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Riquezas espirituales en Cristo

Se lee en Romanos 9:23 Y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que Él preparó de antemano para gloria”, a los hijos de Dios por la fe en el Señor Jesucristo nos ha sido enseñado por el Espíritu que tenemos que ser envueltos en la esperanza de sus verdaderas riquezas para comprender el propósito que Dios nos ha destinado para servir como testimonios vivientes de su poder y pregonadores de sus tesoros.


La vida de Cristo en sus hijos nada tiene que ver con las riquezas que ofrece el mundo, la intromisión del enemigo de Dios para estorbar su propósito eterno en nosotros hace que muchos desistan del llamamiento a que hemos sido objeto. Hay que esforzarse a obedecer la lectura de los siguientes versículos en Colosenses 1:27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, es el máximo galardón experimentar a Jesucristo en esta vida y en la misma carta se lee en los versículos Colosenses 2:2-3 2 para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, 3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.


A qué riqueza mayor podrían aspirar los hijos de Dios que no sea la oportunidad de poseer el conocimiento de Cristo. Es lo mejor que nos aconteció para vencer al mundo. Como está señalado en el versículo de poder con promesa de Efesios 3:16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; y además gozarnos con lo que está escrito en 1 Corintios 1:5 porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia;


Error en la visión de muchos que han conocido la gracia del Señor Jesucristo y se han vuelto a las riquezas de este mundo, hay perversos que quieren engañar a los que son del Señor al revolver las riquezas de este siglo con las riquezas espirituales de Cristo.


Raíz de males es al amor al dinero, su deseo es poseer la mayor cantidad de dinero, acumularlo y codiciarlo es su extravío y van en pos del dios Mamón. Los del mundo han nacido para eso, pero los que alguna vez, estuvieron en el camino el Señor han sido engañados y engañan a sus seguidores, creen en el poder del dinero para solucionar males y se envuelven en placeres y concupiscencias, en su hipocresía y falsedad. Se olvidan de la sentencia fatal que se encuentra escrita en todo el universo “Sin nada han venido a este mundo y nada se llevarán” y no advierten lo que está escrito en 1 Timoteo 6:17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.


Confiemos en lo que está escrito en Romanos 10:12: Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; ¿Qué necesidad podemos tener la cual el Padre con su amor no nos pueda ayudar o atender sea espiritual o material?


Anhelemos las cosas del Espíritu, despojémonos de todas las cosas de la carne y acatemos lo escrito en los versículos a los Efesios 1:18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, Efesios 3:8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y en Efesios 2:7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia.


Ocupémonos de las cosas en esta vida en paz y cooperación entre los santos y no nos afanemos pues es una promesa de nuestro Padre que se puede apreciar en 2 Corintios 9:10-13 10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. 12 Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; 13 pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos.


El Espíritu guarda en nuestro corazón y mente lo escrito en Santiago 2:5 Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Anhela vivir en las riquezas espirituales de nuestro Señor Jesucristo. Amén.




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