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Mandamientos de Jesucristo (2)

Foto del escritor: Cuerpo EditorialCuerpo Editorial

​Este mandamiento no es tan solo para el varón, sino para la mujer también, aun cuando el iniciador de este pecado nace en el corazón del hombre. El amor de un hombre y una mujer obedece a un sublime afecto de cuidados, de admiración de la belleza del hombre a la mujer, hay un libro del antiguo testamento (cantar de cantares) que es el libro más descriptivo del amor entre un hombre y una mujer.

Dios hizo al hombre y le concedió una mujer, es un plan de Dios perfecto para culminar su creación, el enemigo de Dios en su inoportunidad y por tratar de desvirtuar los planes de Dios, obligó a un giro de los propósitos de la creación. El amor de un hombre y una mujer culmina con el advenimiento de los hijos formando una familia, en ese lapso el hombre deja de mirar lo suyo y empieza a hurgar otros destinos.


No es un problema actual es desde el inicio de la humanidad, el hombre desatiende la obediencia Dios y satisface sus deseos en la carne, Jesucristo desea que su iglesia sienta su amor por ella y prepara una ceremonia en los últimos tiempos con su iglesia, está profetizada la iglesia de celebrar con Jesucristo las Bodas del Cordero (aquí cabe mencionar del gran error de un sistema religioso universal que pretende ser la madre y no la novia, craso engaño para que lo vean sus adeptos y salgan de ese mentiroso y engañador sistema).


Jesucristo vierte su amor en la iglesia en todos los tiempos y edades, él no ama al mundo como dicen los ignorantes, él ama a su iglesia, no ama al mundo porque sería adúltero, él ama a los que el Padre ha enviado a formar parte de la iglesia y los volverá a llevar al Padre, Jesucristo cuida a su iglesia, la sustenta, la alimenta, la viste, la arropa y la prepara.


Advierte a los hijos de Dios del adulterio, sabe la consecuencia mortal de este pecado, esta debilidad humana que carcome en los últimos tiempos la estabilidad familiar y los constantes enfrentamientos genéticos entre las familias, es cierto que procedemos de un mismo linaje que Adán y Eva llevamos su sangre, pero en estos tiempos la genealogía se ha llevado a distinguir parentescos cercanos de la consanguinidad.


La vista para los hombres es la fuente que abre a su debilidad, las grandes empresas desvían la mirada de los hombres a las mujeres, estos en su corazón no llenan su corazón de las cosas de Dios y vuelven sus miradas a lo que no les pertenece.


Mateo 5:28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.


Desde los inicios de la humanidad la seducción forma parte en las relaciones humanas entre un hombre y una mujer: la vista, la forma de hablar y decir las cosas, la vestimenta, el tacto, el paladar y el olfato son los sentidos que se usan para la atracción, últimamente a través del estudio del alma y el cuerpo se conocen lenguajes que sin decir palabras ya hay una fuerte atracción entre el hombre y la mujer.


Todo está bien, pero utilizar estas estrategias mortales en otra mujer que no sea la tuya, constituye un grave error: alguien podrá decir yo no adultero, pero si en tu corazón has visto a una mujer y la has retenido en tu mente y en tu corazón, esa reacción ha llegado hacia ella y has provocado el inicio de lo que puede ser una peligrosa relación. En el campo almático y en el lenguaje corporal puedes estar más unido, que con lo que convives a diario. Jesucristo lo sabe y te advierte que si lo haces debes procurar soltarte de esa acción.


El fin de esa enseñanza es que Jesucristo ama su iglesia, no ama a los que no son suyos, él ama lo que le dio su Padre y los que creemos en él sabemos que nos ama como su iglesia y espera que tengas el deseo vehemente y la esperanza en el día de la manifestación gloriosa del Señor Jesucristo desposando a su iglesia.


Desecha pues toda inmundicia de la carne y de tu “yo” para deshacer las obras del enemigo de Dios. No hay pecado más severo y castigado que la fornicación y el adulterio, tan es así que en los siguientes versículos nos hace ver el significado del sentido espiritual de su rechazo y su grave consecuencia si desobedeces.


Mateo 5:29-30 29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.​ 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.


Y no es que nos quiera decir que lo hagamos literalmente sacarnos el ojo y quitarnos la mano derecha miembros de nuestro cuerpo, sino que debemos entregar estos miembros a la voluntad de Dios para que con la ayuda de Espíritu Santo nos guarde caer en ese pecado.


Lo que es imposible al hombre es posible a Dios, nada es imposible a nuestro Padre y como sus hijos nos aparta de todo mal. La propagación de la ley mosaica no matarás y no adulterarás es fácil para muchos obedecerla, pero mirar a una mujer para codiciarla, se vuelve una cosa difícil de acatar y solo el amor de nuestro Padre por su Hijo Jesucristo nos guarda de todo mal y toda tentación. Amén.

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