Milagros de resucitación en el nuevo pacto
- Cuerpo Editorial
- 16 ago 2014
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Se lee en Mateo 10:5-8 5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, 6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. 8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
Una vez concluido estos versículos despeja dudas acerca del advenimiento del Señor Jesús por su pueblo, primero los judíos el amor de Dios que dispensa es sobre todas las cosas. La misión para los discípulos era predicar el evangelio y para ello dio poder sobre cuatro situaciones:
Sanad enfermos
Limpiad leprosos
Resucitad muertos
Echad fuera demonios
Todo esto en forma gratuita, vamos a deleitarnos con el tercer estado de solución en el cual estaban investidos de poder los doce discípulos del Señor Jesús para levantar a los que estaban muertos, es claro que nos estamos refiriendo a personas que ya no contaban signos de vida o para hacer más claro las personas ya no tenían aliento de vida, en estos ejemplos no estamos hablando espiritualmente.
Muchos se han preguntado si el poder para resucitar muertos ya no es en nuestro tiempo una realidad y que se han agotado los casos para testimonio del mundo; que solamente los doce discípulos tenían esa potestad directa del Señor Jesús y que ese poder se ha diluido con el paso del tiempo y ya no va ser posible realizar una resucitación, vamos a discernir espiritualmente lo que está escrito en el nuevo pacto ya que hay una manifestación de poder y tenemos la obligación de enseñar sobre estos hechos milagrosos de levantar a los muertos para vida, porque no hay duda para los hijos de Dios que lo que se lee en la escritura es la verdad absoluta.
Se lee en Mateo 9:18 Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante él, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. Mateo 9:23-26 23 Al entrar Jesús en la casa del principal, viendo a los que tocaban flautas, y la gente que hacía alboroto, 24 les dijo: Apartaos, porque la niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él. 25 Pero cuando la gente había sido echada fuera, entró, y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó. 26 Y se difundió la fama de esto por toda aquella tierra.
En los ejemplos de resucitación que viene señalados en el nuevo pacto hay un patrón denominador: El hecho debe ser público, debe haber testigos, no es un caso solitario, quien diga que se hace la resucitación en secreto o por teléfono, no está fundamentado en la Escritura.
Otro común denominador es quien realice la resucitación debe ser un siervo de Dios, investido de lo Alto, cumplir un ministerio o estar lleno del Espíritu Santo para llevar a cabo dicha tarea. Otro dato interesante es que es de un periodo de adulto hacia abajo joven o infante, no hay distinción de género.
Dios es el Padre de todo Espíritu, como lo es el de la vida y el que da aliento de vida a todo lo que existe tiene en su poder quitar y dar la vida, no importa el tiempo, si alguien solicita el favor de levantar de la muerte a un familiar, se puede lograr porque el Padre oye la necesidad y apoya a los siervos que predican su palabra conforme a Su Voluntad.
En el caso del principal va en fe y le confía el método: “pon las manos en ella y vivirá”, el Señor Jesús con su poder la levantó.
Está escrito en Juan 11:25 25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Si te hace esta pregunta el Señor Jesús, le contestarás que sí. Él tiene poder para levantar muertos y está atento al que se lo pida como se puede ver más adelante.
Se relata en Juan 11:27-45 27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. 28 Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama. 29 Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él. 30 Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. 31 Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. 32 María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. 33 Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, 34 y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. 35 Jesús lloró. 36 Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba. 37 Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? 38 Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. 39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. 40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? 41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. 42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. 43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! 44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. 45 Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él.
La voluntad del Padre de levantar a los muertos está en Su Poder. Es inherente a Él, es su potestad; Jesucristo ora, el Espíritu lo hace. Aquí no hay imposición de manos: se quitó la piedra, los testigos hacen lo que dice, a gran voz ordena: “Lázaro, ven fuera”, obedece y otra vez el hombre participa. -Desatadle y dejadle ir- y se da el testimonio de que Dios está en él y el testimonio de poder surte efecto de creer en él.
Se lee en Hechos 9:36-42 36 Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. 37 Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala. 38 Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros. 39 Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas. 40 Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. 41 Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva. 42 Esto fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor.
En este ejemplo pedir de rodillas orando y se confirma hay que decirle por su nombre o por su estado que se levante, en ocasiones hay que desalojar a la gente, aquí el testimonio es que había hermanos en ese grupo.
Se relata en Hechos 20:7-12 7 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. 8 Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos; 9 y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. 10 Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. 11 Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. 12 Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente consolados.
¿Puede suceder alguna cosa de ataque cuando se está impartiendo la sana doctrina del Señor Jesucristo? ¿Habrá algún mal que se cierne sobre la iglesia teniendo un gran cuidador de ella? En este ejemplo el apóstol Pablo, lleno del poder del Espíritu Santo, lo abrazó y lo hizo volver a la vida, el poder de Dios está en la iglesia de Cristo, las congregaciones en el cual se reúnen en Jesucristo, su Espíritu está en ella y nos hace partícipes de sus revelaciones y de su poder.
Estos ejemplos relatan claramente que habían muerto cuatro personas y se levantaron con vida, (en otros temas abordaremos la resurrección de los hijos de Dios y la resucitación colectiva) es un hecho que la resucitación hoy en día, puede seguir sucediéndose en la vida de la iglesia de manera normal y natural, aun cuando pase cierto tiempo de haber expirado las personas que pueden ser objeto de una resucitación. Se tienen que reunir algunas formas que han sido enunciadas, esta resucitación no tiene nada que ver cuando el hombre es asistido por médicos y personas que utilizando métodos mecánicos y físicos ayude a revivir las funciones biológicas y fisiológicas de una persona.
El género humano a través de varios medios hace creer en personas que mueren y traen testimonios de algún pasaje en la etapa entre la vida y la muerte, hablan de cosas paranormales y experiencias del mas allá, cuestiones necias, torpes y faltas de verdad, no forman parte de la vida de los hijos de Dios. Ninguno de los personajes descritos de la resucitación del nuevo pacto habló o dio testimonio durante ese trance, la explicación es obvia. El espíritu sale del cuerpo y va al que lo dio, al Padre; el alma está suspendida en juicio, recordemos que toda cosa sucedida ya ha sido realizada, el cuerpo está inerte, es testimonio que al no tener signos de vida es declarado fallecido o muerto.
El poder del Espíritu Santo constituye la vida en la resucitación. Pero debe haber un propósito para la eternidad, es un testimonio del poder de Dios a la humanidad incrédula. Los hijos de Dios, al mantener una comunión espiritual con el Padre están aptos y capacitados para discernir si procede la resucitación de una persona. Aunque los hijos de Dios sabemos que es mejor abandonar este mundo e irnos a la eternidad con el Señor Jesús, el mundo incrédulo tiene miedo a la muerte pues su destino es de condenación, trabajemos en la obra de predicar la sana doctrina del Señor Jesucristo, el Espíritu Santo libera su poder en los que trabajan en el Señor Jesucristo para testimonio a los que escuchan. Para Dios, la resucitación de una persona no es imposible está en su diestra, es su esencia, es su potestad, es su ejercicio sobre todas las cosas, la relación con el Padre por medio de nuestro Señor Jesucristo debe ser espiritual para ejercer la resucitación, sin largas oraciones, sin alardes publicitarios, sin ayuda externa, solamente con el poder de Dios por la fe, esperanza y amor en nuestras vidas. Llenando una página más del paso de la Iglesia de Cristo en nuestro tiempo en el libro de hechos de los apóstoles y testificando que Jesucristo es el autor de la vida. Amén.