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La gestación de un hijo


Te sorprendería saber que Dios nuestro Padre tiene un propósito en la vida de cada ser humano, desde antes de la fundación del mundo Él diseñó la vida de cada uno de los hombres que han existido y existirán. ¿Lo crees? Si no lo crees, tu incredulidad te es manifiesta porque no procede de ti, sino es por voluntad y designo de Dios que te hizo así, pero búscale y dile que te cambie, que tú quieres ser de Él, arrebata y toma para ti el hecho que te da una oportunidad: cree en Jesucristo como Hijo de Dios y Él té cambiará.


Si creíste en la primeras palabras de este tema, déjame explicarte brevemente de donde proceden los seres humanos: Dios forja las almas de todos los seres humanos y los introduce en el mismo acto de la gestación, ésta ha sido diseñada desde antes de la fundación del mundo. La creación del hombre, en Adán y Eva se cumplió el primer parto con el nacimiento de Caín y Abel, al crear al primer hombre Dios lo constituye carne formado de la tierra misma pero hecho de la palabra y mente poderosa del Señor Todopoderoso, lo hace a su imagen y semejanza. No lo hace igual a Él, sino que es un reflejo, la verdadera vida está en su dimensión, en su Gloria, en su Majestad y en su Reino. Le otorga un alma, nadie puede destruir el alma, es su patente, es para siempre, en Él está el querer como el hacer, así lo ha dispuesto. Adán fue creado, no nació, él no tuvo gestación, Dios mismo lo formó en una concepción de inimaginables sucesos, Génesis dice que fue en un día, en 2 Pedro 3:8 escribe, Más, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El tiempo fue de este mundo y Dios decretó que las almas sean declaradas la voluntad y esencia del hombre y le otorgó libertad.


Infunde el espíritu a su ser creado y tiene vida, en su mente y corazón guarda la concepción que es un ser creado por divinidad del eterno Yo Soy, Dios muestra gozo de su creación, Él ama a su creación y al mundo, Él está al pendiente del primer hombre y le da poder a Adán para poner nombre a todo lo creado. En la Tierra está sujeta la creación al hombre, el primer hombres es creado en una forma divina, toda su alma y su carne está al pendiente de su Creador, el espíritu de vida no conocerá la muerte, es un paraíso, es un lugar en la tierra, es una realidad está en una libertad de profundizar en el conocimiento de las cosas.


Ya el Dios eterno había sufrido la rebelión de Lucifer, esta rebelión fue en su gloria, en su casa, es necesario crear al hombre para que convivan juntos y le adore, le obedezca (ver el blog Obediencia en el próximo mes de marzo), ya el destino de su adversario ha sido decretado; arderá en el lago de azufre por la eternidad y con él todos sus seguidores y aquellos hombres que se alejaron de Dios.


Dios vio que el hombre estaba solo y era perfectible su creación, lo hizo dormir para formar a Eva (madre de todos los vivientes), la forma como ayuda idónea, tiene otra función que el de su varón, la plenitud de ver una relación perfecta la equipara más adelante y con mayor perfección con la iglesia, el pueblo judío falló, la iglesia es colmada de grandes poderes y al final también fallará, la importancia de ser uno solo, varón y mujer, así como Dios y su creación humana, falla el libre albedrío, acompañado de la labor insufrible del enemigo de Dios de descomponer los planes de Dios, produce la desobediencia y de ahí al mundo que todos los días vivimos.


Eva engendró y sufrió los dolores de parto, pero ningún dolor en la gestación, la gestación tiene que ser un momento agradable en la mujer, ya que son vasos escogidos para albergar las almas de sus hijos. Son momentos apacibles en los seres humanos el esperar durante nueve meses el nacimiento de un hijo(a), en el nuevo pacto ya no hay ley de presentaciones ante el clero, en la familia nace con una libertad de vida fuera de la iglesia. Las familias deben estar fortalecidas en la unidad en torno a Jesucristo como miembros de la iglesia el cual es una asamblea libre de poder de congregación y reunión para profetizar a los hijos de los hermanos.


Durante la gestación tanto la mujer como el varón pueden pedir al Padre por medio de Jesucristo las diferentes habilidades, destrezas con quien habrá de proveerse y le profeticen un vida en el Señor Jesús, así mismo pueden dirigirse a él (ella) en su vientre e inculcarle la vida en Cristo, este conocimiento se perdió por falta de la lectura del nuevo pacto, ya que de haber leído lo escrito en Lucas 1:41-45 41 Y aconteció que cuando oyó Elisabeth la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabeth fue llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. 43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. 45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.


Los esposos creyentes habrían ocupado ese valioso tiempo en enseñarle la sana doctrina del Señor Jesucristo después de los seis meses de haber concebido. La gestación produce un tiempo preciso y espacio secreto entre mujer e hijo, quien llevado en la forma correcta de su vida espiritual en Jesucristo llevará mucho fruto en el Espíritu para salud de la familia de Dios.

A los matrimonios que se les dificulta el tener la oportunidad de engendrar hijos deben de tener paciencia y solicitarle al Señor Jesús, ciertamente hay muchos ejemplos en la lectura de la biblia que las mujeres que piden un hijo por la tardanza en su concepción, hay un plan maravilloso de Dios del hijo que esperan.


Es importante recordar lo que está escrito en 1 Timoteo 2:15 Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia. No teman a la economía o a la salud. El Señor Jesús es el heredero de todo y todo está en su poder.


En la pérdida de un hijo por aborto debemos contemplar lo que está escrito a los hijos de Dios que lo aman todo es para bien, él es el Todopoderoso y el Soberano. Tiene un propósito en todo.


Jesucristo nos enseña en su gestación en el vientre de María que hay un camino que seguir y la profecía de su venida en el despido de Adán y Eva del paraíso, se cumplió maravillosamente en el tiempo dispuesto por el Padre, ahora nos corresponde seguir su palabra y vivirla en la libertad que nos otorga el Espíritu Santo en nuestra vida. Amén.

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