Todo niño que nace es una esperanza para sus padres, cuando se es conducido con los signos convencionales de nuestra sociedad actual, cada vez hay más niños que nacen sin la protección de un papá y son recibidos por mujeres solas que enfrentan su destino, en algunas ocasiones con el apoyo de su familia y en otros sin él. Además, hay también un sinnúmero de alumbramientos de niños no deseados por muchas circunstancias; pero cualquiera que fuere el caso el nacimiento de un niño(a) constituye un inevitable destino que Dios ha dado a una nueva vida en el cual se apiada Dios en todas las criaturas que nacen y ven la luz primera. Si el niño ha tenido el desarrollo espiritual que se ha manejado en el anterior tema (la gestación) el futuro está asegurado en los propósitos de Dios, tener en mente siempre que los pensamientos del hombre no son los mismos pensamientos de Dios y Él tiene para cada hijo un destino que Él se ha encargado de fraguarlo para la vida de ellos.
Si pones tu fe en el Señor Jesucristo el recién llegado se desenvolverá naturalmente y su alma agradará a su Creador, ellos tienen en su conciencia una forma de alabar al Padre por medio de Jesucristo, después con el tiempo éste se irá perdiendo al tener contacto con el mundo, en los deseos de su carne y en el engaño del enemigo de Dios, se lee en el pasaje de Mateo 21:15-16 15 Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: !!Hosanna al Hijo de David! se indignaron, 16 y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?
Las madres deben cuidar de los niños, han sido diseñadas, preparadas y adiestradas desde su creación para ello. Hoy en día está la corriente feminista (en un plano contrario a la voluntad de Dios) donde se dispone que el hombre participe en dichos cuidados, aunque el hombre ha sido diseñado para otras tareas no menos importantes. Lo cierto es que se trata de alterar la voluntad del Padre por el enemigo y por muchos medios y engaños, es en esta etapa del niño que disfruta del lugar en el cual se encontraba, es la etapa en que nadie recuerda por haber contactado al mundo y experimentar nuestra nueva fisiología corporal, los recién nacidos saben que en su gestación sintieron la protección del Padre por medio de Jesucristo.
Una cosa quedó clara para el enemigo de Dios, cuando él mataba a los seguidores de Jesucristo nacían cada vez más en mayor número, los futuros hijos de Dios por la fe en Jesucristo o se volvían más al camino, esto estorbaba el plan del adversario y dejó de usar esa estrategia maligna, los recién nacidos que al parecer no tienen a Jesucristo se van desarrollando en forma natural por sus padres, aun así son profetizados por su padres al seleccionar el nombre con el cual será llamado en el mundo. Dios que lo sabe todo: pone el nombre en los labios de los padres. En una conocida religión celebran un acto simulatorio de bautizo, dicho bautizo no se encuentra reglamentado en la escritura del nuevo pacto, no tiene alguna relevancia alguna con los propósitos de Dios, que en su oportuno momento los sacará de dicho error.
Los recién nacidos son protegidos por Dios, en caso de algún fallecimiento el Señor tiene la absoluta misericordia y amor a llevarlo a la eternidad, hacemos hincapié de que en este momento doloroso en el mundo de los sentimientos carnales debe prevalecer las fortalezas espirituales de dejar todo en manos del Señor Jesús, no digo que no se ore por los recién nacidos enfermos, al contrario utilizar del Espíritu toda solicitud en ruego y súplica por la vida y salud del hijo y una vez dictada la voluntad del Padre acogerse a la soberana Voluntad de nuestro Padre, (el que escribe esto se conduce y es partícipe de lo que se escribe) él sabe todas las cosas y la fe en el Señor Jesucristo se fortalece nuestra alma y espíritu.
La iglesia de Cristo debe orar por los recién nacidos y solicitarle al Padre por medio de Jesucristo la bendición, el propósito por el cual es enviado a este mundo y pedirle gracia, sabiduría e inteligencia de lo Alto para los padres que sepan conducir a sus hijos en la iglesia y en la sociedad.
En el nuevo pacto hay una referencia que ilustra cómo es el nacimiento en Jesucristo por los hermanos creyentes que usa como analogía a un niño que requiere alimentación para subsistir en esta etapa inerme y desprotegida y así crecer y desarrollarte por sí solo. Se lee en 1 Pedro 2:2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,
Una vez nacido el hijo tenemos que recordar el nacimiento del Señor Jesús que siendo parte de la Deidad vino en forma humilde y común a nacer en este mundo sin privilegios, ni distinciones como se puede leer en Lucas 2:12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Nada tiene que ver con los sentimientos y emociones del alma en el nacimiento de los hijos, la condición económica y social no enaltecen ni humillan; lo más importante es dar gracias al Padre por el nacimiento del hijo. Una cosa que he visto en el transcurso de mis seis décadas es que un recién nacido o niño huérfano, el Padre lo toma y lo dirige en su vida, si el niño fuese rebelde lo disciplina fuertemente, el huérfano tiene una ayuda especial de parte de Dios y por medio de nuestro Señor Jesucristo se manifiesta grandemente en su existencia y paso por este mundo. Aun así si en la congregación hay viudas y huérfanos apóyalos y bríndales tu apoyo hasta que tenga manera de subsistir.
Ora en cada nacimiento de tu hijo, profetízalo por el Espíritu Santo, en las iglesia deben de procurar a los profetas o a los que tengan el don de profecía y ponerlo a funcionar este ministerio y don del Espíritu Santo, para el servicio de los santos. Por último, los recién nacidos no son los mal llamados “angelitos”, es una ofensa temeraria a la creación celestial de Dios, al confundirlos con los seres celestiales de Dios, son seres que merecen sus cuidados y protección. La vida de ellos hay que ponerlas en manos del Señor Jesucristo, nada más, no hay nadie en este mundo que pueda interceder por ellos, todo lo que se está acostumbrado a decir es un error y un engaño. El Señor Jesucristo es en los recién nacidos su fuente espiritual, no destruyas su relación divina. Amén.