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El Trabajo secular


El oficio de nuestro Señor Jesucristo en su vida secular lo constituía la carpintería, oficio que requería fuerza y habilidad para desarrollar los trabajos de ese entonces: tallar la madera, trazo y diseño, cortar y pulir, reparar y fabricar muebles y producto terminado, trabajo vendido. Así transcurrió la vida del Señor Jesús antes de su ministerio, lo heredó de José, el esposo de María, quien lo cuidó desde su nacimiento hasta la muerte, la escritura no registra su partida de este mundo, por lo que no podemos decir más del tema. Jesucristo desarrolló músculos fuertes, al atender ese oficio en el cual le serviría para su desarrollo en su ministerio, sabe que los árboles son los proveedores para la madera, el destino de ellos después de su primer servicio de dar sombra o fruto es en algunos casos para seguir siendo útiles en otro servicio como muebles u otro objeto de utilidad. Hay que redimir el tiempo mientras estemos en este cuerpo carnal, al Hijo del sabio Dios no se le dispensó de no trabajar antes de iniciar su ministerio.


Dios nos hizo, y no solo nos escogió desde antes de la fundación del mundo para que viviéramos en sus obras, sino que además nos capacitó y adiestró con destrezas, habilidades, conocimientos para que nos ocupáramos en el sustento diario en el paso por esta vida, Él es el creador de los oficios, profesiones, de las diferentes actividades productivas comerciales, industriales o de servicios, burocráticas, gubernamentales o militares. Él dió al hombre la sabiduría y la inteligencia, quienes forjan los pensamientos, la meditación, la memoria, las reflexiones, la capacidad de raciocinio para sostenerse y mantenerse en su peregrinar por este mundo, nunca dejó al hombre solo, es su creación y lo hizo a su semejanza para que cultivase la tierra, la cacería, pesca, lo dotó de dominio sobre bestias y animales, plantas y minerales y se asentará en ciudades, les dio el lenguaje para dividirlos, forjó en sus mentes leyes y formas de gobierno que fueron transgredidas por su enemigo. DIOS es el creador de todo lo que existe el hombre no puede crear, solo le es concedido transformar.


El Padre hasta hoy trabaja como lo dice en Juan 5:7 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Y su espíritu se mueve en nosotros. Los hijos de Dios somos los primeros en conocer su voluntad y tenemos parámetros más altos que cumplir y desempeñar que los demás y se requiere la ayuda de su espíritu para terminar con éxito sus encomiendas, los discípulos trabajaban también antes y después de su ministerio como lo podemos confirmar en Lucas 5:5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red. Y en 1 Tesalonicenses 2:9 Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.


El testimonio de que debemos de trabajar en lo secular como testimonio ante el mundo se constituye en 2 Tesalonicenses 3:6-12 6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros. 7 Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, 8 ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; 9 no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis. 10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. 11 Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. 12 A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.


Lo que siempre debemos de recordar cuando nos ganamos el pan de cada día con motivo de nuestros trabajos son las palabras del Señor Jesucristo que están escritas en todo el universo para que se cumpla en los hijos de Dios y se lee en Mateo 6:25-34 25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.


Confirmándola el apóstol Pedro en 1 Pedro 5:7 7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Debemos de mantener un sano equilibrio en nuestros trabajos seculares porque se puede correr el riesgo de perder el propósito de Dios en la vida espiritual como está señalado en Mateo 13:22 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Así mismo puede acontecer lo que el Señor dice en Lucas 21:34 Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.


Debemos de trabajar para no tener necesidad con los de afuera y tener contentamiento con lo que se tiene y sabemos que el fruto de nuestro trabajo secular debe ser compartido con los hermanos


Hechos 20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.


Dios nos ha concedido el pan nuestro de cada día a través de nuestro trabajo que desempeñemos, a los que tienen negocio, empresas o personal a su servicio debemos de tratar al personal como si fuera así mismo; si obedeces a sus enseñanzas él te prosperara sin necesidad de los embustes, trampas y mentiras que utiliza el mundo, si eres empleado acuérdate que trabajamos como si fuera para Dios y si le sirves a él tienes que hacerlo en completa disposición y humildad, aun cuando tu patrón o jefe sea difícil, la justica de Dios no tarda, en lo que se refiere a las ventas no hay necesidad de mentir solo haz lo que tienes que decir el Padre pondrá en el corazón de tus clientes, los que cobren con misericordia y comprensión, los que son profesionales mantenerse siempre en el agrado de Dios, en todo démosle gloria a nuestro Señor Jesucristo, cualquier oficio o actividad encomienda tu trabajo a él y lo santificara y bendecirá. Labora en paz, en fe, en amor y en la esperanza que todo está en manos del que te pone a trabajar el Padre.


Si no sabes decidir sobre tu carrera profesional o a qué dedicarte pídele la sabiduría a Dios, el enemigo te quiere confundir para engañarte y decir que Dios no te ha ayudado y evidentemente en las vocaciones se ha visto muchos engaños del enemigo de Dios sobre las personas, sea cual fuere tu condición recuerda el Señor Jesucristo es luz para que veas su voluntad, confía en él y todo lo que hagas, digas, vayas, pienses hazlo en el nombre del Señor Jesucristo.


Y es que amados lectores, como no es posible estar en el espíritu siempre, dada nuestra condición humana de vestirnos, alimentarnos y dormir, pues no debemos estar ociosos. A algunos se les dio excepcionales habilidades mentales y a otros físicas, hay que aprovecharlos al máximo para encontrar un oficio-profesión-empleo honesto que nos reditúe un ingreso, salario o sueldo a cambio de un servicio prestado.


¿Por qué es necesario trabajar en algo? Porque como dice la escritura, el Padre trabaja (diariamente cuidando de su creación) y por tanto, nosotros como hechos a su imagen y conforme a su semejanza debemos trabajar también. Y la misma creación trabaja. Animales y plantas buscan su sustento diario de la misma forma que nosotros: los herbívoros buscando sus pastos y frutos preferidos, los carnívoros moviéndose para encontrar la carne fresca que les mantiene vivos y las plantas fabricando hojas para tomar provecho de la energía química que el Sol les provee además de agregar anexos a sus raíces y conseguir agua y minerales vitales para la fotosíntesis.


Por tanto, la holganza no procede de Dios. No es una obligación, es el hecho de que si no comes, mueres. Así pues es necesario trabajar, pero en algo de sea de provecho, que ayude al prójimo y no en actividades ilícitas o no provechosas, ya que de hacerlo así a su tiempo se pagará el precio de tal rebeldía y maldad.


Otra razón del por qué es necesario trabajar, obedece al hecho que la mente se mantiene activa, el cuerpo realiza un esfuerzo y la vida fluye. Se cumple pues el anuncio del Señor que tendría que trabajar para vivir el hombre.


Finalmente, porque dependiendo del trabajo (para los de la fe) el Espíritu te revelará asuntos espirituales conforme a tu trabajo, puesto que al obedecerle y hacerlo como para el Señor, Él te prodigará de sabiduría de lo Alto para que comprendas ciertos misterios de la vida, de la fe, del amor, de la humildad, de la paz, etc. En torno a Jesucristo. Toda actividad enfocada para el servicio noble a otros tiene su recompensa, no sólo con el dinero que se percibe como cobro, sino con el saber que uno se perfecciona en lo que hace, se hace diestro y experto y le creará la necesidad de enseñar a otros. Constituye la buena fama que es otorgada por Dios a quienes bien hacen en esta tierra. En términos de lo que uno labora, es como uno recoge la perlas preciosas de la escritura durante la meditación en el Espíritu en tiempos de reposo en las horas de trabajo. ¡Maravilloso poder de Dios, que aun trabajando somos sujetos de aprendizaje!


Que la paz y la sabiduría estén en ustedes, en el nombre del Señor Jesús, amén

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