La palabra del Señor Jesucristo es oída en todo el contorno del universo de su tiempo, no ha perdido su vigencia sino que es recordada, operada, reflejada en el acontecer diario y además es practicada por los hijos de Dios con el poder de su Espíritu Santo. Leemos en Juan 14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. Esta es una palabra de poder sintetizada al máximo para su mayor comprensión y puesta en acción por todos los hijos de Dios por la fe en el Señor Jesucristo. Aunque hoy en día muchos han olvidado esa fe que procede de Dios y que requiere ser alimentada para su crecimiento día a día y con el tiempo se habrá engrandecido si nos mantenemos en la esperanza y amor.
Trataremos de explicar en posteriores capítulos algunos elementos y factores que son dignos de considerar para tener un mayor entendimiento en los asuntos de nuestro Padre. Tengamos siempre en nuestra mente que el poder de Dios se manifiesta en aquellos que verdaderamente son hijos de Dios y se reúnen en la iglesia en donde su fundamento es el Señor Jesucristo en humildad, debilidad y mansedumbre y no andan como los del mundo como puede apreciarse en 1 Corintios 4:19-20 19 Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos. 20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.
Por hoy analizaremos el poder de Cristo en nuestra vida diaria, en el cual cada día es una realidad vivir la libertad y santidad (apartarse o dejar del mundo) que el Señor nos ha demandado.
Leemos en Lucas 5:1-10 1 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. 2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. 3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. 4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red. 6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. 8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. 9 Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, 10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
Destacamos del anterior ejemplo lo siguiente:
El Señor sabe nuestras necesidades y usa lo que tenemos para la propagación de su palabra.
No hay necesidad de cambiar de negocio u oficio para agenciarnos el pan de cada día o de lugar o espacio, hay que hacerlo en Su Nombre y con Fe, pues él ya lo hizo. No nacieron, crecieron y se multiplicaron los peces en ese mismo instante, ahí estaban, solo que ellos lo habían hecho sin la palabra de Cristo.
Se requiere el esfuerzo humano y obediencia, ahora el Espíritu Santo nos dice qué hacer, qué decir y a dónde ir pero tenemos que intervenir, los peces no saltaron a la barca, se echó la red para sacar los peces.
En el caso de buscar trabajo, hay que encaminar los pasos al lugar en el cual se solicitan vacantes acorde a tu oficio y serás llamado, hazlo en Su Nombre y con Fe.
Y descansa sobre ti una profecía como a Pedro que se cumplió en Hechos de los apóstoles 2:41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.
Una lección importante que veremos después es que tu oficio o profesión en tu carne será el ministerio que recibirás en la iglesia de Cristo.
Es extraordinaria la forma en que el Señor Jesús nos va enseñando su palabra. Veamos otro ejemplo: Mateo17:24-27 24 Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? 25 Él dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños? 26 Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos. 27 Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.
Cabe hacer la aclaración que estos impuestos son al templo (ya sabemos que los hijos de Dios no pagamos tributos ni diezmos) y no al gobierno, (pues los hijos de Dios debemos pagar siempre los impuestos que solicita la autoridad) Este milagro resalta la obediencia a Cristo de tu oficio; paga, no vendas, no pidas prestado, de tu oficio el Señor Jesús te hará pagar tus deudas, en este caso, Pedro era pescador y fue al mar echó el anzuelo y ahí estaba el dinero para el pago.
Una lección de este pasaje es que no hay impuestos a los hijos de Dios, estamos exentos, si alguien te quiere cobrar en la iglesia no les des, son religiosos y se han vuelto contra la palabra del Señor Jesús.
Veamos un ejemplo más. En la alimentación de los cinco mil haciendo un comparativo con la descripción que hizo Juan (ya que en Marcos y Lucas dicen casi lo mismo que en Mateo) y los otros evangelios según lo que está escrito en Juan14:13-21 13 Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. 14 Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos. 15 Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer. 16 Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer. 17 Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.18 Él les dijo: Traédmelos acá. 19 Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. 20 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas. 21 Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
En Juan 6:5-12 5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? 6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. 7 Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. 8 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: 9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? 10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. 11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. 12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada.
Diferencias
En Juan, Jesús habla con Felipe y lo cuestiona; en Mateo no.
En Juan hay una cantidad de dinero que se menciona y no alcanza para la multitud; en Mateo no hay referencia.
En Juan es un muchacho quien tiene los cinco panes y los dos pececillos; en Mateo no hay referencia del muchacho.
En Juan se sientan de cincuenta en cincuenta; en Mateo no, en Marcos y Lucas si coinciden con Juan.
En Juan Jesús da gracias; en Mateo mira el cielo da gracias, bendijo y partió.
Coinciden en:
5000 varones sin contar mujeres y niños
La repartición por sus discípulos y estos los entregaron a la multitud.
Estaban recostados apacentados.
Recogieron lo que sobró y eran doce cestos.
El significado de la alimentación de los cinco mil es un milagro de gran magnitud, pues fue real y en los discípulos se fue multiplicando los panes y peces para saciar un hambre que se apreciaba. Aunque el pueblo no pedía pan, los discípulos se preocuparon por el hambre que podría surgir entre los que oían la palabra, Jesús sabe que después de su palabra viene el hambre físicamente y no hay de qué preocuparse puesto que lo más importante es querer oír la palabra de Dios genuina, sana, íntegra y verdadera y lo demás viene por consecuencia. Tengamos en mente el ejemplo que viene de los dos estados que guardan los hijos de Dios en Marta y María: una oye la palabra, y la otra hace lo material como después lo enseñara en Lucas 10:41-42 41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 42 Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. En Mateo: Jesucristo mira el cielo da gracias, bendice y parte, en Juan aprenderán sus discípulos que el Espíritu Santo es acción y agradece su gran amor.
Los discípulos reparten, así dio inicio la iglesia los discípulos repartían y luego delegaron. Se hace reposar, descansar en hierba, apacentados y contados, obediencia para recibir el pan y ser saciados, ser llenos, él es el pan de vida que sacia toda hambre y el agua viva que sacia toda sed. Pero nuestra humanidad nos hace perder esta visión y posteriormente le amamos por lo que nos da y no por lo que es Él, como lo dijo después al conocer la condición débil de los hombres: me siguen por la comida que les doy, olvidándose de su gran amor en su sacrificio por todos.
Fueron contados de cincuenta en cincuenta, todo está contado, el Espíritu Santo es orden y disciplina. La iglesia de Cristo establecida en toda la tierra es orden y disciplina, recogieron doce cestos no se debe desperdiciar, la administración de todo es tarea de todos los hermanos, con doce discípulos inicia la iglesia, el milagro de la alimentación de 5000 sin contar hombres y mujeres, de la alimentación de los cuatro mil se recogen 7 cestas son los siete espíritus de la iglesia a través de las edades, el espíritu de Filadelfia (amor entre los hermanos) ya ve que el espíritu de Laodicea (pluralidad de opiniones) inició su resplandor en este siglo y el fin se está acercando. Todo es posible para los que creen. El Espíritu Santo guarda a la iglesia de Cristo de la levadura y contaminación de las corrientes religiosas que difunden doctrinas apartadas de Dios, cualquiera que fuera; son falsas y engañadoras, no tienen parte ni suerte en su camino a Jesucristo.
Repartamos la palabra del Señor Jesucristo gratuitamente, no hagas caso a los mercenarios, a los perversos y a los mercaderes que quieren hacer mercadería como los negocios de este mundo, el milagro de la alimentación está más vigente que nunca, el número los conoce Dios. Amén.