Uno de los temas más interesantes que se aborda en la carta de los hebreos es la distinción de Jesucristo con Moisés y por ende del pueblo judío con la iglesia, por más intentos, palabra y profetas enviados por el Padre, el pueblo judío nunca quiso escuchar, ver y obedecer a su Dios, siempre sus planes fueron la conquista del mundo por medio de sus arrebatos carnales y estrategias humanas, así le pasó a una facción romana de querer conquistar al mundo para Dios a base de violencia y guerra y otras religiones hacen lo mismo, fracasando en todas ellas. El Padre ha dispuesto la salvación a través de la fe en el Señor Jesucristo y ha de ser creída en el mundo. La iglesia de Cristo establecida en la tierra en paz, testimonio y prueba a de evangelizar al mundo en la transmisión de la palabra del Señor Jesucristo.
La carta a los Hebreos le da cierta importancia a Moisés: un gran siervo fiel que escogió Dios para liberar al pueblo judío (en ese entonces sin ley, solo el conocimiento del gran Dios eterno y amoroso) inculcado por Abraham, Isaac y Jacob, Moisés siempre dispuesto a servir a Dios por fe y con eso lo llevó a obedecerlo en sus fuerzas, en su humanidad se equivocó y no lo hizo de mala fe, sino lo hizo porque era humano y se le dio cierta consideración de no sufrir como la generación que se perdió en el desierto y no pudo entrar a la tierra prometida. Moisés la vio y no pudo entrar. Él fue otro siervo del antiguo pacto que cumplió con dar la ley de Dios al pueblo judío convirtiéndose en un testimonio por causa de su obediencia a Dios.
Si alguien piensa que los judíos son dignos de imitar al ver el antiguo pacto, si fueras carnal te daría coraje de cómo eran rebeldes y contumaces para obedecer a Dios. El mismo Moisés sufrió el carácter de los judíos que empezaron a enfocarse lo que les hacía falta en Egipto, extrañaban sus casas, el vino, la diversión, lo material, todo lo que le proveía alguna satisfacción en la carne, ellos lo querían de vuelta en su vida. Estaban enojados con Moisés porque iban a morir en el desierto, de por qué no veían la tierra prometida, pensaban que cruzando el mar ya se encontraba la tierra prometida y así hubiera sido pero por causa de su terquedad y la falta de fe perdieron la paciencia en el plan de Dios. Los judíos se rebelaron y quisieron regresar a Egipto y se quejaban del alimento que les mandaba Dios y hubo otra plaga de serpientes en que los atacaron y murió mucha gente para los que casi idolatran al pueblo judío ¿acaso no te da coraje el pueblo judío? De siempre estar en contra de su Protector y de no cansarse en desobedecer a Dios, el antiguo testamento no hubiera sido tan largo sino es por tantas torpezas que cometieron y cuando por fin tuvieron un reino sólido por causa de los errores de sus guías se dividió su reino, y para aquellos que idolatran a los judíos, sepan ustedes que es nuestro Padre el que los guarda y les da la victoria en este mundo.
Los judíos rechazaron a Jesucristo a pesar de la profecía, profetas, salmos, ley y voluntad de Dios, y se derrama el amor a los gentiles que entramos y nos da a alguien superior: a su Hijo Jesucristo y con ello, en la iglesia el Señor Jesucristo establece una nueva forma de seguir en la voluntad de Dios y establece sus mandamientos (ver el blog anterior los mandamientos de Jesucristo) promesas, palabra y lo mejor de todos nos comunica que después de su partida nos investirá del Espíritu Santo que será nuestra guía para recordar su palabra, sus hechos y su poder, además de mantenernos en comunión con el Padre y con Él, que se encuentra sentado a su diestra.
Cuando una persona anda en sus propios caminos no agrada a Dios, los creyentes en Jesucristo deben dejar en libertad al Espíritu en sus vidas para vivir una vida plena en Cristo y dejar de hacer actos, cosas y asuntos que no proveen vida espiritual para el Señor, los judíos se perdieron en las tradiciones, ahí radicó el gran error de desviarse en las costumbres, muchas veces no necesarias para agradar a Dios. Jesucristo les vino a enseñar que era mejor que en los hombres Dios (el Padre) y él (el Hijo) reinasen en sus corazones y las mentes se volvieran a Dios y dejaran de realizar las tradiciones y toda clase de actividades religiosas humanas que proceden del enemigo de Dios, la iglesia sabe de falsos maestros que enseñan a seguir en el desvío a diferentes actividades que no están señaladas en la escritura. Hoy ya no se predica en la fe de la palabra del Señor Jesucristo te pueden enseñar horas y horas en temas engañosos que la salvación se pierde, que en regalarte unos minutos de la bondad, amor y misericordia del Señor Jesucristo que ya pagó por todos tus pecados en la cruz y te limpia, purifica, lava con las sangre derramada en su muerte (ver blog anterior el valor de la cruz).
La lectura de la carta a los Hebreos trae a tu mente por el Espíritu el finiquito total del antiguo pacto en nuestro tiempo. Los primeros apóstoles se enfrentaron con judíos creyentes que querían judaizar. Hubo necesidad de un concilio a fin de que quedara claro lo necesario para vivir en el Espíritu (Ver en el próximo Blog El concilio en Jerusalén), Pablo les predicaba a Jesucristo y todavía querían volver a Moisés siempre en desobediencia a Dios, ellos querían seguir con sus ritos, tradiciones y costumbres. En la actualidad siguen con toda la pompa de tradiciones en sus sinagogas y hay que respetarlos. Pero no debemos imitarlos. Lo único que se debe aprender de los judíos es la misericordia y amor de Dios que tiene por su pueblo a quien con paciencia les encamina a esperar en Jesucristo en su segunda venida.
La iglesia es la portadora de la verdad: Jesucristo; él es Enviado del Verdadero: el Padre y el que lo hace saber es: el Espíritu Santo. Cuando somos arrebatados del mundo, pasamos por un desierto, esta es la etapa de prueba y es muy importante esperar y ser pacientes. Ahora Jesucristo es el camino a la eternidad con el Padre y a la nueva Jerusalén. Descansemos en esta palabra verdadera. El reposo es la paz de los que confían en Dios y hasta el mismo mundo te dice que tomes paz en tus momentos de desasosiego, con mucha mayor razón la iglesia es la que debe ser modelo de enseñanza de la paz de Jesucristo en el espíritu y tiene que enseñar a todos los creyentes que debemos dejar el mundo, esto no quiere decir que no socialicemos, estudiemos, trabajemos, investiguemos y otras actividades. Lo que quiere decir es que los hijos de Dios por la fe en el Señor Jesucristo dependemos ahora de cumplir la voluntad del Padre: una nueva forma de vivir la vida espiritual del Señor Jesucristo y un conocimiento restaurador y renovador proporcionado por el Espíritu Santo. Amén.
Transcribimos algunos versículos de la carta de los Hebreos del capítulo tres para fundamentar lo escrito en el presente tema:
Hebreos 3:5-6, 12-14 y 16-19 5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; 6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.
12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; 13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. 14 Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,
16 ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? 17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? 18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? 19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad