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La Iglesia en la casa




Hace muchos años un hermano en Cristo me preguntó por el lugar donde me congregaba y le contesté que en la casa, él se sonrió y me dijo: “Ah sí, es un nuevo movimiento de los hermanos que se está dando actualmente” y se retiró del lugar. Recordé tiempo atrás cuando otro hermano me dijo al despedirse de mí, por el cambio de ciudad en la cual vivía: “Hermano; no batalles congrégate en tu casa, con tu familia y vive en el amor del Señor Jesús”.


Han pasado más de treinta años y no olvido lo que pensé cuando escuché sus palabras: “¡Ah qué hermano! ¿Yo congregarme en la casa? De veras que estás loco”. La profecía se cumplió con el tiempo y un destino marcó la existencia tanto de mi familia como la mía en el devenir de nuestra vida en Cristo Jesús.


Segundo testimonio en la vida de los hijos de Dios: es su casa. Lugar inexpugnable para el mundo y refugio reservado para los que siguen la doctrina de nuestro Señor Jesucristo. La reunión de hermanos en la casa es un mover espiritual genuino del Espíritu Santo, desde los inicios de la iglesia de Cristo.


No ha sido fácil, en los inicios recordé aquel pasaje del profeta Elías cuando le dijo a Jehová que se había quedado solo y el Misericordioso y lleno de amor le contestó: “Yo haré que queden en Israel siete mil que sus rodillas no se doblaron ante Baal” Al principio seleccionamos el domingo para congregarnos mi familia y yo, al paso del tiempo fuimos conociendo hermanos dolidos por congregaciones en el cual habían participado y que estaban dispuestos a reunirse en las casas, así que nos reuníamos entre semana por la noche, dos veces por semana.


Nuestras reuniones eran sencillas, leíamos según abriéramos la Escritura ya que se había elegido al azar y tratábamos de explicar el capítulo, algunas veces entrábamos en debate por las diferentes interpretaciones y dábamos fin con una oración de despedida. Lo que nos maravillaba es que terminaban a las cuatro de la mañana.


Gracias al Padre porque me ordenó desde antes de la fundación del mundo a leer la Escritura y puso en mis ojos dos pasajes del nuevo pacto que estimularon el mover de libertad en mí y se encuentran en Hechos 8:26 - 39


26 Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. 27 Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, 28 volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. 29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. 30 Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? 31 Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él. 32 El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. 33 En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida. 34 Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro? 35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. 36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? 37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. 39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino.


El siguiente pasaje está escrito en 1° Juan 2:27-29 27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él. 28 Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. 29 Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.


Y con esa fe en el Señor y creyendo que Jesucristo es el Hijo de Dios, nos fuimos estableciendo en la casa como iglesia, no decimos “Iglesia de Cristo” en la casa, porque la Iglesia de Cristo pertenece a la universalidad espiritual establecida en toda localidad (En otro tema hablaremos de las diferentes denominaciones que existen y que están lejos a la obediencia del Señor Jesús).


Como algunos hermanos que expresan que la iglesia en la casa es una moda, ignoran que es un movimiento espiritual auténtico y seguro para que el mundo no espíe nuestra libertad. El gran error es siempre imitar la corriente del mundo y querer lo que los paganos hacen: templos. Pero veamos, el mover de la iglesia en la casa según la Escritura: en Hechos 5:42 dice: 42“Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo” El templo judaico era aquello a lo que el Señor dijo que no iba a quedar piedra sobre piedra. No había templos cristianos: solo se construían templos paganos. El verdadero mover era por las casas. Hechos 8:3 3 Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel. Leer lo que dice Hechos 11: 3 y 14 3 diciendo: ¿Por qué has entrado en casa de hombres incircuncisos, y has comido con ellos? 14 él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa.


Analiza lo que está escrito en Hechos 12:12 12 Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando. Además en Hechos 16:15 y 32 15 Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos 32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. Hechos 20:20 20 y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas


¿Cómo es posible que el instructor de la iglesia que predicó con el ejemplo y tenemos obligación de obedecerle, no queramos entender su enseñanza?


Hechos 28:30-31 30 Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, 31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.


Leamos los siguientes versículos:


1 Corintios 16:19 19 Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor.


Romanos 16:3-5 3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, 4 que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles. 5 Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo.


Filipenses 4:22 22 Todos los santos os saludan, y especialmente los de la casa de César.


Colosenses 4:15 15 Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas y a la iglesia que está en su casa.


Filemón 1:2 2 y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa


1 Timoteo 3:5 5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);


Te exhortamos con toda humildad y súplica ante nuestro Señor Jesucristo que atiendas estas palabras, a que aceptes esta invitación a establecerte como iglesia en la casa, con tu familia, hermanos cercanos a ti, vecinos y amigos.


Es un privilegio reunirte en la sencillez y practicidad. ¡Congrégate en el nombre del Señor Jesucristo!


Está dicho por el Señor Jesús: “donde dos o más se reúnen en mi Nombre” Él está en medio ¿qué más necesitas si tienes al Señor Jesús? ¿Quién contra ti? ¿Quién es mayor que el Señor Jesús en esta vida? ¡Su Nombre es sobre todo nombre!


Establece la reunión que fue preparada desde antes de la fundación del mundo. Escoge un día el que disponga el Espíritu en tu corazón, un horario. No te preocupes, el Espíritu te hará saber cómo llevar el orden de la reunión.


Aquí se cumple la palabra del Señor Jesús en Juan 4:23-26 que dice: 23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. 25 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. 26 Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.


Para finalizar, considera esto: El mundo siempre va en contra del Espíritu. Si el mundo edifica templos hechos por manos de hombres “para adorar” ¿no te dice algo eso? Lo del Espíritu es sencillo, práctico; lo del mundo, más complicado y obscuro. No rechaces esta invitación. El Señor Jesús es tu Maestro, Amén.



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