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La Fe

No se puede hablar del tema de la fe sin enunciar primero la fuente espiritual de su definición, escrita en Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. La justicia de Dios para los gentiles es tener fe en su Hijo amado Jesucristo, no hay un camino más agradable a Dios que el tener fe en su plan redentor de la humanidad para estas generaciones y esta fe no es nuestra sino viene de parte de él. Todo lo que hizo el Padre para salvarnos lo ha hecho en su amor y misericordia como está escrito en Romanos 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.


Él ha depositado nuestra fe en Jesucristo como su Hijo con el propósito de creer que el sacrificio de la cruz y el derramamiento de su sangre nos redimió de todo pecado que cometimos en la vida pasada y los que cometeremos en el futuro, todo lo ha pagado el Señor Jesús, leamos con atención el legado que nos dejó el Espíritu de Dios por el apóstol Pablo en la carta a los romanos, la primera carta epistolar escrita en el nuevo pacto y que debe de leerse por los hijos de Dios para comprender el porqué de nuestra fe en el Señor Jesús: Romanos 3:22-28 22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. 27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. 28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. Después de leer estos versículos habrás comprendido que nuestra salvación es por la fe que el amoroso Padre ha puesto en nosotros para creer. Creer es tener fe y tener fe es creer. Las naciones gentiles, o sea, todas aquellas naciones (sin excepción) que no son el pueblo judío han sido llamadas para la eternidad. Todos los pueblos, los hombres de toda lengua, género, edad, han sido dispensados por la gracia perdonadora del Padre y así lo dispuso para manifestar su gran amor por nosotros, el único requisito que pide es recibir la gracia con fe.


Para los religiosos y perversos que tratan de engañar con otras palabras que a base de conductas moralistas, éticas, humanas, etc., ya sabemos los hijos de Dios que todo lo humano es diabólico, que la procedencia de la escritura en el nuevo pacto es la única fuente de verdad para conocer y comprender a nuestro Padre. A las generaciones actuales insertamos los siguientes versículos en Gálatas 3:23-26 23 Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. 24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. 25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, 26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;


El Plan de nuestro Padre es la salvación de los hombres actuales, nadie puede detenerlo u ocultarlo pues serán presos de juicio todos aquellos que quieran desviarlos de la palabra del Señor Jesucristo, si eres de Dios publica la salvación y la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo; si no, abstente, antes que caigas en juicio, lee en el nuevo pacto el juicio que cayó sobre los religiosos que se entrometieron y trataron de interferir en el mensaje de salvación por fe que anuncio el Señor Jesús. Esto no es más que otra manifestación de poder y de amor de nuestro Padre como está escrito en 1 Corintios 2:5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.


El universo fue hecho por Él, todo lo que existe fue hecho por el poder de su palabra, aun su enemigo fue hecho por Él, Él es el creador de todo lo que existe, no hay nada que escape de su poder y nada le es más precioso que reciban la oportunidad de oír de la salvación. Dios ama al hombre que tiene fe en el Señor Jesucristo, también ama al hombre y quiere que todos se vuelvan a la fe, si es posible, autoriza al hombre arrebatarla, aún, si no ha sido llamado a la salvación, Él es el Todopoderoso ¿Quién como Él? Quién es el ignorante, torpe y engañador que dice que Dios no tiene amor para salvar al hombre cualquiera que fuese su condición pecadora, Él solo quiere ver a Jesucristo en nuestra mente y corazón para realizar el cambio a la nueva vida que ha preparado para los que creen como está escrito en Romanos 5:1-2 1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.


Para Dios es más importante el hombre que la creación misma, para los hombres unos cuantos pesos valen más que la vida del hombre esa es nuestra condición delante del único y sabio Dios.


Algunos que no han comprendido la palabra del Señor y tergiversan todo porque no se dejan ser conducidos por el Espíritu Santo, tuercen las escrituras al no darle la debida interpretación. Los siguientes versículos escritos en Santiago 2:17-26 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. 18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20 ¿Más quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? 21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. 24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. 25 Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? 26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.


Los torcedores de la palabra quieren interpretar como obra humanas las que se refiere estos versículos y estos solamente descansan en los designios del Señor, la fe de Abraham consistió en obedecer a Dios para el sacrificio de su hijo y Rahab en recibir a los mensajeros. La fe siempre debe estar en obediencia a la verdad o sea a la palabra, creer es lo más importante y lo que es obrar en el Señor Jesucristo; pongo varios ejemplos, la palabra dice: Obedece a tu marido en todo. La mujer por fe debe obedecer en todo, así está dicho en el nuevo pacto, esta es la fe; la mujer que obedece cumple la obra en obedecer a su marido y agrada así al Señor. Perdona a los que te ofenden. Perdonar es la obra de la fe y al obedecer estas cumpliendo la Fe. Todo lo que pidieres en su nombre, él lo hará. Esta es fe, cree en lo que pides, conforme a las cosas del Señor Jesús, esto es poner por obras la fe. El que cree en mí, vida eterna tiene. Si tú no crees que te puede salvar o estas condicionado a salvarte por ti mismo, amigo por tus palabras y pensamientos serás juzgado, no has puesto por obra la fe en la salvación y como no crees, serás condenado por ti mismo.


Ten fe, sin fe es imposible agradar a Dios, no andes en religiosidades y en conocimientos o mandamientos de hombre: CREE en el Señor Jesucristo como el Hijo de Dios y serás salvo tú y tu casa. (Lee el blog Jesucristo el hijo de Dios).


La fe, amigos míos, es un estado espiritual en el que la carne, el alma y el Espíritu están compenetrados a tal grado que la carne misma se sujeta al Espíritu. En este punto, la persona con fe actúa conforme a la escritura de un modo consciente, pero a la vez inconsciente, es decir, no lo hace por obligación sino por obediencia. En ningún momento se siente forzada a creer, sino que muy dentro de sí misma confía ciegamente en que Dios resolverá alguna situación.


Recientemente, charlaba con una persona en verdad llena y plena de conocimientos humanos y teológicos. Baste decir que en el momento cumbre de la plática, me preguntó cómo es que estaba tan seguro de lo que decía, pues le hablaba precisamente que la fe y no la religión salvaba. La religión, muy al contrario, condena porque te obliga a realizar actos que a veces no quieres hacer, decir palabras que no sientes decir, estar en lugares que no quieres estar… Por lo que en pocas palabras, te ata a un estilo de vida que es forzoso. Y la fe es un estilo de vida en el cual uno no está forzado a hacer algo en cierto momento o en cierto lugar, sino que uno lo siente y lo hace. Andar por fe, es vivir creyendo en las promesas de Dios sin cuestionar. Es saber sin duda alguna que al obedecer los mandatos de Cristo de buena gana se tienen recompensas en la vida venidera.


Tener fe es vivir en paz, en sencillez, porque se sabe que lo mejor no es aquí, en esta tierra, sino en la eternidad. Amén.

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