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Los maestros en la iglesia de Jesucristo


En Efesio 4:11 se lee: Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros. Hablemos de este último ministerio: ser de los maestros implica una gran vocación y profesionalismo. Algunos hermanos conjuntan el ministerio en pastores y maestros y otros lo señalan como una división entre los pastores y los maestros. Siendo dos funciones completamente distintas entre sí como se puede leer en 1 Corintios12:28-29 28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29 ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Todos maestros? ¿Hacen todos milagros? Por lo que nos quedamos con esta última interpretación ya que en posteriores blog hablaremos de los pastores.


Jesucristo es reconocido entre la iglesia como Maestro, él mismo enseña en Mateo 23:8-11 8 Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. 10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. 11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.


Jesucristo hace una gran distinción entre las relaciones del mundo consigo mismo y las relaciones entre los hijos de Dios en la iglesia: el protagonismo, el manifestar superioridad y enseñorearse no pertenecen a las enseñanzas del Maestro. Jesucristo apela al término plural y nadie que se diga que pertenece a la iglesia de Jesucristo puede utilizar el singular en sí mismo o alguien más porque es una blasfemia y el tal ya está desautorizado por Jesucristo. Puedes integrarte al cuerpo de maestros siempre hablando en plural: -soy del (pertenezco al) cuerpo de maestros de tal congregación- en lugar de -(yo) soy maestro de tal congregación- pues hay demasiada jactancia y descubre una desobediencia a lo enseñado por el Señor Jesucristo.


Porque ¿en qué lugar de enseñanza ha de haber dos catedráticos o profesores enseñando en una clase sino uno solo por asignatura? Y a la verdad, la enseñanza viene por uno (Jesucristo) más la edificación por los muchos que por medio del Espíritu entienden el mensaje de la enseñanza. Porque no solamente uno es revelado, sino muchos para evitar soberbias innecesarias dentro de la grey y porque hay maestros para cada tipo de personas, pues toda la sabiduría no puede caber en un solo vaso. Así, amados míos, no yerren de nuevo en este tópico, para no caer en la desgracia espiritual en que muchos antes ya han caído.


En 2 Timoteo 1:11 del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles. El apóstol Pablo puede utilizar el singular porque era el iniciador de la iglesia para los gentiles. Él hacía muchas funciones y las iba delegando en cuanto constituía iglesias en las diferentes ciudades por las que pasaba, se puede leer en la carta a los Corintios que dejaba en libertad a los hermanos y en algunas ocasiones cuando la iglesia se apartaba de sus enseñanzas los exhortaba y recordaba quién les había llevado el evangelio.


La función de los maestros en la iglesia es enseñar a los demás miembros la doctrina del Señor Jesucristo, en libertad y ajustándose a lo escrito en el nuevo pacto (la palabra maestro en nuestro idioma viene del latín magister que se interpreta enseñanza). Los maestros en la antigüedad dilucidaban misterios o meditaban sobre algunos asuntos difíciles para la mente común.


En la iglesia los maestros deben ser pacientes con los de nuevo conocimiento, versados en la palabra del Señor Jesucristo, enseñando con analogías provistas de ejemplos reales, guiado por el Espíritu Santo haciendo partícipe de las doctrinas y revelaciones de otros hermanos maestros.


Hay aproximadamente más de 1,200 asuntos que los hermanos requieren conocer sobre la doctrina del Señor Jesucristo para ser sabios en la salvación y no correr riesgos en desviarse a la apostasía. En Santiago 3:1 se lee: Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Esto no es para desanimar o desalentar este ministerio precioso en la iglesia, sino para recordar que debemos practicar lo enseñado primero.


En Mateo10:24-25 está escrito: 24 El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. 25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzeb, ¿cuánto más a los de su casa?


¡No dejemos nuestras enseñanzas de Jesucristo! Las requerimos para ser sabios en nuestra salvación, los maestros deben de tener la continuidad necesaria, el espacio y el tiempo necesario en la congregación para efectuar su trabajo.


Insertaremos un pasaje de la biblia en Juan 3:1-10 que explicará detalladamente lo que en otros blogs se ha enseñado:


1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. 3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. 9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? 10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?


No es por intelectualidad, mente privilegiada o por estudios en institutos bíblicos, esta práctica es una burda imitación a los del mundo, esto es por revelación del Espíritu. ¡Oh maestros! No tengan temor de enseñar la sana doctrina del Señor Jesucristo, que el Espíritu Santo que está en sus discípulos hará que comprendan; más si les es difícil lo que enseñan sean pacientes, esperen pues se está probando su paciencia.


En Juan 13:12-20 está escrito: 12 Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. 14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. 15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. 16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. 17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis. 18 No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; más para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar. 19 Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy. 20 De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.


Una gran lección de humildad para aquellos que están en presbiterio (de este tema hablaremos después en detalle en el blog de septiembre).


Los maestros en la iglesia de Cristo deben estar alertas con muchos falsos obreros y maestros que andan y circulan en las localidades, promotores del error y la apostasía, sus corazones están llenos de maldad y no descansan en desviar a los hermanos. Sean celosos y manténganse alerta. Recuerden que si enseñan lo correcto, sus discípulos lo aprenden correcto y lo que siembran segarán. Recuerden; no enseñen con muchas palabras y no enseñen más de lo que está escrito.


Si tú que lees quieres ser de los maestros tendrás que esperar el llamado del Señor Jesucristo. Oirás la voz del Espíritu, por imposición de hermanos de la iglesia, por profecía, y tendrás que leer y comprender el nuevo pacto. Si has leído en orden la escritura del nuevo pacto y has leído nuestro blog habrás notado, que nuestra participación en la difusión de la palabra obedece a una consagración en el Señor Jesús leyendo su palabra, guardarnos del mundo y de toda corriente filosófica y teológica que el mundo come todos los días, la comunión y la participación en el amor fraternal con los santos, redimiendo el tiempo y proveyendo para la casa, el tiempo de treinta años en esta vida espiritual no es importante pero es un factor significativo que debes tomar en cuenta que se requiere tiempo para comprender las cosas, usa tu sentido común, dependiendo la actividad que realices es el tiempo que te lleva hacerlo, no es lo mismo una carrera universitaria, que un curso de actualización de cualquier materia.


No hay una regla específica al momento de enseñar si en la congregación en el nombre de Jesucristo forma parte de la vida de cada iglesia al reunirse uno o varios días para la enseñanza exclusivamente. Es aquí donde los hijos de Dios que viven en el Espíritu aprenden a moverse en libertad. En ocasiones extraordinarias algunos hermanos podrán visitar otras congregaciones para participar y enseñar el evangelio o ponerse de acuerdo en alguna doctrina del evangelio, habrá que recibirlos en paz y hospitalidad si traen verdaderamente la doctrina de Jesucristo. La iglesia necesita verdaderos maestros del evangelio de Jesucristo para fundamentar y sustentar a los hermanos en Cristo. Se tú parte de ellos si tienes este ministerio.


Es necesario que los maestros escudriñen las Escrituras para entender más las cuestiones seculares, naturales y espirituales y que los que sean enseñados hagan preguntas y cuestionen para que el Señor, según su hambre y sed de sabiduría espiritual, sea pleno en revelar dichas cuestiones. ¿Por qué? Porque preguntando, se aprende, se comprende y se vive. La doctrina en sí, es para vivirse y otros viendo esto, crean que lo que se predica (Cristo) no tanto por las palabras sino por los hechos de un modo diferente de vivir al que están acostumbrados. También para estar preparados ante circunstancias adversas, donde el malo al querer tentarnos con preguntas necias, por el Espíritu tengamos la respuesta adecuada y derrotarle. Por si fuera poco, someter a los insensatos ignorantes con conocimiento espiritual de tópicos tan variados al querer inquirirnos cualquier cosa.


Para terminar, he aquí un ejemplo de cómo se considera a los maestros. Jesucristo es quien provee de los ingredientes (enseñanzas) así como las recetas (mandamientos). Los chefs (maestros) tienen a su cargo grupos de aprendices (discípulos) sobre los cuales les muestran cómo preparar las mejores viandas (doctrinas y testimonio) a los comensales (congregación). El que tiene oído, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Amén.

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