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La oración (tema 2 de 2)


Quizá la oración fue el área más socorrida en los albores de la iglesia en Jerusalén por los hermanos de mayoría judía, como puede verse en los siguientes versículos en el libro de los Hechos 1:14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos. Hechos 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Reconocieron en la oración un instrumento espiritual poderoso para dejarse guiar bajo la poderosa mano del Señor como lo podemos leer en Hechos 1:24 Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, y así los discípulos se concentraron en los asuntos espirituales. Hechos 6:4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.


En la oración es muy importante estar en unidad y dejar todo pensamiento terrenal y material, despojándose de toda ansiedad y problemáticas cotidianas, a fin de que se pueda sentir el acercamiento con Dios como está escrito en los siguientes versículos de Hechos 4:31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios. Hechos 12:12 Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.


Para los hermanos que gozan de medios económicos solventes este versículo es de mucha utilidad para su redención de tiempo, conocer las cosas de Jesucristo, temer a Dios, orar y repartir ofrendas: Hechos 10:2 piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre. Se refiere al testimonio de Cornelio.


En cualquier lugar se puede orar, hay un conocimiento torcido que en ignorancia y a veces en rebeldía en la actualidad se requiere ir a un templo mal denominado casa de Dios para orar, el cual no es correcto. El lugar es lo de menos, donde sea necesario tu invoca el nombre del Señor Jesús: Hechos10:9 Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta.


El ayuno (trataremos el asunto en septiembre) constituía una actitud y aptitud judaica de agradar al Señor, era práctica constante en la vida de la iglesia en formación. Hechos 13:3 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. Hechos 14:23 Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.


La posición de orar es libre: sentado, arrodilados, de pie, acostado en el lecho de enfermedad o cansancio. En estos versículos del libro de Hechos de los apóstoles 20:36 señala: Cuando hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos. Hechos 21:5 Cumplidos aquellos días, salimos, acompañándonos todos, con sus mujeres e hijos, hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la playa, oramos. Pablo ora de rodillas, esta posición denota ruego, clemencia, rendición, súplica, nuestro cuerpo le dice al Señor que clama a Él en señal de entrega absoluta y acato a Su Voluntad de lo que se ha orado.


El versículo 28 de Hechos 28, quisiéramos explicarlo brevemente porque estas palabras han sido deformadas por varios obreros que no hacen caso a la palabra del Señor y por ende fuera del Espíritu, aun así puede haber nuevos hermanos que pueden imitar esta actitud espiritual y ciertamente se cumplirá lo prometido por el Señor Jesús, leamos en Hechos 28:8 Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó. El apóstol Pablo oró, no hay necesidad de muchas palabras sino de mantenerse en el Espíritu Santo, el Señor Jesús dijo a su discípulos que no hay que recitar un discurso o disertar una larga oración, eso no proviene del Espíritu.


El verdadero poder reside con los que están sustentados en la vida de Cristo, aquí el apóstol Pablo oró, la comunión con el Padre es muy importante, impuso las manos (en el mes de Octubre trataremos imposición de manos) y sanó. Es muy sencilla, austera, práctica, sobria la palabra del Señor Jesús, no debe de haber demasiadas palabras, los enfermos claro que se van a gozar, reconocer, agradecer la sanidad recibida y los que ejercen ministerios solamente sentir que Dios está con sus hijos.


Los hermanos que están en ministerio deben tener presentes a todos los hermanos en sus oraciones como puede verse en Romanos 1:9 Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones, y otros más versículos, ese acto constituye una forma de cuidar a las ovejas del Señor Jesús así como también debe solicitar apoyo e intercesión Romanos15:30 Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios,


En 1 Corintios dice 14:15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. El apóstol Pablo nos dice que debemos de ser coherentes con nuestra mente en lo que pidamos, suplicamos o hablamos con nuestro Padre: debe ser entendible y estar en beneficio para escuchar el amén de los que nos oyen.


En Efesios 6:18 se lee: orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; es menester que los que han creído que Jesucristo es el Hijo de Dios se mantengan en su conocimiento en la lectura del nuevo pacto en orden y obedecerla, a fin de vivir en el Espíritu y mantener el poder de Dios en nosotros en nuestra oración y estar en vela por todos los hermanos que conocemos o inclusive por los que vamos a conocer.


La sanidad puede ser operada con el poder del Espíritu Santo a través del don de sanidad (en próximos blogs trataremos los dones y frutos del Espíritu Santo), por el clamor del enfermo, y como está escrito en Santiago 5:14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y los ancianos, pastores, obispos por medio de la oración y aceite, están aptos para ir al enfermo y seguir estas reglas en la obediencia a Dios. Como comentario los judíos no practicaban la medicina como las demás naciones ellos como pueblo de Dios tenían reglas muy específicas que permitían mantenerlo saludable y en caso de desobediencias o pecados cometidos la enfermedad rondaban y se posesionaban de ellos, en los evangelios hay diversos comentarios de que si padecían algún mal era por su estado pecaminoso y la enfermedad era resultado de su conducta. De ahí que el Espíritu les dice a los hebreos convertidos que ahora en el evangelio de Jesucristo llame a los ancianos y sigan en obediencia estas indicaciones con fe y sanará.


En la actualidad los hijos de Dios que permanecen en el Espíritu Santo es dada gratuitamente su salud y sanidad, sin embargo, entre los que ejercen ministerio en algunos casos cuando se oficia ya un ministerio consagrado, existen padecimientos más que por disciplina, lo permite el Señor por yugo para que no se desvíen, como en los casos de Pablo y Timoteo ilustran este dicho.


La enfermedad en los hijos de Dios es propicia por algunas contaminaciones espirituales, no estar en el Señor Jesús, exceso de libertad en el mundo, desobediencia en los mandamientos de Jesucristo, dar mal testimonio de nuestra vida y un sinnúmero de causas en que contristamos el Espíritu Santo y que nos debilita y nos hace recaer física y mentalmente (conocemos hermanos con serios problemas mentales), la oración es una herramienta muy importante para combatir la enfermedad, la sanidad proviene de Dios.


En Santiago 5:16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho, es muy hermoso que las congregaciones sean de un mismo sentir, pero habrá en ciertas congregaciones que existan fricciones en nuestras relaciones con los hermanos, hagamos de esas debilidades nuestras fortalezas obedeciendo este versículo. En el último mensaje se puede apreciar que la oración debe tener calificativo “eficaz”, esto es, debe ser bien encaminada para recibir el resultado esperado y esperar que dicha solicitud se haya realizado en forma correcta para esperar su pronta respuesta.


En 1 Corintios 11:4 dice: Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. Esta instrucción es necesaria conocerla y obedecerla, los varones en la iglesia por ningún motivo deben orar o profetizar con la cabeza cubierta. Constituye deshonra para su cabeza que es Cristo, si ven a alguien orando o profetizando en la iglesia de este modo, habrá que disciplinarlo y exhortarle que se quite lo que cubre su cabeza cuando ora o profetiza (Gorras, sombreros, velos, cualquier objeto sobre la cabeza).


En 1 Corintios 11:5 Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. Señala cómo deben orar y profetizar las hermanas en Cristo: con velo sobre sus cabezas. El sistema religioso romano tenía esta instrucción pero hace unas dos décadas abandonó esta práctica en aras de la modernidad, la iglesia de Jesucristo en la actualidad no ha sido enseñada y por ende no la obedece. Suponen que no es necesario o es irrelevante, pero el apóstol Pablo por el Espíritu dice en 1 Corintios 11:13 Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? Y evoca la naturaleza distinta que tienen las mujeres con los varones. Lo anterior para las mujeres casadas. En el caso de las hermanas solteras no hay nada al respecto y sería una buena señal para reconocer el estado civil que guarda la hermana: si es viuda, divorciada y separada, niña. Nosotros no somos contenciosos oramos como dice el evangelio. Amén.


En próximos blogs aparecerán los temas:

La oración diaria (matutina, vespertina y nocturna)

La oración íntima con el Padre

La oración en la iglesia

La oración intercesora (modelos)

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