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Yo soy la resurrección y la vida


Un error judaico imperdonable no fue el aguardar la promesa de su rey que se había profetizado por el mismo Dios; en el cual había hecho una distinción de las demás naciones con su pueblo, ese mismo error está sucediendo a la iglesia al no leer la palabra del Señor Jesucristo en el nuevo pacto que tiene Dios con la humanidad, se enfrascan en promesas judaicas terrenales que al igual de los judíos, quieren lo material, lo terrenal, inclusive lo del mundo para la satisfacción de su alma y su carne.


La iglesia es un cuerpo espiritual, no un organismo carnal, es el Espíritu Santo el que vive en nosotros y espera que nos despojemos de las pretensiones que tenemos en el mundo, este mundo no lo cambia nada ni nadie, solo la venida de Jesucristo es lo que dé un giro de 180 grados. Pero, ¿quién espera y anhela la venida de Jesucristo? Pues todos de algún modo quieren que siga el mundo como está. No debemos de engañarnos (me incluyo), reconozcamos nuestra falta de vida espiritual por no leer la palabra del Señor Jesucristo y aplicarla en nuestra vida.


LA RESURRECCIÓN


Hay un tema por demás interesante que será objeto de discernimiento en este tema. Habla del poder de Dios de la vida y la muerte y está escrito en el capítulo del evangelio de Juan 11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Estas palabras las dijo a Marta (la figura de la iglesia afanada en el mundo) pongamos la vista en las cosas de Dios, María también era incrédula (ella representa a la iglesia que oye y es presurosa a las cosas de su Señor). La resurrección volver de la muerte a la vida y el Señor Jesús dice yo soy la resurrección y la vida habíamos dicho en el capítulo interior de las dos clases de vida que nos ofrece el Señor Jesús esto es: la vida espiritual para enfrentarnos a este mundo y la vida eterna que la experimentamos cuando nos damos cuenta de que somos hijos de Dios y es el lugar en donde moraremos eternamente en el Señor Jesús.


La resurrección es un poder que se había manifestado al pueblo judío en sus dos concepciones: volver a la vida después de muerto en este tiempo y la resurrección para juicio en la eternidad. En el caso que nos ocupa la resurrección se efectúa a Lázaro para que vuelva a la vida para gozo de sus conocidos y para testimonio de los judíos que el Señor Jesús era el enviado de Dios como su Hijo. (Ver blog Milagros de resucitación) este poder se le ha dado a la iglesia, pero afanados en el mundo no hacen por demostrar el poder del Señor Jesucristo en sus vidas.


Un ejemplo de incredulidad cuando no se tiene el Espíritu Santo se manifiesta en los discípulos; ellos ya habían visto a Jesucristo que tenía el poder para volver a la vida a los que ya habían muerto (dormido en el lenguaje espiritual) y aun desconfiaban en su resurrección. Es de las lecciones primarias que nos enseña el Espíritu entre la vida en este mundo y su partida, todo está en manos del Señor.


Para los incrédulos e inconversos está escrito este versículo Juan 5:29, y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. Y sí ¿qué es lo bueno? Es creer que Jesucristo es el Hijo de Dios, por tanto ¿qué es lo malo? No creer que Jesucristo es el Hijo de Dios. Ningún alma quedará afuera de juicio, todos iremos a comparecer: nosotros los hijos de Dios al tribunal de Jesucristo y los otros al juicio del trono blanco en donde no hay ninguna oportunidad de salvación.


La resurrección es un hecho real y lo demuestra lo señalado en los siguientes versículos del libro de Hechos 2:31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. Hechos 4:2 resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos. Hechos 4:33 y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.


La muerte del Señor Jesucristo nos trajo la salvación y la vida eterna y su resurrección nos da esa vida que anhela que vivamos nuestro Padre en este mundo como se puede apreciar en Hechos 3:21 El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo.


Debemos de vivir con esa esperanza como lo describe en 1 Pedro 1:3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.


Tengamos en mente siempre lo que el apóstol pablo escribió a los Romanos 14:9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.


LA VIDA


La vida espiritual la tratamos en el tema anterior y se puede resumir en lo que dice el evangelio de Juan 20:31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. Ahora hablaremos de la vida eterna una de las manifestaciones de Jesucristo que me llegan al borde de las lágrimas es cuando el espíritu testifica y nos recuerda lo que está escrito en Juan 17:1-3 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; 17 2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. 3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.


Celebremos al Señor Jesús todos los días de nuestra vida, a cada instante por estas palabras y ahora que está sentado a la diestra del Padre, qué no intercederá por nosotros, glorifiquemos al Señor Jesús por lo que ha hecho, hace y hará en nuestras vidas.


Gocémonos porque nos ha dado la vida eterna desde ya por creer en su nombre, esto es maravilloso como está escrito en el último evangelio en los versículos de Juan 5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. Juan 3:15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 6:47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.


No seas indigno al celebrar fiestas mundanas como la navidad, semana santa, inauguraciones de templos o cualquier otra festividad incorrecta en los planes de Dios, celebra la cena del Señor Jesús, celébralo todos los días de tu vida, proclamándolo como el Hijo de Dios que vino al rescate de muchos. Amén.

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