El segundo suceso de este relato en Marcos consiste en la visita y petición que le hace un principal de la sinagoga llamado Jairo, un religioso judío que había oído hablar de Jesús y sus maravillas y milagros. Jairo cree que tiene poder para sanar, Jairo es justo y posiblemente un intachable hombre siervo de Dios.
Oír los comentarios de Jesucristo en ese tiempo es para creerlo, el oír es por fe y Jairo lo busca y lo encuentra, un principal de la sinagoga judía se postra ante Jesús el carpintero y le expone la enfermedad de su hija y le pide que haga algunas cosas y cree que sanará.
¡Que tremenda fe! Seguramente es un hombre educado en las maravillas de Dios para su pueblo y sabe que este Jesús puede ser el Mesías, los hechos de su ministerio y los dichos de su enseñanza, no son comunes en los otros siervos de Dios. Jesús accede, él no desecha a nadie, quien se dirige a él encontrará respuesta, es la fe, el camino a la salvación y al poder de la vida espiritual.
Sin fe es imposible agradar a Dios, el Padre ha enviado a su Hijo Jesucristo a proclamar las buenas nuevas, es el Maestro por excelencia, es el Hijo para redimirnos de todo pecado. La gente sabía que Jesucristo no era otro más, sino que había algo especial en él, que lo podían percibir como un verdadero enviado de Dios o como un profeta.
Todos querían estar cerca de él, lo mejor es acercarse con fe y no con morbo, curiosidad, o cualquier otro sentimiento o emoción, creer en su palabra y en su poder. Gran sorpresa se lleva Jairo cuando le dicen que ¡su hija ha muerto! Es decir, todo terminó. Para qué molestar a Jesucristo.
Dios es el que da aliento de vida a todo lo que él quiere, si vivimos es por su voluntad, el espíritu de vida está en nosotros y vivimos, si el desea retirarnos el espíritu, el alma queda sin control del cuerpo y con ello el cuerpo queda inerte e inicia su descomposición habitual, es el proceso de vida para el hombre. Jesucristo está sentado a la diestra del Padre y toda potestad le ha sido dada en el cielo como en la tierra.
Jesucristo sabe que él, es el Hijo de vida, es el Hijo de Dios y para él no hay imposible, el espíritu de vida le ha sido quitada a esa niña y procederá a devolverle de nuevo el espíritu. Así es este conocimiento. Tenemos el espíritu de vida: vivimos; nos retira el espíritu de vida: y quedamos dormidos para el juicio.
Jesús le dice a Jairo no temas; solo cree, de nuevo la fe como fuente de vida espiritual, Jesucristo es la vida y su palabra es agua torrente de vida. Si este relato está escrito es para ponerse en práctica ante tanta mortandad de niños, los padres no saben pedir y no se dirigen al verdadero Jesucristo, voltean a ver imágenes, objetos, figuras y otras cosas que los desvían de su canal espiritual. Jesucristo es espíritu tienes que tener fe en él, hay otros que voltean a ver a hombres con apariencia de piedad, todos ellos mentirosos. Los verdaderos siervos de Jesucristo son gente temerosa de Dios, apartados del mundo y poniendo en público la luz del evangelio del Señor Jesucristo.
La resurrección es un acto propio de la voluntad de Dios, conmover al Señor para devolver la vida de una niña, de un siervo o de un hijo es cosa natural en la vida espiritual del poder de Dios con el hombre.
Los incrédulos, los que se ríen de estas palabras tratan de afectar con su conducta el poder de Dios, para ellos está escrito: la niña no está muerta, sino duerme. La autoridad del Señor de la vida es de poder, majestad y reino, ¿quién como Jesucristo? El cual es el soberano de estos tiempos por la gracia y voluntad del Padre.
Acompañados de algunos discípulos, de Jairo y su esposa, Jesucristo dice: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate.
No hay más poder que la palabra de Jesucristo en este mundo, no hay muchas palabras solo el poder de Dios y se manifiesta de inmediato el poder, impone las manos, la fuerza de su espíritu da vida, así son los siervos de Jesucristo, nada conocidos en fama mundana, pero bien conocidos por el Padre y el Señor Jesucristo.
Lo acompañaría este hecho y otros más hasta la muerte en la cruz, al oír de los blasfemos arrogantes: salvó a otros, sálvese él. Causó asombro el hecho de que estaba muerta y la vieron caminando, nada se registra del hecho ¿qué hacia la niña mientras permanecía inmóvil? Como muchos hacen creer por notoriedad y sed de protagonismo mentiroso que cuentan muchas cosas de algunas personas que estaban muertas y luego viven. Es irrelevante a Dios y es inefable hablar de ellas. La niña estaba dormida en un sueño. Así está escrito.
El alimento es señal inequívoca del ser vivo, hay que alimentarnos después de una enfermedad, al final no se sabe lo que fue de la niña, el hecho relevante es que el Señor Jesucristo es el autor y consumador de la vida y en el estamos completos, en nada y nadie más, deja tus creencias y vuélvete al gozo del Señor Jesús. Transcribiré los versículos del capítulo 5 que narra este suceso milagroso, reconociendo que si hubiera fe en el Señor Jesucristo se volvería natural y común las cosas en el espíritu. Al paso del tiempo se oye en el interior de la conciencia humana la profecía de Jesús sobre los últimos tiempos ¿hallaré fe en el Hijo del hombre en mi segunda venida?
Marcos 5:21-24 y 35-43 21 Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar. 22 Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies, 23 y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá. 24 Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban. 35 Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro?
36 Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente. 37 Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo. 38 Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho. 39 Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. 40 Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña. 41 Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. 42 Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente. 43 Pero él les mandó mucho que nadie lo supiese, y dijo que se le diese de comer. Amén.