Estas palabras las dice el Señor Jesús en secrecía a sus discípulos. Transcribiremos literalmente lo escrito en Marcos 4:10-20 10 Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola. 11 Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; más a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; 12 para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados. 13 Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? 14 El sembrador es el que siembra la palabra. 15 Y éstos son los de junto al camino: en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones. 16 Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; 17 pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan. 18 Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, 19 pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa. 20 Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
Para este tema nos vamos a enfocar a la palabra de la promesa de conocer los misterios de Dios, (pueden leer el blog anterior: La parábola del sembrador) y dispongámonos a degustar este alimento espiritual.
Jesucristo cuando estuvo en esta tierra, ofreció grandes disertaciones de conocimiento y sabiduría a los que lo oyeron, el traía el mensaje de nuestro Padre y la sabiduría de lo alto para los hombres de esa época y la venidera. Él había nacido con un gran propósito de dar a conocer el misterio del reino de Dios para el hombre que siguiese su voluntad, el pueblo judío había sido elegido por nuestro gran Padre, al ver su desviación por las cosas de este mundo, envió a su Hijo Jesucristo a formar un solo pueblo de todas las naciones de la tierra, reunidos en un sola iglesia en el cual su cabeza sería Cristo, la esencia espiritual de Dios la distinguiría y volverían sus ojos hacia Él.
Jesucristo es el Hijo de Dios, es el misterio más profundo y más sencillo, y casi nadie lo advierte como una promesa de vida espiritual, los hombres se han vuelto contra esa verdad y han propagado inmensas corrientes teológicas y filosóficas para hablar de Dios, todas ellas falsas, imitadoras, engañadoras para encubrir la verdad del propósito de Dios para esta generación.
El que tiene a Jesucristo en su vida, ya nada lo mueve de su posición delante de Dios, el estar sentado y aferrado a la roca de salvación, lo sostiene y lo anima a mantenerse en este refugio impenetrable; pero para estar en la roca de salvación tienes que haber salido de la religión, creencias, tradiciones, costumbres que alteraron el conocimiento verdadero del Padre.
Es muy fácil hablar de Dios, no se necesita mucha ciencia o saber para hacerlo, tan solo mezclar el antiguo pacto con el nuevo y seguir la corriente del mundo. Aun las sectas y denominaciones han caído en el peor de los estados espirituales de engañar y auto engañarse que son de Jesucristo. Ya por el simple hecho de decir: Dios te bendiga, Dios te multiplique y Dios te de una montaña de bendiciones, abrazos y besos y quien sabe cuántas horrendas cosas más; es lo que se oye, lee, ve en los más cotidianos actos de la vida de aquellos que creen en Dios… pero, ¿cuál Dios? o ¿de qué Dios están hablando? Porque si crees que estás hablando del que creó los cielos y la tierra y da aliento de vida a todos los que él quiere, al que por su amor dio la vida de su Hijo para ser salvo, de ese Dios que quiere que te arrepientas de esa vida alejada de él, déjame decirte no estás en el camino de la salvación, sino el de muerte y de condenación.
El inicio de este tema es muy sugestivo y te alienta a conocer todas las promesas que tiene el Señor Jesús para ti, (Ver blog anterior Promesas escritas en el nuevo pacto). Te exhorto a que dejes todo como el Señor Jesús le dijo al pueblo judío: dejen lo clerical y vuélvanse a las nuevas enseñanzas del Padre; a los hombres de esta época: dejen su religión y vuélvanse a Jesucristo en su libertad para lograr su vida espiritual plena.
Los discípulos dejaron todo lo de atrás, para nosotros los creyentes de nuestro tiempo, no era necesario hacer más que tan solo creer es suficiente para vencer en este mundo. No te ligues, ni te ates a ninguna religión, todas ellas van encaminadas a su condenación y castigo eterno. La vida está en Cristo, su palabra es agua que vivifica el espíritu, nadie te da de esa agua sino el Espíritu Santo que mora en ti.
Jesús enseñaba las parábolas a un pueblo rebelde, desobediente y falto de afecto a su Dios, seguían a un clero oscuro, malvado y diabólico, todas las religiones desde cualquier punto de vista son diabólicas, separadas de Dios, desobligadas y profanas en sus ritos y manifestaciones con un fin y lo exclama así: a los que están afuera por parábolas todas las cosas;
12 para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.
Como está escrito en Marcos 4:33-34 Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. 34 Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo. Los que siguen a Jesucristo todos los asuntos terrenales y espirituales están a su alcance y si no lo pueden discernir, con solo pedirlo te dará de su sabiduría.
Ya estaba muy distante el clero judío de Dios, ya no había salvación para esa generación, habían llegado a su clímax, como ahora, ya la mayoría de las religiones están contaminadas de maldad, odio, violencia, hipocresía, blasfemia, mentira, engaño y otras características más que, lo puedes ver, escuchar, sentir, leer, e inclusive palpar.
Jesucristo siguió diciendo: Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?
Los discípulos todavía no tenían el Espíritu Santo de Dios, la enseñanza de las lecciones eran directas y en vivo, habrían de recordarlas cundo fueron investidos del Espíritu Santo de Dios, las parábolas son para diferenciar los que iban a ser discípulos y los que seguirían permaneciendo en la oscuridad.
La iglesia de Jesucristo establecida en toda la tierra, por el espíritu reconoce que las parábolas están escritas para diferenciar el mensaje al pueblo judío, al mensaje para la iglesia. ya no habrá parábolas, solo analogías verdaderas llenas de sabiduría y de fácil comprensión por el Espíritu Santo que mora en nuestro interior.
Deja de leer el antiguo pacto o testamento, lee el nuevo pacto, aprópiate de la nueva vida espiritual que tiene reservada nuestro Padre en su Hijo Jesucristo. Una promesa escrita es: que todo lo que el Padre le diese, no perderá ninguno, está asegurada tu vida eterna en Jesucristo.
La parábola del sembrador es manjar para los que les gusta condenar, es un platillo suculento para atormentar y seducir a las almas inconstantes:
Los que oyen la palabra de Jesucristo y viene el diablo y se la lleva, son condenados.
Los que fueron sembrados en pedregales, tendrán que esforzarse en el gozo de la salvación.
Los que fueron sembrados entre espinos, son los materialistas que siguen en las distracciones y entretenimientos en el mundo, vivirán en derrota y sólo la misericordia y la promesa del Padre los hará ser salvos. Estos dos últimos han escuchado la palabra, la han tenido cerca, su problema es que no han sabido mantenerse en la aplicación de la palabra.
Y los que oyen la palabra; la guardan, la viven, la aplican y en algunas ocasiones la publican, serán de bendición en su vida espiritual y tendrán una vida de victoria en victoria.
Algunos predicadores mal intencionados utilizan este versículo, para el ingreso del mayor número de almas, en congregaciones; esto es un error, el versículo claramente está hablando del crecimiento espiritual y del fruto del Espíritu Santo en las personas que viven la palabra del Señor Jesucristo. Nada tiene que ver un mayor número de creyentes por causa de esparcir el evangelio.
Dice una parte de la escritura en el antiguo pacto: no hay nada nuevo bajo el sol y la parábola del sembrador es útil hasta nuestros días por muy ajeno a la cuestión de la agricultura, el ejemplo es muy entendible para aquella generación como para estas, la palabra del Señor Jesucristo es para siempre.
¿Has leído el nuevo testamento completo? ¿has tenido la oportunidad de obedecer la palabra de Jesucristo? ¿Has conocido la libertad del Espíritu Santo? ¿Qué esperas? ¡Hoy inicia la vida verdadera en Jesucristo! Amén.