Editorial 44

La pregunta que se hacen la mayoría de los que inician en la fe del Señor Jesucristo consiste en querer definir qué es la iglesia y cómo Jesucristo funciona como cabeza. Una vez que el nuevo creyente que ha recibido la fe en el Señor se conducirá como un niño que acaba de nacer, aun cuando su edad espiritual sea desde antes de la fundación del mundo, es imprescindible que pase por la etapa infantil para un desarrollo espiritual cimentado en las verdaderas cosas del Señor, no es del Espíritu que profesando la fe desde sus inicios crean tener ministerios. Lo anterior es un engaño del enemigo de Dios para conducirlos a los errores doctrinales que los lleven a un alejamiento de la palabra genuina del Señor Jesucristo.

Los siervos que son instrumento del contacto espiritual y terrenal con el nuevo creyente deben conducirlo a las congregaciones en que se reúnen en acuerdo a la escritura. Aquí es donde se desarrolla la pregunta ¿en qué lugar se encuentra la iglesia? La palabra del Señor Jesucristo dice que en el lugar donde se reúnan en su nombre dos o más él está en medio de ellos. La iglesia es una asamblea y tiene otra acepción “los salidos fuera” esta acepción es la que no permite la religiosidad y la organización humana con pensamientos del hombre, la asamblea es espiritual y es guiada por el Espíritu Santo para conocer la palabra de Jesucristo, en ocasiones por la lectura del nuevo pacto y otros por medio de manifestaciones espirituales que el Señor Jesús transmite a su pueblo.

Jesucristo conduce como cabeza a su iglesia en su palabra y profecía, no hay otro conocimiento o tema que hablar en la reunión, él dirige, él es el centro de atención, él es quien reina poderosamente sentado a la diestra del Padre, él es nuestro intercesor y él busca lo mejor para nosotros: es la roca de salvación y estando en él no hay quien pueda perturbar nuestra paz y condición ante el mundo. Entonces te preguntarás lo que se escribe en el presente editorial ¿es la obediencia exacta a Dios? Y la respuesta sería con un rotundo SÍ, y todo lo que se estila y se ve en las religiones y organizaciones humanas no están fundamentadas en la palabra del Señor Jesucristo.

Voy a utilizar una analogía para explicar este engaño. Si te doy un billete de un dólar que no tiene parecido al verdadero dólar por su color, tamaño, personaje, textura y otros indicadores fácilmente se deducirá que es falso y no tomarás en cuenta la dación de mi dólar. En cambio, si te pago una deuda con un billete que al parecer es idéntico con los que tienen valor verdadero y curso legal, podrías caer en el engaño y aceptar el billete falso como verdadero, sentirte cómodo y tranquilo porque tu consideras que el billete que se te ha dado es verdadero, solo que si ese dólar lo mantienes en tu poder y lo guardas no habrá problema alguno, pero al intercambiarlo con otra persona te dirá que ese mismo billete que tú lo aceptaste como verdadero, es totalmente falso y no tiene valor y has sido engañado. Esto mismo sucede con las religiones, sectas y organizaciones humanas que toman cosas del Señor Jesús para engañar pero no están en el Señor. El Señor Jesús los conoce como falsos, él sabe que están engañando a sus prosélitos y conoce el corazón de los engañados que están contentos con el engaño porque así les gusta, no quieren conocer la verdad, ni al verdadero, ni la palabra ni moverse en el Espíritu.

Qué inteligencia de nuestro Señor Jesús en conocer a los suyos los cuales obedecen la palabra como está escrita en el nuevo pacto: en cualquier parte del mundo de reunirse en su nombre él está en medio de ellos y no hay poder humano que interfiera en esa relación. Él entonces reina en los corazones de los miembros de la iglesia y sentirás que eres conocido por el Hijo del Dios viviente y vivirás una vida plena de libertad y poder de Dios en fe, esperanza y amor. Acepta dejar el engaño. La iglesia de Dios establecida en el orbe espera que te integres en el amor de Jesucristo el que era, el que es y el que ha de venir. Amén.