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Siervos de Jesucristo a seguir por los hijos de Dios

He visto en el mundo películas comerciales sobre la aparición de Dios para entregarles las tablas a Moisés, pero en ninguna de las películas del Señor Jesucristo aparece el gran momento de oír la voz del Señor en el Monte Tabor en el cual se encuentra el Señor Jesucristo, Moisés y Elías y decir este es mi Hijo amado “A Él oíd”. Comprendo al mundo y su ignorancia, al enemigo de Dios y sus maquinaciones para ocultar los misterios de vida plena en el nuevo pacto. Una tendencia errónea que siguen muchos creyentes es tratar de imitar a los siervos de Dios del antiguo pacto, pues el nuevo pacto ofrece grandes modelos dignos de seguir sus pasos para agradar al que nos salvó, no hay visión en las cosas de Jesucristo para muchos que se dicen miembros de la iglesia.


Para los que se dicen ser de Cristo, es imperante insistir y recordar que el antiguo pacto no es para nosotros, sino el nuevo, puesto que los patriarcas de las doce tribus de Israel han sido removidos por los doce discípulos del Señor Jesús para ser juzgadas por ellos a su tiempo, tan así es la importancia de los nuevos siervos de Dios en nuestro tiempo.


Ya no hay siervos de Dios contra el mundo como los judíos. Una vez más: el fracaso de los judíos fue no haber dado testimonio del Padre ante las naciones paganas, no haber predicado la bondad del Padre, solo fueron enfrentamientos, contenciones de un pueblo rebelde para con su Dios que querían el dominio y gobierno material. Codiciaban lo ajeno sin importarles que tenía lo mejor, lo más puro, lo más santo, lo más misericordioso. Con la venida del Señor Jesucristo hay un cambio en toda la manifestación de Dios al hombre, hay otra gracia, otra obra mejor para este pacto, ha mejorado con la incorporación del Señor Jesucristo, ya no hay milicia, ya no hay ley sacerdotal, ya no hay templos hechos de manos, ya no hay nada en el mundo para nosotros ahora es el Espíritu Santo el que gobierna nuestras vidas, el que te hace conocer la palabra del Señor Jesucristo y que andes en una vida espiritual.


Los grandes siervos del antiguo pacto en comparación de uno de los pequeñitos de Dios hay un gran trecho, esta nueva época la inicia Juan el Bautista, los discípulos del Señor Jesucristo, José de Arimatea, Nicodemo, Esteban y aparece luego el apóstol Pablo antes (Saulo de Tarso).


Pablo dice en 1 Corintios 11:1 Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. Dice a la iglesia pasada, actual y futura su testimonio fue verdadero él fue tomado, él no escogió al Señor, el Señor lo escogió y le produjo la vida ardua y tesonera para predicar el evangelio, su evangelio fue el mensaje de Jesucristo, el Espíritu Santo recopiló la obra de fundación de la iglesia de los gentiles.


La imitación no es la burda copia de alguna cosa sin valor, una fe fingida o un andar hipócrita sino todo lo contrario: representa un anhelo de seguir un ejemplo, un modelo que ayude a forjar en la vida de los hijos de Dios, Jesucristo es el camino y hay que recorrerlo, ahora detallaremos algunos pasajes bíblicos de algunos hermanos que vivieron en el primer amor.


Aquila y Priscila fueron una pareja de esposos que se dieron en servicio y reunían a los hermanos en su casa para ejemplificar un genuino mover en la iglesia de Cristo, la más pura forma de congregarse en Jesucristo para dar testimonio ante el mundo que la presencia del Señor es real y verdadera. Leamos en Romanos 18:2-3 2 Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos, 3 y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas.


Romanos 16:3-5 3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, 4 que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles. 5 Saludad también a la iglesia de su casa.


Romanos16:19 Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor.


Bernabé, gran ayudador en la obra incipiente de la iglesia de Cristo, colaborador cercano de Pablo, al final no estuvo de acuerdo con el apóstol, pero su disposición de servir al Señor lo llevo a ser útil en la gran tarea de proveer para la evangelización, (el ejemplo de este siervo es la de mantener la libertad de decisiones sobre el evangelio sin llegar a la ruptura, como ahora sucede) al final tuvo discrepancias con el apóstol Pablo, leamos en Hechos 4:36-37 36 Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, 37 como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles.


Hechos 9:27-28 27 Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús. 28 Y estaba con ellos en Jerusalén; y entraba y salía,


Hechos 11:22-25 22 Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía. 23 Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor. 24 Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor. 25 Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía.


Hechos 15:35-39 35 Y Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con otros muchos. 36 Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están. 37 Y Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos; 38 pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra. 39 Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre.


En Gálatas 2:13 Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Bernabé se equivoca al tratar de judaizar para complacer a los que querían obligar a seguir en la ley.


Apolos, un hermano virtuoso con dotes de gran orador leamos en Hechos 18:24-28 24 Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. 25 Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. 26 Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios. 27 Y queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los discípulos que le recibiesen; y llegado él allá, fue de gran provecho a los que por la gracia habían creído; 28 porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo.


La labor de Apolos (por la humildad de aceptar ser enseñado por Aquila y Priscila) dio fruto y muchos hermanos creían en la palabra del Señor, sin embargo muchos hermanos ponían sus ojos en los siervos y Pablo por el espíritu los reconvenía en no poner la vista en los siervos sino en el Padre como se puede ver en la Primera carta a los Corintios 1:12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.


1 Corintios 3:4-6 4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? 5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.


1 Corintios 4:6 Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros.


Este ejemplo nos ilustra que en ocasiones hay divergencias en la obra y hay que saber sujetarse a las circunstancias como lo podemos leer en la misma carta de 1 Corintios 16:12 Acerca del hermano Apolos, mucho le rogué que fuese a vosotros con los hermanos, más de ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tenga oportunidad.


En la última referencia sobre este siervo le escribe a Tito que los encamine a él y a Zenas Tito 3:13 A Zenas intérprete de la ley, y a Apolos, encamínales con solicitud, de modo que nada les falte.


Epafrodito, para muchos desconocido pero en lo que se refiere a su participación en los inicios de la iglesia, es un ejemplo a seguir, de muchas cualidades al servicio del apóstol Pablo, y un ejemplo de lo bondadoso que es Dios con todos aquellos que ministran el evangelio. Tengamos fe en las cosas del espíritu, no pongamos nuestros ojos en lo que se ve, sino en lo que no se ve. Leamos lo que dice el espíritu a través de Pablo de Epafrodito en Filipenses 2:25-30 25 Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades; 26 porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado. 27 Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza. 28 Así que le envío con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza. 29 Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como él; 30 porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí. Filipenses 4:18 Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.


Debemos de servir a los verdaderos siervos del Señor Jesucristo y no a los que se sirven del evangelio como fuente de ganancia, discernamos en el Espíritu y pidamos al Señor Jesucristo que constituya siervos que lleven la sana doctrina por doquier, hasta que se cumpla el número de redimidos en nuestra época.


Filemón, la carta a este gran hermano hace llorar al más fuerte de los hermanos, un llamado al amor, al perdón y a la misericordia de Dios, un mensaje de gratitud, de solicitud y de confianza en que el Espíritu Santo fue derramado en Filemón, no hay mas ley que la práctica constante del amor, leamos la carta completa y vivámosla en nuestras vidas para honra y la gloria de aquel que nos amó nuestro Señor Jesucristo.


Filemón 1 1 Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, 2 y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa: 3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. 4 Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de tí en mis oraciones, 5 porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos; 6 para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús. 7 Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos. 8 Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, 9 más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo; 10 te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, 11 el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil, 12 el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo. 13 Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio; 14 pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario. 15 Porque quizás para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre; 16 no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor. 17 Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo. 18 Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta. 19 Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré; por no decirte que aun tú mismo te me debes también. 20 Sí, hermano, tenga yo algún provecho de ti en el Señor; conforta mi corazón en el Señor. 21 Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que harás aún más de lo que te digo. 22 Prepárame también alojamiento; porque espero que por vuestras oraciones os seré concedido. 23 Te saludan Epafras, mi compañero de prisiones por Cristo Jesús, 24 Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores. 25 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.


Queridos lectores, Filemón al leer esta carta sé que en el espíritu que todo lo sabe y que está desde la misma creación y nos lo hace saber, hizo hasta lo más que pudo por Onésimo con amor y gratitud al Señor Jesucristo.


Febes, la hermana servidora de los santos. De ella da testimonio el apóstol Pablo en Romanos 16:1-2 1 Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; 2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.


Y así podemos enumerar a los siervos que son mencionados en la escritura y hubo muchos más en los cuales su reconocimiento está registrado en los libros de la eternidad para gozo de la vida de la iglesia. Que cambio tan profundo para los maestros, pastores y profetas en 2 Tesalonicenses 3:7-9 7 Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, 8 ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; 9 no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis.


Los siervos del Señor Jesucristo que no trabajan de ciudad en ciudad deben imitar al apóstol Pablo y la nueva misión para los hijos de Dios, consiste en servir, amándonos más entre nosotros es la vida plena espiritual consagrada al Señor Jesucristo.


En la vida del ser humano, amados míos, es necesario tener hérores, personas sobresalientes en hechos en las cuales inspirarnos para dar en parte sentido a nuestras existencias: Algún héroe deportivo, histórico, ficticio, etc. Seres en los que nos sentimos identificados y procuramos imitar sus dichos, acciones, pensamientos y creencias.


Sabedor de esto, el Señor nos ha concedido tener siervos, personas sobresalientes como las mencionadas anteriormente de las cuales nosotros podamos tener una guía de cómo empezar a caminar en el camino de salvación por Jesucristo. Ellos fueron testimonios vivos del evangelio en sus tiempos y aunque ellos partieron hace mucho el Espíritu ha dejado en las cartas sus hechos para ejemplo y enseñanza de que podemos andar el Camino así como ellos lo hicieron.


Y así le ha parecido a Dios tener testimonio escrito de ellos, para motivación nuestra y ver que ellos también empezaron de cero como nosotros, crecieron y cada quién hizo según su ministerio, su obra. Varones y mujeres fuertes en la fe en Cristo, fieles y constantes, solícitos en oración y ruego y testimonio para la propagación de la palabra.


Debemos pues, imitarlos a ellos como ellos imitaron a Cristo por amor. Y no por ellos o nosotros, sino por Cristo. Así, a su debido tiempo, nosotros debemos dejarnos guiar por el Espíritu y continuar la obra iniciada: mantener el testimonio de Cristo en este mundo, sobre esta tierra porque ¿qué sería de los que aun no saben, de los que faltan por ser llamados? Por eso, debemos seguir el ejemplo de ellos: vivir confiada y sobradamente en Cristo.


Amén.

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