El mundo y el enemigo de Dios trabajan siempre para ocultar las cosas de Jesucristo, tratan de que todo tiene que salir a luz, con excepción de la sana doctrina de Jesucristo. A ésta la tratan de exponer con errores, ficciones o mentiras para que no prevalezca la verdad de la palabra y los hechos de Jesucristo, con el propósito de ocultar la verdad, torcerla, desviarla. Así, vienen siendo el mejor condicionante de mantener alejado al pueblo de la vida del Señor Jesucristo, para el mundo todo es importante menos confiar en el Padre, son elocuentes al decir Dios, pero se les tuerce la boca al confesar al Padre y al Señor Jesucristo.
Los líderes religiosos de cualquier religión siempre tienen gente practicante esperanzada para hacer y decir lo que ellos quieran, son sus seguidores fieles a sus deseos, harían cualquier cosa para complacerlos, y ya leímos que son capaces de maldecirse por tan solo agradarlos, no reciben nada, son simples esclavos y difundidores de mentiras, los dominadores religiosos tienen algo muy interno del enemigo de Dios, que les permiten engañar a sus seguidores y bloquear su propia voluntad para convertirse en sus secuaces, la muerte y crucifixión del Señor Jesucristo puso a la vista de todos la manipulación que suelen hacer los principales de las religiones.
En el capítulo de Mateo 27:62-66 está escrito en los versículos: 62 Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, 63 diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. 64 Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero. 65 Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis. 66 Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.
Voy a seguir transcribiendo versículos de las acciones de esta guardia romana en Mateo 28:1-4 Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. 2 Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. 3 Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. 4 Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos.
En Mateo 28:11-15 se cierra el relato que cuenta sobre la guardia romana del sepulcro de Jesucristo: 11 Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. 12 Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, 13 diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. 14 Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. 15 Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.
Lo primero que hay que mencionar es que este relato, como los de toda la escritura, fueron inspirados por el Espíritu Santo, él es el fiel que transmite este conocimiento a toda la iglesia, él sí estuvo en esas conversaciones y las hace escribir para que conozcamos las intenciones de los principales sacerdotes y fariseos y de aquellos que siguen sus actitudes en nuestro tiempos ¿Alguien puede decir, que no todos son iguales? Los que no son iguales por lo general abandonan su religión.
El clero judío estaba condenado a sufrir su más grande derrota contra su Dios. Ellos seguían auto engañándose de que habían hecho lo correcto y persuadieron a la autoridad que les mandase una guardia romana para custodiar el sepulcro, no tan sólo eso, sino también sellaron la piedra, asegurando el sepulcro, para que no pudieran entrar o salir.
Las señales del poder de Dios son manifiestas y con gran poder, para aquellos que usan en diminutivo la palabra –ángel- y comparándole con niños, pueden observar un gran error, los ángeles son seres poderosos y son los mensajeros de Dios. (Ver blog anterior Los Ángeles).
En los versículos 11 al 15 podemos leer que los guardias no corrieron con sus jefes romanos, sino que se dirigieron con los principales sacerdotes a contarles lo sucedido. Ellos por tratar de ocultar la verdad, ofrecen dinero y dan consejo para acallar la verdad. Una guardia romana que permitiera el escape de un prisionero, pagaba con su vida, en este caso, era la custodia de un cadáver, de ahí que no temían por su vida, y con el dinero tomado hacen y dicen lo que los religiosos, les imponen.
Queda claro lo que dice el último renglón del versículo 15 que dentro de la historia judaica este hecho trascendió que los discípulos del Señor Jesús hurtaron el cuerpo, estando dormidos, no conociendo la resurrección de Jesucristo y hasta el día de hoy en los judíos es lo que se ha divulgado sobre este hecho.
Así son las religiones de hoy en día, con dogmas falsos, contubernios con autoridades, riquezas de por medio, líderes religiosos corruptos y hacedores de maldad de sus principales sacerdotes. El Dios de la misericordia y del amor, nuestro Padre les dice: salid pueblo mío a Jesucristo. Amén.