top of page

Sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

Foto del escritor: Cuerpo EditorialCuerpo Editorial

Estas palabras del Señor Jesús ya las había dicho a sus discípulos, cuando los envía a predicar las buenas nuevas e instruirlos sobre la forma de conducirse en la predicación de la palabra y la manifestación del poder de Dios.


En cambio en Juan 20:19-23 se lee lo siguiente:

19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. 20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. 21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. 22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.


Este blog ha defendido el punto de vista espiritual de la importancia del ordenamiento de Jesucristo que era recibir el Espíritu Santo, los discípulos “unidos” en un mismo lugar, el Espíritu Santo nos ha revelado que le dio la encomienda a Pedro de mantenerlos juntos a través del amor para recibir el Espíritu Santo. Un Espíritu revelador, poderoso, sabio y de grandes proporciones espirituales difíciles de comprender en la carne y sencillos si lo hacemos en el Espíritu.


Después de creer en la resurrección, al haber oído el testimonio de otros, los discípulos estaban asombrados y permanecían reunidos en un lugar, hágase notar que el Señor apareció en carne y hueso en el lugar, sin haber abierto las puertas, y el saludo que debemos de tener los hijos de Dios por la fe en Jesucristo es la paz a los hermanos que nos encontremos.


Los discípulos se regocijaron al ver las heridas del Señor. La fe estaba siendo impulsada por hechos reales y verdaderos, las palabras dichas antes de su muerte se cumplían y ahora el asombro se convertía en gozo. Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Qué importante etapa espiritual en la vida constituye la paz, es la mejor forma de comprender que somos hijos de paz y el reposo es el mejor estado para impulsarnos. Una analogía que comparto consiste en que si tú vas a servir un te o agua, requieres que el vaso o la taza esté en reposo total para no vaciar el líquido fuera del recipiente.


Así era necesario que estuviesen los discípulos y hasta la fecha para recibir el contenido espiritual que se requiere. De ahí su salutación de paz y el apóstol Pablo a través del espíritu nos enseña que es la verdadera salutación entre los hermanos. Y luego enmarca un propósito de obediencia, conocimiento y comportamiento a los que van a servir en un ministerio del Señor Jesús ”Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo”.


Esta palabra es tremenda porque él había prometido al Consolador días antes que los iba investir de poder y de amor y de lo Alto y antes de su partida sopla sobre los discípulos y exclama: “recibid el Espíritu Santo”. Si este fuera la terminación de este pasaje, creeríamos que esto era el día de pentecostés. Pero no, tenía qué partir el Señor Jesús y después enviar el Espíritu de Dios que tuviese una gran característica: estar hasta el fin de los tiempos y estar en todos los lugares de la tierra.


El Espíritu que sopló el Señor estaba investido también de lo Alto. Era diferente que el que iba venir, ya que lo que estaba por recibir tenía la complacencia del Padre y del Hijo sentado a la diestra y cumplir con la voluntad del Padre, ese Espíritu contenía una dimensión desconocida en el mundo y formaba parte de una luz importante para vencer al mundo.


El Espíritu Santo iba a morar en nostros permanentemente en los que creyéramos en Jesucristo. El Espíritu Santo que sopló el Señor Jesús a sus discípulos tenía una misión corta y de duración temporal al haber dicho : 23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.


Al inicio de los versículos transcritos en este tema se encuentra una condición que tenían los discípulos y consistía en el miedo que tenían de los judíos. En esos tiempos los pecados eran perdonados por Dios y los sumos sacerdotes intercedían en ese perdón, lo dicho por el Señor Jesucristo rompe todos los esquemas religiosos y les concede una prerrogativa jamás antes vista y oída a los siervos de Dios (y todavía hay quienes creen que los siervos del antiguo testamento recibieron facultades mas amplias que estos modestos servidores de Cristo).


Por eso durante su permanencia fueron guardados por el Espíritu Santo y ellos tenían un poder sobre el ya extinto poder clerical judío, ese poder sería confirmado, más tarde por el Espíritu Santo. Los cuarenta días que permanecieron los discípulos en el aposento alto, esa instrucción permaneció vigente hasta la venida del Espíritu Santo. Amén.


Etiquetas:

Si tiene alguna duda, sugerencia o comentario, no dude en ponerse en contacto con nosotros al siguiente correo: lasanadoctrina2014@gmail.com

 2024 Buenas Nuevas, Mty. Mx.

bottom of page