Antes de dar inicio a este tema, vamos a explicar la importancia del tiempo actual en que Dios el Padre nos ha permitido vivir, la venida del Señor Jesucristo es un parteaguas en los tiempos de Dios, la iglesia de Cristo se fundamenta en que Jesucristo es el Hijo de Dios.
La religión judía terminó y con ella inicia la vida espiritual de los hijos de Dios. Esta se ve conformada por dos corrientes: los judíos creyentes que pasan de ser pueblo, a ser hijos de Dios y ahora los mal llamados judíos mesiánicos que no son más que hijos de Dios por cuanto han creído que Jesucristo es el Hijo de Dios. (Mesías ungido o el esperado) y por supuesto la iglesia gentil, o sea, todos los pueblos ajenos al pacto que tuvo Dios con Israel, ahora en su infinita misericordia vuelve sus ojos a todas las naciones y son rescatados los que creen.
Al pueblo judío Dios le dio la ley y envió profetas, porque el clero judío y sus gobernantes se olvidaban de sus mandamientos y ordenanzas. Referente a lo anterior hay más de cien versículos que lo demuestran en el antiguo pacto, hemos escogido dos. Uno que está escrito en: Levítico 27:34 Estos son los mandamientos que ordenó Jehová a Moisés para los hijos de Israel, en el monte de Sinaí. Y en Deuteronomio 5:1 Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos; aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra. Al leer estos versículos podrás observar que Dios se los dio a Moisés para el pueblo de Israel en el monte de Sinaí. Está escrito en Mateo 17:1-5 1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; 2 y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. 3 Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. 4 Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. 5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. En el monte Tabor, Dios ha dispuesto un solo mandamiento para la iglesia de Cristo en nuestro tiempo. Oír la palabra del Señor Jesucristo porque su palabra es verdad y es para siempre.
La ley sigue vigente para todos los hombres, pues con esa ley Dios el Padre juzgará a todos los hombres que no han creído a su anuncio en sus diferentes tiempos. Para los hijos de Dios por la fe en el Señor Jesucristo hay otro yugo que llevar que es ligero y fácil de cargar, porque nos ayuda el Espíritu Santo. Los hijos de Dios no estamos bajo el régimen de la ley, ni de los mandamientos que Adonai le dio al pueblo judío, sino que vamos a la plenitud de vida espiritual porque el Bendito Padre nos ha enseñado a vivir sus obras.
Ahora bien interpretemos los siguientes versículos en el cual el Señor Jesucristo dice en Juan 14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos. Juan 14:21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Juan 15:10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
¿A qué mandamientos se refiere el Señor Jesús? Habremos pues de leer la escritura a buscar en el Espíritu estos mandamientos y encontramos en Mateo los siguientes mandamientos dichos por el Señor:
Mateo 5:21-44 21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. 22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego 23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. 25 Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. 26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante. 27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. 29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 31 También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. 32 Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio. 33 Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. 34 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; 35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey 36 Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. 37 Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede. 38 Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. 39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; 40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; 41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. 42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. 43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
En Juan 13:34 y 35 Jesucristo dice 34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. Y en Lucas 22:19-20 nos da un mandamiento totalmente olvidado por las congregaciones de hermanos la celebración de la santa cena. 19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. 20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.
En otro tema hablaremos de los estatutos y ordenanzas del Señor Jesús y los mandamientos que nos han sido impuestos por el Espíritu Santo, lo más importante es que conozcas los mandamientos del Señor Jesús y los apliques en tu vida.
La carta que el apóstol Pablo le escribió a las iglesias establecidas en Galacia habla de la desviación de dichos hermanos por retroceder a cosas que ya no forman parte de la iglesia de Jesucristo. Ejercitémonos en el cumplimiento de los mandamientos del Señor Jesucristo para que se cumpla lo que esta escrito en los siguientes versículos 1 Juan 2:3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos, 1 Juan 3:22 y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él, 1 Juan 3:24 Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado, 1 Juan 5:2 y 3 2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 2 Juan 1:6 Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio.
Y tengamos cuidado de no cumplir los mandamientos del Señor Jesucristo, porque está escrito en 1 Juan 2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; estad alertas ante falsos obreros como está escrito en Colosenses 2:22 (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?
¡Vive los mandamientos de Jesucristo! Amén.