Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
Efesios 2:18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así está escrito en Efesios 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo. El Espíritu Santo es un ser que no se puede estudiar bajo el raciocinio o visión humana (el error que cometen muchos creyentes conocedores de la biblia) de tratar de convencer a los científicos incrédulos y ateos, ignorando lo que ha dicho el Señor Jesús; que el mundo no lo va entender porque no tiene el Espíritu como está escrito en Juan 14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
La palabra de Dios es para los que la entiendan y la leen, es para su linaje, si alguien quiere entenderla y no puede, la fe lo salva, o pone por obra la palabra de Dios en servicio a los hermanos, se salva también. Dios es misericordioso, no seas como los fariseos que quisieron condenar a todos y se condenaron a sí mismos. Si tú la lees y no la aplicas en la vida, cuidado porque se te va a demandar. Seguir leyendo el nuevo pacto es lo que debes de estar haciendo. Alguien cuestionaba ¿Por qué el Padre esconde los tesoros de la sabiduría y conocimientos en Jesucristo? Si algo está escondido es por su valor y para que no cualquiera lo conozca, solo los que tengan sed de él y los que él ha escogido, tu ten la sed de la verdad.
Está escrito en Juan 1:32 También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Jesucristo tenía el Espíritu Santo de Dios y el mismo Espíritu estaba sobre él, es lo que está escrito y es la forma de entenderlo, el Padre glorifica al Hijo en su bautismo y en su inicio de ministerio. El Espíritu mora en nosotros es sin lugar a dudas una gran realidad en la vida de los hijos de DIOS, pobre es un ser necesitado, carece de bienes y valores para solventar su vida, el pobre espiritual es lo mismo, sabe que es imposible vivir en esta carne que no puede al pedimento de Dios y que requiere de su amor y misericordia para obrar. Está escrito en Mateo 5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. El reino aparece en su esperanza, es el valor de la vida espiritual, reconocer tu insolvencia para el pago y todo se perdona.
El Espíritu es como el viento no se ve, es otra dimensión. En este pasaje en Lucas 24:37-40 37 Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. 38 Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? 39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. 40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
Para conocer la voluntad y conocimiento del Señor Jesucristo se requiere lo que está escrito en los versículos del evangelio de Juan 7:39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado. Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
En Juan 6-63 se lee: El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. La palabra del Señor Jesucristo es la que da vida a todo lo que tú hagas, es espíritu por la protentosidad que este mundo, fue hecho por la palabra de su poder y su poder es su espíritu. Dios profetizó a la iglesia gentil del derramamiento de su espíritu en Hechos 2:17 Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, el espíritu nos va a indicar lo que dice el espíritu, tenemos que tener el oído fino para oír lo que nos quiere decir; enseñamos los siguientes versículos que nos ilustra la forma en que procede:
Hechos 8:29 y 39 29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. 39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino.
Hechos10:19 Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan.
Hechos 16:6-7 6 Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; 7 y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió.
Hechos 20:22 Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; el apóstol Pablo nos enseña por el Espíritu que el espíritu nos habla y lo obedecemos, no le podemos hablar a él, es un error doctrinal, no podemos ni invocarlo ni alabarlo: aquí hay perversión y engaño.
En La carta a los romanos el Espíritu enseña a Pablo las grandes obras que Dios hizo para nuestra salvación y estuviéramos confiados cada vez más en la obra que Dios hizo en nosotros en Romanos 8:1-11 (lo transcribimos íntegramente):1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9 Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia. 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
Estos versículos son los que utilizan los que no han entendido las cosas del Señor Jesús y la Misión del Espíritu Santo y quieren mal interpretarlas diciendo que hay condenación a los que andan en la carne y por consiguiente su salvación se pierde y no han comprendido lo que el Espíritu Santo enseñó al apóstol Pablo lo que Dios hizo para destruir la trampa del enemigo a Adán y Eva en los inicios de la humanidad, antes de esto recordemos lo que el apóstol Pablo dice a los Colosenses 1:9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
Teniendo la sabiduría espiritual comenzaremos a describir los versículos anteriores en los cuales nos muestran que hay dos formas de actuar de los seres humanos: en la carne y en el espíritu. No hay una intención de condenar a los que pecan deliberadamente sino de darte a conocer que ya no procedes en la carne, Jesucristo condenó al pecado en la carne y todo lo que tu realices en desobediencia va a tu carne, porque es producto de la carne, el apóstol Pablo dijo: quién me liberará de esta carga de pecar, solo el perdón de Dios, nuestra lucha en nuestro interior es constante y solo el Espíritu Santo puede vencer a la carne, nosotros por nosotros mismos, no podemos. El deseo de los hijos de Dios que han depositado su fe en el Señor Jesús sabe que somos víctimas del pecado, la debilidad, el engaño, la naturaleza, la tentación, el enemigo se vuelven con mayor fuerza que antes que conociéramos al Señor Jesús, no vivir para no pecar sería lo justo, lo mejor, lo indicado para vencer al pecado, para que le sirve a Dios esta forma de no pecar.
Otros no se puede, los miembros se rebelan, se encienden y lo mejor es golpearse, herirse y sacrificarse, tampoco sirve, la lucha terrible que opera en los hijos de Dios, ¡qué difícil camino¡ esto es lo que dice el evangelio, claro que no, si leemos bien en el espíritu. Jesucristo te dice que ya pagó por tus pecados y los condenó en la carne, ahí están; habrá consecuencia con algunos de ellos y otros te enfrentaras a su disciplina pero no dejas de ser hijo de Dios, la naturaleza es divina, él es nuestro Padre y el no desecha. L o nuestro es anhelar las cosas del espíritu y el desatenderá las conexiones carnales de nuestro pecado, pero aferrarte a la obra salvadora del Padre, he visto muchos hermanos que se han vanagloriado, han atemorizado a la grey, los han relajado y no les han enseñado lo que verdaderamente quiere Dios en tu vida, el pago ha sido tremendo por no verter conforme al espíritu y pervertir su palabra.
Debemos confiar en Jesucristo y él va a ser la obra en nosotros, por nosotros mismos no podemos, y claramente se puede enseñar sí hay condenación a los que andan en la carne los cuales no son sus hijos, a ellos sí les depara su condenación y castigo; pero nosotros tenemos abogado con Dios, tenemos su Espíritu que nos ayuda como dice en Romanos 8:26-27 26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles, 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. Por si fuera poco tenemos su disciplina, el perdón de pecados y la sangre derramada en la crucifixión, tenemos el amor, además que él nos constituyó y sabe de nosotros y solo le podremos pedir la salvación y él no rechaza a nadie, algo más para gozarnos en nuestro Señor Jesucristo y seguir haciendo su palabra. En Romanos 8-14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Nos da su gran amor a nosotros.
El Espíritu Santo se manifiesta a Pablo en 1 Corintios 2:4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, el apóstol Pablo escribe para que conozcas que el hablar del evangelio es mejor hacerlo en el Espíritu porque es poder, lee detenidamente este versículo de supremo poder en la misma carta de 1 Corintios 2:10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. En eso consiste la fortaleza de vivir en el Espíritu, sabremos todo lo de Dios.
El cuerpo de Jesucristo está unido por el espíritu de Dios como lo dice 1 Corintios 12-13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Si somos de un mismo espíritu debemos entonces de amarnos y perdonarnos.
El Espíritu Santo nos exhorta en Gálatas 3:2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? Ya no sigas la ley, si estas en ella el Espíritu Santo no está en ti, te estas engañando, la fe es por el Espíritu, en la misma carta está escrito a los Gálatas 5:16 y 17 16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. No luches contra la carne, vas a perder, deja que el Espíritu obre en ti y te de la victoria.
En 1 Pedro 4-14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Se cumple en esta palabra si somos del Señor Jesús ciertamente no cabemos en este mundo.
Lectores lean lo que dice en 1 Juan 3:24 Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. Los mandamientos de Jesucristo hay que obedecerlos por el Espíritu Santo de Dios. Gócense con esta realidad en los hijos de Dios. Lee con atención los siguientes versículos en 1 Juan 4:1-3 1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
La palabra del Señor Jesucristo es clara y diáfana, la complicación de revolver la escritura no es la correcta interpretación. En este cuarto tema sobre el Espíritu Santo se ha dejado claro que su misión es enseñar las cosas del Señor Jesucristo, que a los que aceptan haber creído que Jesucristo es el Hijo de Dios, mora en ellos y los inviste de sabiduría, de poder, de fe y los hace partícipe de su fruto. El Espíritu Santo es un espíritu que proviene de Dios para hacer perfectas las cosas en el mundo. Si conoces a Jesucristo es por el Padre y envía su espíritu para que no flaquees y ni te rindas, y él te hará vivir las grandes cosas para lo cual has sido llamado. Por hoy puedes haber comprendido que el Espíritu Santo no es para todos, solo para los escogidos. Si hay un valiente que tome estas promesas de fe hágalo que la salvación le ha llegado, no deje de ver los siguientes blogs para diciembre de los dones y fruto del Espíritu Santo. Y mantengámonos como dice la escritura en Efesios 4:3-4 3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; 4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación. Amén.