Todos los que hemos creído que Jesucristo es el Hijo de Dios, el espíritu nos hace realidad ser santos. Es una aspiración que Dios el Padre quiere para sus hijos, pero no sé si al estar en una religión notas que te hacen creer que los santos son aquellos que han hecho cosas grandes a Dios en sus vidas ¡no es cierto, es un engaño! Porque ni es verdad lo que dicen que hicieron y lo que hicieron no lo mandó hacer el Señor Jesús. Somos santos porque hemos sido apartados por el Espíritu Santo para Dios y profesar la fe en Cristo Jesús.
Para los hijos de Dios por la fe en el Señor Jesús, somos miembros de un cuerpo y la cabeza es Cristo, al sujetarnos en Cristo tenemos diferentes funciones, somos iguales, somos uno y tenemos que amarnos y ayudarnos mutuamente, porque estamos en un mundo que no es nuestro, pues pertenece al príncipe de este mundo y siempre quiere atacarnos.
Ofrendar a los hermanos esto es: otorgar ayuda económica en especie o en dinero, palabra de consolación o consejo, servicio, hospedaje, etc. Cuando haya una necesidad en alguna congregación constituye un galardón entre los hermanos y se rige bajo los siguientes principios:
1.- De lo que fuiste prosperado repártelo a los hermanos necesitados
Es necesario suplir primero a los de tu casa y, si te alcanza a ofrendar hazlo. No des lo que no tienes, ni des lo que no es tuyo.
2.- Mas bienaventurado es dar que recibir
Tengamos en mente y en nuestro corazón siempre este principio, al que da siempre Dios le dará para que continúe dando.
3.- Dios ama al dador alegre
No demos a fuerza, Dios lo ve todo. Cree y ten fe en el anterior versículo, que amor hay más grande en esta vida que el amor de Dios. Sé alegre para dar así vivirás y sentirás el verdadero amor.
4.- En secrecía es lo mejor
Si no publicas tu ofrenda a los hermanos, lo sabrá el Padre que todo lo sabe, oye y ve y habrás hecho.
La ofrenda es una dádiva, no es un préstamo, ni limosna, es cubrir una necesidad económica de un hermano o de un prójimo. Por lo general suceden en casos fortuitos o inesperados tales como funerales, pérdida del trabajo, viajes inesperados, el sufrimiento de un robo, persecución por proclamar la fe en el Señor Jesucristo y tantas otras situaciones que se viven para honra del Señor Jesús. En casos de enfermedad es mejor llamar a los ancianos (no gastar en médicos o medicinas) buscar el poder de Dios por medio de la fe en el Señor Jesús.
5.- No buscar beneficio o lucrar con las ofrendas
Cuando des una ofrenda, no busques tener algo a cambio como a manera de sacar ventaja, pues Dios conoce las intenciones del corazón. Recuerda lo que pasó con Ananías y Safira, al querer sacar un beneficio tentando al Espíritu Santo de Dios.
Para los que aportan en especie debe ser útil y en buen estado, (considérate a ti mismo), si alguno tiene oficio o profesión, póngalo a servicio de los hermanos en amor, la ayuda mutua es parte de la ofrenda, si tienes la ofrenda dala de inmediato, no le digas, regresa mañana.
La ofrenda es prueba y testimonio, no renuncies a ella.
Acompañamos los siguientes versículos que nos habla del tema
Mateo 6:1-4
1 Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. 2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 3 Más cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Hechos 20:35
En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Romanos 1:7
A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
1 de Corintios 1:2
A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
1 de Corintios 16:1-2
1 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
2 Corintios 9:7
7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre
Efesios 1:4
Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
Efesios 5:1-2
1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. 2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
Filipenses 4:21-22
21 Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan. 22 Todos los santos os saludan, y especialmente los de la casa de César.
Hebreos13:16
Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
1 de Juan 3:17-18
17 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? 18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
La iglesia de Cristo hace las cosas del nuevo pacto por el Espíritu Santo, no podemos voltear al antiguo pacto, contentamiento y paz sean para todos los santos (apartados del mundo) para vivir la libertad gloriosa en Jesucristo. Amén