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Milagros por misericordia y por fe.

Existe la duda de si en estos días suceden milagros como los descritos en los evangelios. Ciertamente están, pero son cotidianas las expresiones de poder en la vida solamente de los santos que viven conforme al evangelio de Dios en libertad y santidad, no como el mundo la pregona, sino en el Espíritu Santo en tu vida.


Hoy en día hay muchos engañadores que malinterpretando la palabra de Dios condicionan a los que se acercan. Para que suceda el milagro que requieren les obligan a decir largas oraciones que no entienden y las repiten porque buscan el favor de Dios. Pero estos religiosos los confunden más y no los hacen profesar y vivir la gracia de la misericordia de Dios.


Veamos algunos ejemplos escritos en la biblia del nuevo pacto en el cual debemos de vivir a diario:


Mateo 8:1-4 1 Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. 2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 3 Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. 4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.


¿Se ve este tipo de actitud y de aptitud en los dizque siervos de Dios?


No, ellos en su humanidad y carnalidad ofrecen un triste espectáculo ante los ojos del mundo y de los que buscan a Dios. Reprobados en toda buena obra y alejados de la misión de Jesucristo, por amor a nuestro Señor Jesucristo apelamos que los hijos de Dios obran como lo hizo el Señor Jesús en los versículos anteriores.


Veamos otro ejemplo en Mateo 8:5-13 5 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, 6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. 7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. 8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. 9 Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. 10 Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. 11 Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; 12 más los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. 13 Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.


Somos hijos de Dios por la fe en el Señor Jesucristo, dice en el libro de Romanos el que cree en Él jamás será avergonzado ¿habrá algo en sanidad que el Señor no pueda actuar? ¿Permitirá el Señor seamos avergonzados al no poder cumplir con una petición que le hagamos? ¡No! Él está esperando manifestar su poder para que la gente vea que Él es una realidad plena de vida y poder. Actuemos en fe todos los hijos de Dios.


Observemos la siguiente manifestación de sanidad en Mateo 8:14-15 14 Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. 15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.


A veces con sólo saludar de mano los hijos de Dios transmitimos el poder de sanidad a la gente con quien convivimos. Las hijas de Dios deben servir a los verdaderos siervos de Dios. Está escrito. Hoy en día abusan de esta práctica algunos religiosos y esclavizan. En la iglesia de Cristo servir, hospedar, ayudar es una práctica constante de amor.


Otro ejemplo de misericordia por fe es el que se describe en Mateo 9:1-7 1 Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. 2 Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. 3 Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema. 4 Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? 5 Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? 6 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. 7 Entonces él se levantó y se fue a su casa.


Fe, obediencia, poder y testimonio es una conjunción de elementos que conforman estos hechos, en la vida de la iglesia no debemos obrar con tibieza, el Señor Jesús está en nuestras vidas y el obra poderosamente a través de su Espíritu para todos aquellos que se acerquen a conocer al Señor Jesucristo.


En Mateo 20:29- se lee: Al salir ellos de Jericó, le seguía una gran multitud. 20:30 Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! 20:31 Y la gente les reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! 20:32 Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga? 20:33 Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos. 20:34 Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron.


Profecía, fe y sanidad en esta descripción del milagro, estaban en el camino y clamaron, la gente no quería que los oyeran, pero Él escucha: ¿qué queréis que os haga? Y sus ojos fueron abiertos para recibir la vista y le siguieron.


Hoy, muchos engañadores quieren vivir este acontecer y les es negado por no vivir en el Espíritu y no darle la gloria al Señor Jesucristo al no obedecer su palabra e ignoran lo que está escrito en 1 Corintios 12:10 y 29 10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, 29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? interpretación de lenguas.


Ellos quieren hacerlo todo y caen en mentira el cuerpo es una diversidad de miembros y todos tienen expresión pero ellos en su deseo y vanidad quieren todo para ellos ¡Cuidado! La sana doctrina nos alerta a los hijos de Dios a separarnos de ese tipo de hombres que se han desviado y a vivir en la iglesia de Cristo.


Recordemos lo que está escrito en Hebreos 2:3-4 3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.


La iglesia de Cristo es un Cuerpo y su Cabeza es el Señor Jesucristo, fuera todo nicolaísmo que nos quiere desviar al error, seamos sensatos y discernamos que nuestra vida está sujeta en el conocimiento excelso del Hijo de Dios. Amén.

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