(Basado en el capítulo 4 de 1ª. de Timoteo)
El decálogo es una enseñanza que se debe contar con los dedos de las manos y los siervos de Jesucristo deben predicar la sana doctrina y apegarse a lo que está escrito en el nuevo pacto.
1.- Enseña a los hermanos
La congegación es al principal público que se debe enseñar las sagradas escrituras. Los hermanos requieren conocer la palabra del Señor Jesucristo, son los que están instruidos por el Espíritu Santo para oír. Principio de Dios es el que demanda a los siervos de Cristo (fieles al llamamiento de servir y predicar): enseñen a los hermanos por el Espíritu palabra del Señor Jesucristo.
2.- No hagas caso de cuentos
Muchos predicadores que no están avezados en la palabra del nuevo pacto y para mantener atenta o con el fin de crecer el número de su membresía enseñan muchos cuentos para entretenerlos y no enseñan la biblia. Esto constituye un acto para la carne y el alma que no edifica en el espíritu pues divierten y distraen, debemos estar conscientes de que estamos para la gloria de Dios y que el Señor Jesús está en medio de la congregación y sólo se hace presente cuando se reúnen en su nombre y se predica su palabra.
Hay hermanos que tienen canales de televisión y hasta satélites y su predicación en muchos casos son cuentos. Debemos enseñar la palabra a los hermanos a leer la biblia que contienen las riquezas de sabiduría en Cristo Jesús útiles por la inspiración de Dios para preparar a los hombres a toda buena obra.
3.- Ejercítate en la piedad
Dios es piadoso, nos enseña a través de su Espíritu el misterio de la piedad. Debe pues practicarse en los hermanos la piedad: la enseñanza de visitar a los hermanos, visitar a los afligidos y enfermos, asistir a los necesitados para ser fieles de Jesucristo. Los hermanos debemos practicar el amor continuamente para los miembros de la iglesia, vecinos, compañeros, amigos, familiares o según lo que el Espíritu disponga. Todo hacerlo en el nombre del Señor Jesús para buen testimonio de los que sean testigos de dichas acciones por el Espíritu Santo de Dios.
4.- Evita que te desprecien
No dice que no te despreciarán eso va a ser muy difícil en este mundo. Para los hijos de Dios que son despreciados hay que ser fuertes a las circunstancias. Incluso puede darse el caso que al visitar a un hermano y se burle de la sana doctrina del Señor Jesucristo que le compartamos, somos hijos de Dios e hijos del Rey, Dios nos ama tanto, lo perdonamos y puede que nos desprecien una vez, pero evita que te desprecien otra vez. Al hacerlo, lo salvas y lo amas o de lo contrario aquél se enfrenta a un juicio de Dios. A veces hay que huir, no para nuestra protección y seguridad sino para que no les pase una cosa peor para los que están contra nosotros. Constituye un ejemplo de amor y misericordia hacia el que ose despreciar el evangelio o las enseñanzas del Señor Jesucristo.
5.- Sé un ejemplo de pureza
Empatía con el Señor Jesús ¿Cómo podemos ser ejemplo en la iglesia sino es por la pureza, por la santidad? En los postreros tiempos los hombres van a ir de mal en peor, la pureza es un signo inequívoco que los del mundo podrán ver en nuestras acciones, sigamos persistiendo en nuestro pensamiento de ser como Jesucristo y seremos puros de corazón y veremos a Dios en esta vida.
Si el Padre es santo somos los ejemplos de su santidad, el apóstol Pablo nos invita a la pureza pues somos siervos de Jesucristo por medio de la práctica. Y debemos ser ejemplos así como Jesucristo lo fue en su tiempo para testimonio a todos que él es el enviado de Dios.
6.- Leer la las escrituras del nuevo pacto en público
Hay una versión en la biblia que dice que debemos de leer las escrituras en público, o sea en las iglesias, no en la calle, a menos que pidamos permiso a las autoridades, en lugares concurridos, en el transporte o una plaza o mercado. Leer el nuevo testamento, un capítulo de los evangelios a los que lo oyen por primera vez es una gran prueba para demostrarte que se cumple que la palabra no vuelve vacía. Y se verifica el gran poder de la espada de dos filos a los oyentes que estén en ese momento.
7.- Anima a los hermanos
Es menester apoyar a los hermanos en la fe a que no se marchiten, sino más bien dar palabras de consuelo, amor y esperanza, para que sigan su camino en gozo. La vida es dura y más si se anda en el camino debido a tentaciones o pruebas, pero cuando unos estén en prueba los demás que no están apoyarles en oración, ruego, súplica al Todopoderoso por medio de Señor Jesús y por la visitación para confort de sus almas y espíritus en la medida que sea posible.
8.- No descuides tus dones
El Espíritu Santo repartió dones a los santos, no hay hermano que no tenga dones espirituales es una promesa, es una verdad pero los descuidamos y no los ponemos a trabajar.
Es muy importante que al ir a una guerra tenemos que armarnos, mas los hijos de Dios sabemos que si estamos firmes en la roca aunque vengan tsunamis, huracanes o vientos tempestuosos no nos pasará nada porque los conocimientos en el Señor Jesucristo nos tendrán fuertes.
9.- Ten cuidado de ti mismo
Hermanos si en la palabra está escrito por el apóstol Pablo a un siervo de Dios como Timoteo que tenga cuidado de sí mismo, nos alerta a que los ataques externos son inevitables y se pueden percibir. Aquí la exhortación es que todos los hermanos debemos cuidarnos a nosotros mismos, cuántos hermanos hemos visto que se descuidaron y cayeron. Tenemos el Espíritu Santo, él nos redarguye: oigámoslo y entendamos lo que nos pone en peligro. Vanidad, protagonismo, liderazgo, vanagloria, soberbia, actividad pecaminosa, malos tratos, injusticia, parcialidad, poder, avaricia, codicia y otras conductas que hemos visto que muchos siervos de Dios por no atender este principio, muchos se han vuelto atrás, debemos cuidarnos y en este momento le pedimos a nuestro Padre por medio del Señor Jesucristo que los que participamos en este blog, no lleguemos a descuidar su preciosa salvación y nos mantenga firme en Cristo Jesús y a los que lean este blog se les conceda mantenerse firmes en el evangelio del Señor Jesucristo, Amén.
10.- Sigue firme en todo
Tenemos que tener fortaleza, sabemos que vamos a recibir dardos del enemigo por medio incluso de nuestros familiares, hay que vencer. La fortaleza es no desistir aunque se caiga. Tomar fuerza y proseguir. Continuar sin renunciar. No claudicar en lo que se cree.
Hay que repasar la biblia recuerda que es progresivo el conocimiento de la palabra del Señor Jesucristo. AMÉN.