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Editorial 173


La paz del señor Jesucristo en vuestro espíritu


Los días finales de la iglesia de Filadelfia serán para los hijos de Dios un encuentro próximo a la venida del señor Jesucristo. El gozo de retener el testimonio de creer que Jesucristo es el Hijo de Dios llegará a su fin y la iglesia de Laodicea se volverá a olvidar dicho testimonio por el de vivir una gracia humana y una pobreza espiritual. Al término de la iglesia, los santos vivirán una guerra cruel contra el anticristo, la bestia, el falso profeta y todas las naciones del mundo.


Jamás habrá una persecución tan atroz, diabólica y maligna como la que realice el mundo contra los últimos seguidores de Jesucristo. Todo el mundo sin excepción les hará la guerra y los mantendrán en constante asedio ya que ellos serán perseguidos por no dejarse marcar con el sello de la bestia. Las religiones aun existentes estarán en favor de la bestia y estas también serán absorbidas por el anticristo.

Los santos que no serán marcados saben que si lo que hacen perderán su derecho a la eternidad y a la majestuosidad gloriosa de estar con el señor Jesús. Esos días serán de oscuridad y tinieblas nunca antes vista y experimentada por la humanidad. Todo conocimiento de la sociedad actual, ya no se podrá ver de nuevo, los tiempos del plan del maligno oscurecerán los sentidos de los que habiten ese mundo. La maldad estará desbordándose y la vida de los santos se convertirá en el trofeo de la humanidad: presa y diversión de todos esos seres humanos que no quieran nada con Dios y su hijo Jesucristo. Los juicios, ayes, las plagas y copas serán el juicio que ponga fin a todo el desorden espiritual desatado por satanás y sus ángeles.


En ese tiempo la humanidad será castigada por volverse de su Dios. Las religiones actuales, así como las denominaciones serán los ancestros de esa generación extraviada de la bondad del Señor Jesucristo. Ellas son los causantes de producir la separación con Dios. La tierra gemirá por el dolor que produce que sean pocos los que esperan la venida del Señor Jesús. La persecución que han hecho a los judíos en los tiempos anteriores, se verá como algo débil y sin fuerza. Los santos, los hermanos en el futuro de esos tiempos serán casi arrasados con toda la fuerza maligna para hacerlos desistir. Pero saldrán vencedores y se gozarán con la venida del Señor Jesús.


  • Ya estamos cerca del final de Filadelfia. Los parámetros son fáciles de enumerar:

  • La lejanía del mundo religioso y denominacional con la palabra de Jesucristo

  • Los que han de ser salvos vuelven al judaísmo

  • Sus reuniones son imitaciones de sinagogas judaicas

  • Y son movidas por el diablo y sus ángeles.

  • Su contaminación con el consejo de las iglesias los hace preferir al mundo antes que al Señor Jesucristo.

  • Los hermanos en la fe son expulsados por seguir reteniendo el testimonio de Jesucristo en sus reuniones.

  • Se reúnen en sus casas: guaridas espirituales en los cuales el enemigo no podrá detectar.

  • Son celosos de la palabra y del advenimiento del Señor Jesús.


El mundo se desliza a su desastre, ninguna profecía será tan fuerte y desgarradora como el juicio de Dios que se cernirá sobre todo el mundo. Ya no es una nación, son los santos (los apartados por Dios en los últimos tiempos) los que habrán de emerger vencedores dejándose cortar su cabeza antes de dejarse marcar por el sello de la bestia. La venida del señor Jesucristo está cerca. El estará con nosotros hasta el fin de los siglos. A los hombres de esta generación: ¡vuélvanse a Jesucristo y dejen religiones y denominaciones! ¡Salgan a la libertad ahora que hay oportunidad, tiempo y espacio! El Espíritu Santo los guiará al señor Jesucristo y ya no confíen en hombres sino en la palabra santificada por el Espíritu. Amén.





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