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Jesucristo el Salvador


Para iniciar el presente tema es necesario recurrir a un versículo que se encuentra en Hebreos 10:14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados, esto es importante mencionarlo por la gran trascendencia que el Padre le dio a este acto de sacrificio de su Hijo amado que lo hizo perfecto a los ojos de nuestro Padre y de ahí alcanzamos la perfección en su Hijo. No es que seamos perfectos en nuestro andar y mover sino que el sacrificio de salvación es perfecto a los ojos de Dios y nos alcanza ese sacrificio para declararnos perfectos. Seguiremos con las inmundicias en la carne pero en el Espíritu somos perfectos delante de nuestro Padre. De ahí que podamos decir que si tú crees que Jesucristo es el Hijo de Dios y que vino a salvarnos Él es el Salvador y los que creemos somos los salvos o los salvados. Él no es un salvador a medias o de un cuarto de salvación él es Salvador y si tú crees que te puedes salvar por medio de una religión, por seguir una ley ó “portarte bien” en tu carne déjame decirte amable lector que estas en contra de un propósito del Padre de reconocer a su Hijo como Salvador. Él ha hecho el sacrificio por nosotros y ahora te toca poner la fe en ese conocimiento, ya eres salvo y estas en la eternidad inscrito en el libro de la vida.


Profetizado en tiempos de los judíos se confirma en Lucas 1:69 Y nos levantó un poderoso Salvador En la casa de David su siervo, el Padre en su nuevo pacto con la humanidad declara el plan de salvarla en Jesucristo y hace exclamar a María en Lucas 1:47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Refiriéndose a este perfecto plan que proviene de nuestro Padre y lo cumple en su Hijo Jesucristo nacido en la carne en Judas 1:25 atestigua que el plan proviene de Dios al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén. Así se lee en Lucas 2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. En el ministerio de Jesucristo los gentiles se incluyen de forma inmediata en ese plan de salvación como esta dicho en Juan 4:42 y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.


Jesucristo venía por las ovejas de Israel, era su propósito primario referido en Hechos 5:31 A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. Y también en Hechos 13:23 De la descendencia de éste, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel. Ahora Jesucristo es cabeza de la iglesia de judíos convertidos a la fe y gentiles como está escrito en Efesios 5:23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Y que esperamos se manifieste en su segunda venida para ir con Él como está escrito en Filipenses 3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; y también en 1 Timoteo 4:10 Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.


Su ministerio evangelístico nos anunció el gran propósito de nuestro Padre que hemos pasado de vida a muerte como se puede leer en 2 Timoteo 2:10 pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio, Jesucristo es el Hijo de Dios y es el Salvador como lo volvió a reiterar el apóstol en 1 Juan 4:14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.


Hemos escogido para lo último de este tema los siguientes versículos y explicar el error en que algunos han caído y pervertido la palabra del Señor al interpretar mal el siguiente pasaje escrito en Tito 2:10-15 10 no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador. 11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. 15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.


El diablo ha puesto manchas y trampas mentales en las que el hombre no confía en Dios en virtud que no confía en el hombre. Porque aquí, en este mundo nada es seguro: contratos, rentas, ayudas, promesas de campaña, etc., y por ende nada es duradero. Por eso siempre buscan hallar “letras chiquitas”, cláusulas de recisión, agregados místicos, fecha de expiración para un sacrificio real, único y sobre todo gratuito de Jesucristo al morir en la cruz por gente perversa.


Al confundir a nuestro Padre con el Señor Jesucristo ya hemos dicho que el autor intelectual es el Padre y el autor material es el Hijo no debe haber confusión. Es menester no dar cabida a aquellos que perturban en las congregaciones que la salvación se pierde, si ellos creen que se pierde pues que ellos se condenen por si mismos nosotros confiemos en lo que está escrito en el nuevo pacto. AMÉN.

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