Lee el blog de evangelistas que tenemos en este espacio virtual. Son dos temas fundamentados en el nuevo pacto para que tú, hermano que profesas lo mismo que el Señor Jesús hace casi dos mil años, tengas fuerte fundamento y llegues a buen puerto en esta noble profesión espiritual. El editorial 9 lo podrás encontrar haciendo click en esta liga: http://lasanadoctrina2014.wixsite.com/lsdsj/ndice que te llevará al índice de nuestro sitio. Dejamos a continuación el fundamento bíblico de este número en 1ª Timoteo 6, del 11 al 21.La paz y gracia del Señor Jesús es con todos ustedes amados lectores y hermanos, amén.


11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 13 Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, 14 que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, 15 la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, 16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén. 17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; 19 atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna. 20 Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, 21 la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén.


Si tiene alguna duda, sugerencia o comentario, no dude en ponerse en contacto con nosotros al siguiente correo: lasanadoctrina2014@gmail.com

 2024 Buenas Nuevas, Mty. Mx.

bottom of page