La paz del Señor Jesucristo en vuestro espíritu
Continuación.
Amigos lectores:
Nuestro Padre, el Dios creador de los cielos y la tierra y el que da aliento de vida a todo lo que existe envió a su Hijo Jesucristo con las siguientes enseñansas:
El Padre establece a todos los hombres de la tierra que reconozcan como mandamiento supremo que Jesucristo es su Hijo.
Los pecados e iniquidades de los creyentes están pagados por el sacrificio de la cruz y la sangre de Jesucristo, condenados en la carne para limpieza del alma y del espíritu.
Te demanda creer que la iglesia se establece en una localidad en donde se vive. No de lugar en lugar o de un lugar central apartado del lugar de residencia del creyente.
Jesucristo no tiene figura o imagen, si alguno le conoció ya no le conocerá, en Jesucristo la vida es espiritual.
El presbiterio es sencillo: pastores, maestros y profetas en forma interna; apóstoles y evangelistas, en labor externa. Obispado en lugar de pastor en singular, nada más, lo demás no procede del Espíritu Santo.
Vino a enseñarnos a orar, a tener comunión con el Padre, no a rezar la misma palabrería, no lo soportaría nadie, ¿por qué crees que él sí?
La primera venida de Jesucristo nos indica cómo debemos bautizarnos para participar en su resurrección.
Nos enseña a no amar al mundo y sus deseos.
Se guía por el Espíritu Santo para conocer la voluntad de Dios.
Él quiere que todas las cosas o actividades, las hagas en el nombre de Jesucristo.
Enseña las dos lecciones más importantes para los hijos de Dios: la obediencia y la renunciación.
Te anima a vivir en la preminencia de Jesucristo.
Espera y confía en la segunda venida de Jesucristo.
Los hijos de Dios respetamos y obedecemos a las autoridades, pero no se puede ostentar alianza con los reinos de este mundo y mucho menos hacerse un estado terrenal, como en su ignorancia y perversión lo hacen las religiones.
El Padre es bueno y su misericordia llega a los cielos, apúrate a entrar a la familia de Dios a través de Jesucristo. Amén.