Se ha oído en algunas ocasiones a hermanos que tratan de confundir a los hermanos indoctos y neófitos (nuevo conocimiento) respecto a algunas aparentes contradicciones en la escritura del nuevo pacto: la razón que argumentan es que en las traducciones, los copistas no copiaron bien y se aligeró con otras palabras la intención que surgía de la inspiración del Espíritu Santo en los siervos que escribieron los textos antiguos de los evangelios y las cartas epistolares. Por lo anterior, me refiero a los hermanos que profesan la fe, no de personas que agreden la biblia -como los ateos o personas de otras religiones que han escrito diversas biblias desde hace mucho tiempo- enseñando que sus manuscritos son los verdaderos o de plano de hombres que no les interesa absolutamente nada de las cosas de Dios. De esas personas no nos interesa su existencia, ni su vida, ni sus opiniones, pueden quedarse así hasta su muerte. No podemos hacer nada por ellos, solamente pedir al Padre que por su misericordia y amor los tome para su salvación. Me refiero específicamente a los que dicen ser del Señor Jesús y buscan cierto protagonismo o se sienten que por muchos estudios teológicos son llamados a cambiar algunos versículos o a mencionar que hay fallas en la escritura y por consiguiente no hay que creerla mucho porque hay contradicciones y errores y algunos otros malinterpretan la escritura y enseñan más de lo que está escrito o de plano no les ha sido revelado y confunden en su carnalidad y poca lectura del nuevo pacto.
Así pues, se hablará de los que quieren enseñar la ley de los judíos en las congregaciones: ya lo expresó el apóstol Pablo en 1 Timoteo 1:3-11 3 Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, 4 ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. 5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, 6 de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, 7 queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman. 8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 9 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, 11 según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.
Hay quienes conocen la escritura y las tuercen pervirtiendo el mensaje de salvación y engañando a todos aquellos que atan en sus religiones, también hay otros engañados que sin estar edificados en Cristo Jesús salen a predicar cosas sin el sentido espiritual confundiendo los mensajes de salvación y condenación para los que se congregan en sus denominaciones, hay algunos que se apartan de la verdad por ir con las corrientes del mundo y los otros que por ejercitarse en tradiciones y costumbres de congregaciones se olvidaron de leer el nuevo pacto produciendo así la continuidad de vivir en error, cual sea su condición son reprobados en la fe por andar en sus propias concupiscencias y caminos. Destaco lo anterior, por la importancia que reviste a los hermanos que verdaderamente tienen fe en el Señor Jesucristo a leer en orden la escritura del nuevo pacto que habla de las buenas nuevas que tiene nuestro Padre para su iglesia. Para el fin de este estudio presentaremos cinco versículos que merecen aclaración para mantenernos en la interpretación que el Espíritu Santo nos ha guiado.
1 Corintios 9:27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
La primera frase de este versículo se mal interpretó y se acostumbraba a latigarse y a sufrir corporalmente en el cuerpo por uno mismo, cayendo en un error y auto engaño con la finalidad de pagar pecados. La verdadera interpretación a estas palabras es abstenerse y buscar el dominio propio que es concedido por el Espíritu Santo. El apóstol Pablo no se azotaba sino era víctima de azotes por parte de los detractores de la doctrina de Jesucristo, otra situación que sucede a los hermanos que cuando se comete una falta tardan días inclusive meses en digerir la falta o pecado y lo tienen en la conciencia y en su mente y se envuelven en complejos de culpa y remordimientos, esto no es vivir la gracia del Señor Jesús, confiésale tu falta y pídele que te ayude a no cometerla más y olvida esa falta o pecado que hallas cometido, tienes que descansar en Él. La que si ha dejado grande huella en la conciencia de los hermanos son las palabras “ser eliminado” y ha detonado el gravísimo error al confundirla con la salvación. De ahí la doctrina errónea que la salvación se pierde, tratando de echar a la borda el plan de salvación por fe de nuestro Señor Jesucristo, la clave para encontrar y subsanar este error es el de leer bien este versículo, que se refiere a ser mensajero de las buenas nuevas: si un siervo con ministerio tiene conductas carnales o se deja llevar por emociones o voluntades propias de su alma, nunca más se le dará ministerio pues se le quitará y se le dará a otro, si no lo hace la iglesia lo hace el Señor; de ahí la importancia de mantenerse en una conducta íntegra en las cosa del Señor en la vida de los siervos. Esa falta de reflexión ha hecho creer en la vida de los creyentes que los pecados cometidos te hacen perder tu salvación (ver los Blogs anteriores de la salvación y en qué consiste ser salvo), este mensaje es dirigido a los que ejercen ministerio y servicio en la iglesia de Jesucristo y no habla de la salvación habla del ministerio y servicio que se pueden perder por una vida mundana o carnal. Habla Pablo de sí mismo como alguien que ejerce el ministerio y no como un creyente que pierda su salvación por cometer faltas.
1 Corintios 15:5-6 5 y que apareció a Cefas, y después a los doce. 6 Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.
Hay quienes dicen que está equivocado el número doce ya que cuando resucitó Jesucristo ya no había doce sino que eran once pues Judas se había ahorcado. Si está escrito doce así debe leerse ya que en ningún momento dice doce discípulos, de ahí la importancia de leer bien la escritura, pudo haber sucedido once discípulos y uno más por la familiaridad y confianza cuando dice: “… Después a los doce”. Como no hay otra relación a que sujetarse para interpretación y al no haber otra explicación de quiénes eran se determina que eran doce las personas a quien se le apareció el Señor Jesús no especificando si eran los discípulos o no. Lo que sí hay que tomar en cuenta es cuando se menciona una cifra en la biblia (antiguo y nuevo pacto) debemos recordar que el Espíritu Santo nos lleva a la verdad y los números son contados como reales y fidedignos.
1 Juan 5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
En la primera carta de Juan éste hace referencia a Jesucristo como el Hijo de Dios, no hay otra referencia espiritual y divina que nuestro Señor Jesucristo es el verbo e Hijo de Dios. Al leer con la debida regla gramatical el verdadero es Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo es su Hijo, cualquier otra interpretación es errónea y está fuera de orden en el contexto espiritual de enseñanza por el Espíritu Santo de Dios, nunca dice: Jesucristo es el verdadero; sino dice: que vino a darnos entendimiento para conocer al verdadero (ver en blogs anteriores Jesucristo el Hijo de Dios), no debe ser confuso: el verdadero Dios es nuestro Padre y el enviado para salvarnos es Jesucristo, su Hijo. No caigas en doctrinas que aseveran otras interpretaciones o declaraciones. La verdadera doctrina sustentada por el mismo Señor Jesús es que Dios es nuestro Padre.
Lucas 9:33 Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía.
En los evangelios de Mateo y Marcos se encuentran escritos este hecho por demás relevante e importante para definir y conocer los nuevos tiempos que habrían de suceder en un futuro próximo, muchos se han preguntado ¿Cómo sabía Pedro que los personajes con los que hablaba el Señor Jesús eran Moisés y Elías? Pues no había algún vestigio o figura de ellos que quedara en la historia judaica. Algunos interpretan que por el Espíritu Santo, pero esta situación es desechada por la frase: “No sabiendo lo que decía”. El Espíritu Santo te lleva a la verdad y es obvio que la sugerencia de Pedro procedía de la carne y fue rechazada de inmediato por Dios, otros alegan que es un agregado, es un simbolismo y solamente es para enmarcar que la ley y los profetas quedaron atrás, los hay que dicen que nace de un conocimiento propio y por tal motivo, solo yerra en la solicitud de hacer tres enramadas, no es convincente y a pesar de ser impulsivo Pedro, este no tendría una capacidad de conocer o adivinar quiénes eran estos personajes.
La respuesta es sencilla y viene en los versículos que anteceden al versículo de referencia, el Señor Jesucristo hablaba con ellos él sabía quiénes eran ellos y los mencionaba por su nombre, Pedro lo oyó y no dice la escritura que los identificara quién era cuál, sino que solo hizo mención de los nombres que oyó durante la conversación que sostuvo Jesucristo con Moisés y Elías en sus cuerpos transfigurados.
Lucas 24:50-51 50 Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo. 51 Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo.
Según algunos estudiosos del nuevo pacto este versículo no concuerda con lo que está escrito según Marcos 16:19-20 19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. 20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.
Al parecer no hay concordancia en este hecho que es relevante porque estamos hablando de la ascensión del Señor Jesús y su nueva posición con el Padre de estar a su derecha ya que ellos dicen que estaban en Jerusalén. Al leer la escritura no hay una indicación después de leer los versículos anteriores de los que afirman que los apóstoles se encontraban en Jerusalén. Ya hemos enseñado que en el sermón de los bienaventurados (Bienaventuranzas) hay dos hechos parecidos uno sucedió en el monte, escrito en Mateo 5:1-12 1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Y otro en un llano, en Lucas 6:20-23 20 Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.
23 Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas.
También se ha hablado del milagro de la multiplicación de los panes que sucedió en dos ocasiones diferentes una ocurrió cuando se encontraban cinco mil hombres sin contar niños y mujeres en Mateo 14:13-21 13 Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. 14 Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos. 15 Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer. 16 Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer. 17 Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces. 18 Él les dijo: Traédmelos acá. 19 Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. 20 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas. 21 Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Y la otra cuando había cuatro mil, en Lucas 9:10-17 10 Vueltos los apóstoles, le contaron todo lo que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte, a un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida. 11 Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados. 12 Pero el día comenzaba a declinar; y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y campos de alrededor, y se alojen y encuentren alimentos; porque aquí estamos en lugar desierto. 13 Él les dijo: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta multitud. 14 Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: Hacedlos sentar en grupos, de cincuenta en cincuenta. 15 Así lo hicieron, haciéndolos sentar a todos. 16 Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente. 17 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos.
Estos son hechos distintos y en el cual no hay contradicción en estos versículos, retomando el versículo que requiere la explicación, Lucas sí menciona que los saca a Betania, ciudad que se encontraba a tres kms. de Jerusalén en el cual Jesucristo tenía muchos amigos y era conocido, si la escritura dice en Lucas que los sacó a Betania, lo escrito en Marcos no lo contradice ya que no lo menciona y solo queda la explicación que estando en Betania es cuando asciende a la diestra del Padre.
Seguimos exhortando a todos los lectores del Blog Buenas Nuevas La sana doctrina de Jesucristo a la luz a que sigan leyendo la escritura del nuevo pacto en orden. Amén.